Cuando me mencionan la halitosis, me acuerdo siempre de uno de mis profesores favoritos, un profesor de Literatura que a la hora de enseñarnos Morfología y Sintaxis nos proponía frases “llamativas” para analizar. Una que jamás olvidaré es “Te huele el aliento a sobaco de mono”. Este tipo de frases, junto con su buen humor y la pasión que le ponía a la docencia me marcaron bastante, aunque no lo suficiente para que me decantara por las Letras en vez de por las Ciencias, pero eso es harina de otro costal. (Profe, si estás leyendo esto, que sepas que es con todo el cariño del mundo )
Al turrón: la halitosis preocupa, y mucho. No es nada agradable tener un aliento fétido, tanto para el que lo padece en boca propia como para quien recibe el hedor en toda la cara. ¿Qué podemos hacer en caso de percibir que tenemos halitosis o de que nos lo indiquen? Evitar enmascarar el olor con chicles y sprays desodorizantes, porque la causa persiste y no se solucionará el problema. Es curioso, pero la mayoría de las personas que padecen halitosis no suelen acudir al médico de cabecera a consultar la causa de su mal aliento y los posibles tratamientos; en vez de ello, prefieren recurrir a los remedios “caseros” como infusiones de poleo, masticar hierbabuena, hartarse de chicles, comprar sprays para refrescar su aliento, etc. Da mucho apuro ir al médico y decirle “Mire doctor, que me huele fatal el aliento y no sé qué hacer“, pero es el primer paso para resolver este problema y el médico de familia está muy bregado ya en esas cuestiones.
Si echamos un vistazo al Pubmed, base de datos de artículos científicos actuales, nos encontramos con algunos artículos bastante interesantes. Todos coinciden en que la mayor parte de las causas posibles de mal aliento se localizan en la boca. En segundo lugar, están las infecciones respiratorias y otorrinolaringológicas. Y ya por último, tenemos procesos generales (diabetes, por ejemplo), problemas de hígado o de riñones (que levante la mano el estudiante de Medicina que no esté harto de oír la dichosa frasecita “fetor urémico“). También hay que tener en cuenta que ciertos fármacos pueden resecar la boca o variar la flora bacteriana de la boca, favoreciendo la halitosis.
No nos engañemos: muchas halitosis se resuelven fácilmente con una adecuada higiene bucal. Un buen cepillado tras cada comida que incluya toda la dentadura (no sólo sacarle lustre a la parte delantera para tener una sonrisa brillante) durante el tiempo necesario y un colutorio suave ayudan bastante a eliminar restos de comida que al ser procesados por la flora bacteriana de la boca emiten compuesos sulfurados volátiles que dan ese mal olor. Repito que el colutorio debe ser suave y tampoco se puede abusar de él, ya que la mayoría suelen contener alcohol en su formulación y resecar la boca.
También ayuda el llevar una dieta equilibrada con bastante fruta y verdura, además de beber agua en cantidades suficientes para evitar el espesamiento de la saliva y que no pueda cumplir sus funciones. Al hilo de esto, recuerdo que quien siga la dieta Atkins o una dieta desequilibrada tendrá un aliento que tire para atrás (la explicación está en que los cuerpos cetónicos que se forman como resultado del aprovechamiento de la grasa para la obtención de energía son compuestos muy volátiles y con un olor muy característico). Por supuesto que cuando hablo de fruta y verdura no incluyo la cebolla y el ajo, “Quien coma ajo debe hablar para abajo“, y que tampoco hay que olvidar otros alimentos como algunos quesos y el café que tienen a quedarse adheridos a dientes y mucosa bucal, siendo una materia prima excelente para que las bacterias se pongan púas a “putrificar” y desprender los dichosos compuestos sulfurados volátiles.
¿Y qué decir de los “vicios sociales”? Pues que el alcohol reseca las mucosas y altera la flora bacteriana y el tabaco contiene sustancias olorosas como la nicotina que se quedan impregnadas en la boca. Nada que no se pueda arreglar con un buen cepillado de dientes.
Si a pesar de llevar una adecuada higiene y una buena dieta el problema persiste, es el momento de acudir al dentista para descartar problemas en la boca, como una periodontitis. ¿Y si el dentista descarta cualquier patología? Lo adecuado es acudir al médico de cabecera para averiguar la causa, descartando las patologías más frecuentes según los signos y síntomas que presente el paciente además del mal olor del aliento. Repito que puede dar mucho apuro acudir a consulta por esto, pero muchas veces la halitosis es un excelente signo que nos orienta acerca de diversas enfermedades; no en vano, nos pasamos la carrera estudiando cosas como “olor a manzanas verdes de la cetoacidosis diabética”, “fetor hepático”, “fetor urémico”, reconociendo el olor de un absceso de pulmón en las prácticas y un largo etc.
Dicho todo esto, ¿alguna duda acerca de la halitosis?
Nota: entrada meneada. Muchas gracias
Enlaces recomendados:
Halitosis: an assessment protocol proposal
Leí esto y no pude evitar acordarme de un primo de mi madre que tiene por costumbre hacerse bocatas de ajo frito…compadezco a su mujer, aunque al menos puede estar segura de su fidelidad, porque cualquiera se acerca a esa boca,jajajaja!
El problema del colutorio y el abuso no es que reseque la boca, sino pillarse un cogorzón. De hecho, no sería el primer niño pequeño que va a Urgencias por eso (cuando sea mayor podrá presumir de haberse pillado su primer ciego con dos años ).
Aparte de eso, nada que decir: plas,plas,plas, y tal
Y que pasa con el hilo dental?? es malo¿¿??? A mi me gusta usarlo (aunque no hago abuso tampoco) porque accede a zonas que el cepillo no llega…
Y una curiosidad que tengo ¿por qué recién levantado huele tannnnnnnnnnnnnn mal el aliento aunque te hayas lavado los dientes para acostarte? (creo que es algo general no?)
Lo que no sabía era que el mal aliento podía ser un síntoma de algo que no fuese “bucal”
Un besito
Muy interesante artículo.
Conste que, para mi, el mayor problema consiste en decirle a alguien que tiene halitosis.
Concretamente, mi jefe.
Si fuera el jefe inmediato, sería fácil.
Si te digo que me he planteado dejar sobre su mesa un spray para el mal aliento…
O quizás le envíe el link de este escrito…
La verdad es que debe ser una situacion bastante dificil sufrirlo. En carnes propias o cercanas…
Y claro, lo chungo es eso, llegar a alguien y decirle: “Te huele el aliento”, asi, sin mas y a la cara…
Aunque a veces esas cosas, son las que mejor funcionan, ir al grano sin rodeos.
Un articulo muy completo y sobre todo que dice cosas muy ciertas, así es que si queremos estar bien, hay que cuidarnos y no engañarnos con soluciones temporales
A mi me ha recordado a un amigo de la infancia, que vaya mañanitas que nos daba, ya que se metía entre pecho y espalda una tostada con aceite y ajo todos los días. Decíamos que le olía la boca a “goma quemá”, pero no eramos capaces de decírselo a la cara… así que nos tocaba aguantar.
El post genial, como siempre.
Cora, ¿bocatas de ajo frito? Su mujer andará fatal de gusto y olfato, chica…vaya tela.
EC-JPR, lo dudo, ¿cuánto colutorio tendría que tragar para pillar tal cogorzón?
Ezne, el hilo dental va de maravillas para completar la higiene bucal. En cuanto al aliento matutino, recién levantados tenemos la boca seca porque durante la noche no hemos segregado apenas saliva y no ha habido hidratación ni renovación alguna en la boca.
Luis, es un tema bastante peliagudo, yo sería bastante sutil porque hiere susceptibilidades
Jose, sí, al grano es posible, pero con sutileza y buenos modos
Andres, muchas gracias. Más vale atajar la raíz que poner parches.
Carlos, eso me pone los pelos de punta, las aceiteras con varios dientes de ajo, aunque hay quien es más bruto y refriega el ajo en la tostá. Por mucho que guste, hay que tener en cuenta que el olor es difícil de quitar y es bastante molesto, aish.
No diré nombres para no hacer propaganda, pero… Oralrojine: 5%, Perioay!: 11%, Listeria: 23% (datos de la Soc. Española de Periodoncia). De hecho, esa es la razón por la que algunos botes de estos traigan cierres a prueba de niños. ¡Si hasta hay artículos en PubMed!
Ahora ya lo sabes: nunca dudes de mí, pequeña
Así me gusta, que cumplas la máxima “la carga de la prueba incumbe al que afirma”. Prueba superada, little grasshopper
oye, pues si los colutorios tienen alcohol igual no estaba mal promocionarlos en los botellones. Ya que los adolescentes van a emborracharse igual, al menos que lo hagan cuidando su higiene bucal, jajajaja”
No des ideas, no des ideas, Cora, que era ya lo que faltaba
Entonces, para las personas que tenemos problemas respiratorios (fibrosis quistica, en mi caso). Nos huele mal el aliento solo cuando tenemos infeccion o todo el tiempo por ser una enfermedad cronica?
Pues yo tengo otra duda, Sophie.
A ver, si a alguien le huele el aliento porque ha comido, por ejemplo, sopa de ajo, es algo temporal y un olor fácilmente reconocible.
La halitosis crónica propiamente dicha también sabemos qué tipo de olor suele ser, más o menos (o a todas las personas que conozco con halitosis les huele parecido).
Pero conozco a una persona a quien el aliento le huele distinto, muy muy agrio (menuda sinestesia, pero es el adjetivo que me viene a la mente). Con cierta semejanza (aunque menos intensidad) al olor del amoniaco.
Siempre he tenido curiosidad, porque sé que la medicina antes de tener técnica puntera tenía práctica, que los médicos diagnosticaban diabetes por el sabor de la orina y el olor afrutado del aliento… ¿sabes si un aliento agrio indica algo en particular? (que conste que no busco un diagnóstico, era un compañero de facultad a quien ya no veo, pero siempre tuve esa duda)
Nota: comentario editado por realizar publicidad de una determinada marca.
Sólo quiero decir que, por una anécdota que le sucedió a un conocido, creo que el colutorio sí puede afectar gravemente a la salud de uno. En concreto a esta persona lo que le pasó es que en unos análisis de sangre le aparecieron unos niveles muy altos de transaminasas, aun siendo no bebedor y haciendo una vida sana. Al final, creyó que se debía al colutorio que usaba. Lo dejó y los niveles se le volvieron a estabilizar.
Luar, no lo sé a ciencia cierta, pero pienso que sólo cuando tengáis infección.
Irene Jansen, el aliento con olor a amoniaco es característico de la insuficiencia renal crónica. Hablando rápidamente, que su riñón no le funcionaba, no cumplía con sus funciones. Además de ese aliento, ese compañero tendría seguramente la piel seca, poco pelo y bastante seco, la tensión alta y disnea (dificultad para respirar) entre otros síntomas y signos.
Anisótropo, bastante curioso lo que cuentas, relacionado con lo que ha comentado antes EC-JPR y el cogorzón que se pillan los críos a base de colutorio en cuanto te despistes
¿Lo ves? Yo sabía que tú me ibas a resolver la duda. De lo de la piel y el pelo, apenas me acuerdo, pero sí es cierto que respiraba con dificultad, siempre hacía ruiditos al respirar…
¡Cuánto sabes!