El servicio de Urgencias de cualquier hospital es una fuente inagotable de grandes frases como las que se pueden leer en Cartilleradas y de anécdotas que se recuerdan con asombro. El caso que presento hoy pertenece más bien al grupo de las anécdotas asombrosas.

Un niño de cuatro años le contó a su madre que se había tragado una pieza magnética de un juguete. Al día siguiente, sus padres le vieron tragarse otra pieza magnética idéntica a la anterior. Ambos pensaron que las expulsaría por las heces. A las 72 hora de haberse tragado la segunda pieza, el niño empezó a quejarse de dolor en el lado izquierdo del abdomen, sin presentar otros síntomas ni mostrarse angustiado, y los padres decidieron llevarle al servicio de Urgencias de San José, en California. Allíradiografia.jpg le exploraron, sin observar alteración alguna de los signos vitales, y le hicieron una radiografía, viéndose una zona opaca claramente situado en el ciego (porción de intestino grueso que se encuentra en su principio, en la unión del intestino delgado con él). Esa zona se correspondía a las dos piezas magnéticas unidas. El cirujano le examinó, sin objetivar signo alguno de peritonitis que aconsejara una intervención de urgencia y decidió realizarle una segunda radiografía a las cinco horas para comprobar que ambas piezas magnéticas se movían a lo largo del intestino grueso por los movimientos de peristalsis, movimientos en los que ese tubo digestivo se comprime y acorta con el fin de impulsar la materia fecal hacia delante. Al ver que la radiografía no mostraba ninguna variación y la zona opaca era la misma y en el mismo sitio, le intervinieron para visualizar por laparoscopia la zona y extraer lo que allí hubiera. Se encontraron ambas piezas magnéticas unidas entre sí, pillando un trozo de intestino entre ellas, “pellizcándolo”, de ahí el dolor debido a la compresión y la isquemia ( falta de oxígeno) que sufría esa zona al no poder recibir sangre; ambas piezas quedaron adheridas al extremo del laparoscopio, facilitando su recogida. Esa parte del intestino fue reparada y suturada, recuperándose el pequeño a las 48 horas de la operación y pudiendo marcharse a casa al tercer día, sin mostrar secuelas ni complicaciones.

No es el primer caso que se da, de ingesta de piezas metálicas o magnéticas de juguetes por parte de niños, con el riesgo que conlleva para el aparato gastrointestinal,desde la isquemia que puede llevar a la necrosis ( muerte del tejido que se da en este caso por no recibir el oxígeno ni los nutrientes que le aporta la sangre), la perforación del intestino, infecciones y otras tantas consecuencias. Por ello, pediatras y cirujanos recomiendan revisar atentamente los juguetes de los más pequeños y evitar aquéllos con piezas que puedan ser tragadas o dar lugar a accidentes. Y no sólo los juguetes pequeños, sino cualquier pieza “incomestible” en general, casos conozco de ingestión de conchas de almejas o coquinas por parte de niños que se han quedado “encalladas” en algún tramo del intestino…

Pueden obtener un resumen del caso (en inglés) en Medgadget y el artículo del que sale la noticia lo pueden leer aquí.

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5 opinaron sobre “Radiografías curiosas: lo que se tragan los niños pequeños

  1. Respondiendo a tu pregunta en el post anterior SI! Porque son unos casos tan surrealistas que pienso ¿De verdad puede pasar esto?… A partir de ahora iré anotando todas mis dudas (uhm esto puede ser peligroso…) con respecto a las series de médicos que veo (menos mal que sólo son House y Anatomia…)

    Y sobre este post… Por una parte no veo lógico que los padres esperaran tanto (yo seré muy miedosa pero salgo corriendo si mi niño se traga cualquier cosa que no sea comestible) y después… cuanto cuidado lleva un niño…

    Un besito

  2. Raquel, encantada de contestar tus dudas :D para eso estamos.Respecto a este artículo, muchos padres saben que es preferible esperar a que se elimine un objeto pequeño que someter a su hijo a un lavado de estómago o una cirugía para extraerlo, pero eso en caso de que sea pequeño y no vaya a causar daños; en este caso, nadie pensó que ambas piezas pudieran unirse. Quizá lo más prudente cuando se da algo así es acudir a que le hagan un par de radiografías para comprobar que ese objeto no le va a hacer daño y va a ser correctamente expulsado con las heces, de lo contrario se deben tomar medidas para sacarlo.

  3. Joer qué cosas, y menos mal que se le intervino a tiempo para extraerle las dos piezas magnéticas.

    Con los niños toda precaución es poca. Recuerdo haber oído casos en la tele hace ya varios años en los que niños de 4 ó 5 años se metían trocitos de goma en la nariz :S

    Besos!!! Me ha parecido muy interesante este caso.

    PD: Una pregunta tonta que se me ha ocurrido… ¿El campo magnético de un imán podrá afectar de alguna manera a la salud de una persona? Sé que los campos eléctricos provocan trastornos del sueño, pero no sé nada de los efectos de los campos magnéticos en el organismo :)

  4. Señor Oscuro, no es una pregunta tonta :) El campo magnético de un imán no es lo suficientemente potente para provocar alteraciones en el cuerpo, con lo que no afecta en absoluto a la salud de la persona, el único riesgo que hay es que cause lesiones en cualquier parte del sistema digestivo por roces, quedarse atrapado, perforaciones, etc. Además, los campos magnéticos tienen utilidad en Medicina, como ejemplo te puedo poner la Resonancia Magnética Nuclear ;)

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