Cuentan los libros de Historia que Jacques Lisfranc era un cirujano del ejército de Napoleón con un carácter un tanto “especial”, ya que no se llevaba bien con casi ningún colega de su época y lo adjetivaban de “belicoso“.

Mira qué cara de tío interesante pongo, con mis patillas a lo Curro Jiménez pero más fisno

En aquel entonces, los soldados de Napoleón iban a caballo a la guerra, a conquistar el ancho y largo mundo. Lisfranc, como cirujano en el Ejército de Bonaparte, se dio cuenta de que muchos se caían, quedando el pie enganchado en el estribo y sufriendo una fractura-luxación tarsometatarsiana, que en fino y cristiano quiere decir que si dividimos imaginariamente el pie en tres partes, la de los deditos, la del medio y la del talón, los deditos quedaban separados de la parte media,yéndose los dedos para la izquierda, por ejemplo y el resto del pie para la derecha. Qué dolor. Y qué deformidad. En zeta se les quedaba el pie.

Mirad la línea roja e imaginad la fractura-luxación…

Lisfranc vio que cuando eso ocurría, se ponían los huesos en su sitio y se vendaba el pie, pero a los pocos días se gangrenaba y el pobre soldado terminaba perdiendo el pie entero como mínimo o muriendo tras una tremenda sepsis. Pobre Jean, pobre Pierre. “¿De qué manera puedo evitar que nos quedemos sin hombres o que se queden cojos y sin poder montar a caballo?”. En ese momento nació la articulación de Lisfranc (esa línea roja que habéis visto en la imagen), la fractura-luxación de Lisfranc (no, egocéntrico no era, no) y un ingenioso remedio: cuando llegaba el soldado con el pie así, le amputaba la parte de los deditos a mayor velocidad que otros cirujanos, cerraba bien el muñón con un colgajo plantar (vamos, cogía un trocito de planta del pie, estiraba bien y a remendar) y cuando estaba ya recuperado, le colocaba una cuña de goma en el zapato, de modo que pudiera volver a meter el pie en el estribo y cabalgar. He ahí la cuestión, querido Napoleón, aquí tienes a tus soldados, con un cachito menos de pie pero aún cabalgando…y con esto conseguimos también una bonita historieta para cuando un profe de Trauma esté explicando las fracturas y las luxaciones…

La primera imagen está sacada de la Wikipedia, la segunda de Abcfisioterapia.

Le debo esta anécdota a un profesor de Trauma que nos hacía bastante amenas las clases. No todo iba a ser Bricomanía de bata blanca…

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28 opinaron sobre “He ahí la cuestión, querido Napoleón

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  2. Jajajaja, de todas formas es bastante típico que los médicos que descubran algo le ponan su nombre, no? O el del primer paciente en el que se descubre el caso… Bueno, al menos consiguió que no les tuvieran que cortar el pie entero, pero, ¿no descubrieron nada más para que no tuvieran que cortar tampoco los dedos? ¿Un estribo que al caer no doblara así el pie, por ejemplo? ;-)

    • - Lamento comunicarle que padece usted el síndrome de Wilson…
      - ¿Y eso es grave, doctor?
      - Aún no lo sabemos, señor Wilson.

      (Lo siento, pero si no lo contaba, me daba algo :D )

    • Haciendo el chiste malo, esa gente eran más de cortar por lo sano xD Además, ten en cuenta que necesitan tener el pie bien sujeto al cabalgar para ir bien afianzados y cómodos :)

  3. y ¿por qué se gangrenaba?
    ¿qué solución se le da hoy en día a esa fractura-luxación?

    • Muchas gracias :D Por cierto, relacionado con fracturas del pie, ¿recuerdas lo que le pasaba a nuestros padres cuando se iban a hacer la mili y les ponían a andar monte p’arriba y p’abajo? ;)

      • ¿Fracturas de estrés? No se ven en la Rx en la fase aguda, pero captan en la gammagrafía y se ve el callo en la Rx meses después. Se me ocurre :oops:

        • La fractura del recluta o Deustchlander, en la base del 2º metatarsiano ;) “ojú lo que duele”, “pues no se ve ná en la radiografía, pedazo de flojo, 500 flexiones de castigo” y al poco tiempo se demostraba que el soldao Paco no se quejaba por vicio…

  4. La verdad es que los cirujanos, y sobre todo los que se enfrentaron a heridas de guerra, tienen una historia cuanto menos curiosa. Espero que no sea el último médico-cirujano que cae por aquí, estas historias me encantan.

    • Tengo un par de anécdotas más por ahí :) Siguiendo tu ejemplo, aunque no pueda estar a tu nivel en arte y salero contando esas cosas, contaré un par de cosillas :D

  5. Me ha parecido muy curiosa. Visto que se te dan tan bien, podrías “abonarte” a este tipo de entradas ;)

    • Gracias resalao, pero aquí el Artista con mayúsculas a la hora de contar anécdotas históricas es Mapoto, si no has cruzado los dedos en su blog ya puedes ir corriendo ;)

  6. Eso, eso.. ¿y por que se gangrenaba? Al fin y al cabo solo son unos huesos que se salen de su sitio y lo de gangrena suena a “me han disparado mientras estaba en un pantano pestilente peleando con una anaconda”.

  7. Anónimos míos: pensad por un momento que en los tiempos de Lisfranc no se había descubierto la penicilina, no tenían la maravillosa heparina a mano ni tampoco un equipo de rayos X portátil para comprobar que habían recolocado los huesos en su sitio bien, sin pillar una vena o arteria por medio… con esto ya tenéis pistas para adivinar por qué se les gangrenaba el pie ;)

    Hoy en día se mira el pie, se recolocan los huesitos en su sitio, si hay fractura asociada se realiza osteosíntesis (se fijan con tornillos, en general aunque por lo visto hay casos en los que se prefieren las agujas de Kirschner) y se venda el pie bien vendadito.

    Por cierto, a ver si sois menos tímidos y ponéis un mail válido :mrgreen:

    • si lo del mail va por mi, te puedo asegurar que es válido… aunque no lo parezca O:)
      Por cierto, con estas anécdotas es cuando uno se da cuenta lo que ha avanzado la medicina en los últimos años.

  8. Seguramente esos soldados no se lavarían mucho los pies, ni los calcetines… y sobre todo que su calzado no sería de esos idóneos para meter dentro pies rotos que se hinchan: para seguir el camino con el ejército que no se detiene porque algunos se rompan las piernas.

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  10. El típico carnicero que le encanta rebanar carne… Muerto el perro se acabó la rabia o cortado el pie se acabó la fractura.

  11. No me esperaba que gustaran tanto las anécdotas de Historia de la Medicina :)

    He leido en Menéame la posibilidad de usar un estribo articulado. Eso existe en la actualidad, según me cuenta San Google, pero en aquél entonces se ve que no…y ahí estaba Lisfranc tajando por lo sano.

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  13. Jejeje, pues me ha gustado un montón este post Sophie!!!!!!!!! Ameno y curioso ;)

    Un besito!

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