Las guardias de puerta (estar 24 horas en Urgencias) dan para mucho. Te dan soltura, mucha capacidad de manejo de patologías urgentes, te espabilan y te dan material para escribir un libro, en algunos casos una enciclopedia.No quiero que este artículo se entienda como una queja, sino como una serie de hechos que he visto en mis guardias, hechos que me gustaría que conociérais.
Se considera una patología urgente toda aquélla que pueda causar la muerte de una persona, ocasionarle secuelas o agravar de forma considerable una enfermedad previa que ya tenía.
A los pacientes se les atiende por gravedad y tiempo de espera. Eso lo decide el enfermero que esté en la consulta de triage, donde le pregunta al paciente lo que le pasa, le asigna un grado de urgencia y una consulta a la que acudir. De ese triage dependemos mucho los médicos a la hora de hacer pasar antes o después a un paciente. Por otra parte, no está más malo el que más vomita o el que más grita por dolor, he visto a personas que acababan de sufrir una angina de pecho o un accidente isquémico cerebral y “no me encuentro ahora muy malote, la verdá” tras sufrir ese episodio. ¿Creéis que una persona con una gastroenteritis o un dolor de muela está más grave? Está más molesto, pero no está peor.
El lunes es el peor día para hacer guardia y para ir a Urgencia. El lunes va el que ha estado el fin de semana aguantándose algo “por no fastidiar el descanso a mi familia o fastidiármelo yo“, en algunas ocasiones es algo banal, pero en otras es algo serio como una angina de pecho o un tumor que está dando la cara (true story). El lunes va quien se ha puesto malo el fin de semana, ha ido por la mañana a pedir cita en el Centro de Salud y se la han dado para tres días más tardes, desesperándose.Como me decía Jokin en un twit, no podemos pretender que la Sanidad sea un funcionariado, que sólo haya atención médica en el Centro de Salud de lunes a viernes, dejando para el fin de semana las Urgencias.
Dicen los más viejos del lugar que en verano no hay “overbooking” de la sala de espera hasta las 10 de la noche, cuando empieza a bajar la calor, que en invierno tiene que estar uno muy malo o muy desesperado para ir un día de lluvia y que cuando hay partido de fútbol, durante esas dos horas hay menos gente. También comentan que cuando se acercan las vacaciones suelen llevar mucho a los ancianos “a ver si le encuentran algo, porque no come, está estreñido,tose mucho” con la idea de dejarles ingresados.
Hay pacientes que aporrean la puerta cuando llevan más de media hora esperando, “oiga, que llevo nosecuanto tiempo esperando, que a ver cuándo está mi analítica, cuándo me va a atender, cuándo…“. Algunos entran directamente, estando dentro de la consulta otro paciente al que se está atendiendo o explorando, dando lugar a una situación embarazosa. Algunos compañeros míos tienen la costumbre de preguntar el nombre de quien ha llamado a la puerta y si es el siguiente al que se iba a llamar y su patología no es muy urgente…llamarle más adelante, “no vaya a ser que en la sala de espera se tome ejemplo y piensen que si aporrean la puerta se les atiende antes“.
Lo que pasa en Urgencias suele recaer sobre el médico. Si las analíticas tardan, se reclama al médico. Si la consulta de Enfermería va algo lenta y tardan en llamar para sacar sangre o colocar un analgésico, se reclama al médico. Si el paciente no está de acuerdo con el triage que se le ha hecho y considera que está más grave que lo que han indicado y por tanto no deberían haber esperado tanto, reclaman al médico.
Editado: también hay que tener en cuenta que las Urgencias se basan fundamentalmente en R1, residentes recién llegados que tienen que aprender a toda leche a hacer una buena historia clínica sin olvidarse un dato, pedir las pruebas complementarias necesarias recordando lo aprendido en la facultad y saber manejar rápidamente pacientes en muy mal estado. Se produce entonces el “efecto Julio“, en ese mes es cuando las Urgencias se saturan con más facilidad y se dan más errores de diagnóstico por un personal que es novato y está muy nervioso intentando aprender a toda velocidad el ABC de cómo trabajar en Urgencias y no morir en el infierno.
Y vosotros, como pacientes que alguna vez habéis estado en Urgencias, ¿qué curiosidades habéis observado?
Como cosa curiosa, he ido tres veces a urgencias del centro de salud y sólo una de las tres he tenido que esperar a que atendieran a otra persona. Por otro lado, he ido dos veces a urgencias de hospital, las dos he tenido que esperar muuuuucho tiempo.
Y las urgencias de la Fundación Jiménez Díaz funcionan bastante mal (o he tenido mala suerte).
Sí, va menos gente a Urgencias del Centro de Salud que al hospital, por eso también es menos frecuente que se colapsen
Y si de las urgencias del centro de salud me pueden mandar a las urgencias del hospital ¿por qué no se hace también en sentido contrario?
Y es que como dice Jezabel, todos llegamos a urgencias pensando que muestro problema es casi de vida o muerte… hasta que algún médico dice lo contrario.
Yo estaría encantado si me dicen que las 2 horas de espera en el hospital van a ser 15 minutos si me voy al centro de salud
Pues porque en Urgencias del hospital es donde te dan ya el alta para casa o el alta con un informe para tu médico de cabecera, ya que se supone que ahí hay más medios para atenderte y darte un diagnóstico claro.
En ese sentido, echo en falta educación sanitaria,q ue no nos pongamos las pilas o repartamos folletos explicando las medidas generales para una gastroenteritis, un resfriado o una faringitis. Además, no nos ponemos firmes cuando el paciente cuenta síntomas inespecíficos y vagos con tal de llevarse un informe, el que sea, que justifique que esa mañana no ha ido a trabajar.
A grandes rasgos, lerditud. Tanto en pacientes como en personal sanitario. Tontos hay en todas partes, solo que cuando tienen puestos de responsabilidad, se convierten en tontos peligrosos. Urgencias me recuerda mogollón a un patio de colegio, todo el mundo pensando en “a mí más”.
Recuerdo el día que tuve el accidente, había la típica vieja cabrona que no hacía más que quejarse de cuántos sufría -tenía estreñimiento, oh tragedia- y una pobre anciana que acababa de sufrir una hemiplejia -recuerdo la voz del médico pidiéndole a una MIR que le recitara los pares de nervios craneales- toda amabilidad y encanto. Y mientras que uno de los traumatólogos vino incluso a contarme y repetirme con una paciencia y educación -casi ternura- dignas de elogio lo que opinaba de mis lesiones -vana tarea, porque yo estaba de drogas hasta las cejas- otro retrasado se opuso a que me hicieran un TAC. Y no me lo hicieron, a pesar de tener sospechas de que presentaba lesiones que no se veían en las radiografías, y que una semana después se descubrieron.
Tócatelos Mariloles. En todas partes cuecen habas, en algunas a calderadas. También tengo anécdotas de desesperación por llamar a algún médico de guardia de alguna especialidad ( no voy a nombrar por no quedarme corta nombrando unas cuantas o por no ofender) y que me dijera “mira, por esto yo no bajo, ponme a la enfermera al teléfono que le voy a dar instrucciones de cómo hacer eso, o tú misma ve haciendo tal, tal y tal”. Eso sí, en la historia clínica ha constado claramente que he llamado al doctor fulanito, que se ha negado a bajar a Urgencias y me ha dado las instrucciones por teléfono.
En cuanto a las pruebas complementarias, algunos prefieren quedarse cortos “por no discutir luego con el jefe, que dice que pedimos demasiadas pruebas, éstas se retrasan y cuesta dinero y así llevamos Urgencias” o “porque no hace falta para saber lo que tiene” y los que pecan de prudentes y prefieren asegurarse antes de mandar al paciente a casa.
Si lo de el exceso de pruebas me parece de cajón, no pedir mil pruebas chorras; pero vamos, no pedir un TAC a un atropellado que ha volado 14 metros para luego estozarse contra el asfalto, me parece de juzgado de guardia; y no porque haya dado la casualidad de que la atropellada fuera yo.
Qué fuerte me parece lo que cuentas de que el especialista no bajase… y luego, si al paciente le pasa algo, la culpa encima te la echarían a ti. Manda huevos y mandó tres docenas.
Jottiaaa
No sé, hija, una cosa que te enseñan las guardias es que ante la sospecha, haz lo que sea, porque luego te quedas con el runrún por dentro “a ver si la paciente tenía esto y yo la he mandado a casa…”, sus motivos tendría el que se opuso.
Sí, true story que un facultativo diga que no ve motivos para ir, incluso me han llegado a decir que le pida al paciente que acuda a las 9, cuando hay médicos en la planta y puede bajar cualquiera de ellos, preferentemente el R1, a atender esa Urgencia. Olé y olé. Por lo pronto, estoy aprendiendo muchas cosas de otras especialidades a base de instrucciones por teléfono, Cliniguía y consejo de los más viejos del lugar
en general estoy bastante de acuerdo con tu post, excepto en una cosa: por mi experiencia, en el 95% de los casos es a los/las DUEs a los que se reclama/grita. Cuando el paciente entra a la consulta del médico, va como una malva, porque ya le ha reclamado y gritado a la enfermera en el mostrador porque lleva 2 horas esperando y ¿esto no era urgencias?
Ya me dejas con la duda, porque lo que he comentado es lo que he vivido en persona, que los pacientes reclamen aporreando la puerta y “mi analítica/mi sangre/mi enema/pero cuánto tardáis”. Por el otro lado tenemos a los enfermeros y auxiliares, que cuando les explicamos “mira, tengo estos pacientes, éstos me los han pasado como muy urgentes y ha habido que mirarles de arriba a abajo, por eso he tardado tanto” entienden mejor por qué no hemos pasado al paciente X que lleva 45 minutos esperando
Estoy segura de que es cierto cada uno de los casos que comentas. Pero imaginate que me pongo enferma, algo leve: gripe, gastroenteritis, anginas, etc. Pido hora para mi médico de familia y me dan para la semana que viene. ¿Qué hago? Con casi total seguridad, la enfermedad se curará “sola”, pero ¿y si no puedo ir a trabajar porque tengo fiebre? ¿Quién me da la baja? No tengo más remedio que ir a urgencias.
Creo que el problema de base es que los médicos de familia “pierden” mucho tiempo en las consultas para temas burocráticos. Es cierto que con la receta electrónica se está mejorando la situación, pero creo que aún queda mucho por hacer. Estoy segura de que casos como los que comentas se producen también en las consultas de los centros de salud, como gente que va al médico “a pasar el rato”, porque se está fresquito, etc.
Si mejorase el sistema de Atención Primaria, mejoraría el de las urgencias. Pero creo que va a ser dificil.
Eso es lo que he comentado, el paciente que acude a Urgencias porque no tiene más remedio, porque Atención Primaria está saturada. Lo malo es que se traslada un problema de un lado para otro, como el Centro de Salud está petado porque se pide que los médicos se harten de rellenar papelitos (decenas de recetas, certificados de toda índole, etc) se satura y el médico ha dedicado más tiempo a burocracia que a atender realmente a sus pacientes.
Exacto, al final se colapsan los centros de salud y las urgencias.
Ya, mejorar atención primaria. Bien. Yo cuando he tenido que ir al médico, que hace rato que no, por suerte para ambos, no he visto nunca que el médico se toque las pelotas; lo que sí he visto es que tienen cinco minutos por paciente a lo sumo, y como muchas veces es imposible atender al paciente en ese tiempo, hacen más horas que tontos.
Ahora bien, eso sólo tiene dos soluciones obvias:
- Reducir la cantidad de gente que va por estupideces, y parece que la única fórmula que medio funciona es hacer pagar por visita, con los riesgos de exclusión social que conlleva.
- Aumentar el número de médicos, lo que significa mayor gasto público y mayores impuestos.
Por lo general, mi percepción es que los que más vociferan porque tardan mucho en atenderlos son precisamente los que menos entienden (o quieren entender) que para dar mejor servicio hace falta pagar más, de forma directa o indirecta; es la misma gente que aplaude a los políticos que prometen bajadas de impuestos.
La gente no sabe lo que cuestan las cosas, no asocian los impuestos a lo que reciben; los políticos lo saben y actúan en consecuencia, claro.
No es mala idea la de incidir en la educación sanitaria como he apuntado más arriba, repartir folletos sobre cuidados en caso de gastroenteritis, faringitis vírica, resfriado común, por poner tres ejemplos. Así se reduciría bastante la afluencia de pacientes, o eso espero, porque el paciente sabría cómo cuidarse sin tener que ir al médico a que se lo expliquen.
No creo que aumentar la plantilla de médicos suponga que el paciente pague más impuestos, se trata de redistribuir mejor lo que se ha recaudado, ¿o hace falta hablar de sueldos de políticos o dinero destinado a ayudas al cine español, por poner dos ejemplos que me tocan mucho la moral?
Llámalo x, aumentar los impuestos o la partida presupuestaria a expensas de otra cosa.
Por otra parte, perdona abrir dos mensajes cuando lo podía haber pensado antes y meterlo en el anterior: el problema muchas veces es no tanto que te expliquen lo que tienes que hacer, sino que necesitas pasar por ahí para que te receten la droga de turno.
Las últimas ene veces que he ido al médico siempre ha sido por lo mismo: una mierda de faringitis vírica que lo mismo te da hacerle algo que no, salvo tomar antiinflamatorios para que no se te quede demasiado arrasada la garganta (hasta ahí fácil, los ibuprofenos te los dan sin receta en casi cualquier farmacia).
Lo malo es que luego viene la jodía tos perruna, seca, que como no la cortes al principio te tiene puteado un mes, con la voz hecha una mierda y con más dolor del que te causaba la propia faringitis, incluido de cabeza por tanto toser.
Ahí es donde tienes que ir al médico, para que te receten el maldito fosfato de codeína, que en las farmacias no te lo quieren dar porque piensan que te vas a colocar con eso. Maldita la falta que te hace que te vea un médico para eso, ya lo tienes más que estudiado, pero no te queda más remedio, tal y como son las cosas ahora. :-S
Aquí se juntan dos de los servicios/ especialidades que más me gustan: Urgencias y Familia. Y ambas me gustarían mucho más si se solucionase la saturación de Urgencias por chorradas derivada de la saturación de las consultas de Atención Primaria por otras chorradas.
BTW, mira que he estado poquito en Urgencias como pre-médica, pero los hay para mear y no echar gota (tanto médicos, como pacientes)
Un beso
Mira, he conocido adjuntos de puerta más quemados que la pipa de un indio, quemados por contratos en los que se les plantan muchas guardias, algunas haciendo dobletes y hasta tripletes. Muchos terminan en el despacho tomándose un café o un zumo, “avisadme si surge algo grave” mientras los residentes atendemos a pacientes sin parar.
Por otra parte, uno de los grandes problemas de Urgencias viene de una Atención Primaria petada, con gestores que no entienden que un médico está para atender pacientes, no para rellenar partes de bajas ni certificados de los más diversos, ¿no sería mejor que eso lo hicieran los de Medicina del Trabajo?
A eso mismo me refería. El otro día lo comentaba con mi familia, que veo absurdo que a mi padre le de la baja (y a cualquiera, pero resulta que él lleva meses) el medico de familia, se satura la a.p y ademas el mas cualificado para decir si alguien puede o no trabajar es el medico del trabajo (porque lo que es incapacidad para uno, para otro no supone demasiado)
Lo que me gustaría saber es por que se sigue en esta situación
Buena pregunta, ¿algún gestor sanitario en la sala? ¿Algún político en la sala?
He ido 4 veces a urgencias por mi propio pié (o casi), un ataque de ciática, dos roturas de hueso y unos síntomas sospechosos de problemas cardiacos y sólo puedo hablar de los tiempos de espera, del resto la verdad es que todo bien . Aunque después de pasar por las Urgencias de Andorra, esperar 2 horas para ser atendido no me parece demasiado (en Andorra me tocó esperar más de 4 hasta que alguien me dijo que era una costilla fisurada y que mejor no tocar, que podía elegir seguir esperando a que me pusieran un vendaje o irme a dormir al hotel. Así que Nolotil y pa la cama )
Mientras te atiendan bien…yo he visto personas esperando dos horas con un cólico nefrítico, después de eso me santiguo cada vez que veo un cólico y aunque me pongan que no es una prioridad muy urgente, pregunto “oye, el paciente está dolorío o qué” y si me dicen que está cantando fandangos, corre a explorar y poner analgesia, ya me encargo luego de terminar la historia clínica, que ahora mismo me importa un comino si es diabético o del Betis…
Yo también creo que el colapso de urgencias tiene que ver con el de Atención Primaria. Unas placas en la garganta de esas que te dan fiebre y hacen que te duela todo hasta al tragar saliva, por ejemplo, desde luego no te van a matar. Pero si te empieza el dolor el viernes por la tarde y hasta el martes no te dan cita en el médico de cabecera, la idea de esperar aguantando el dolor durante tres días sólo para que te firmen la receta del antibiótico de turno pueden llevarte a urgencias de cabeza. (De todas formas, yo recurro a las urgencias del centro de salud o al Punto de Atención Continuada, evito las del hospital a menos que vaya con un par de órganos internos en la mano porque te puedes morir esperando ahí…).
Eso sí, sobre casos de gente que acude a urgencias por chorradas, el mejor que oí en mi vida me lo contó una amiga hace ya años. Resulta que salió de juerga con unas amigas, y al día siguiente habían quedado todas de nuevo para hacer ni recuerdo qué (ir a la playa, comer juntas, vete a saber), y una no se presentó. Luego resultó que la niña había pedido a la mamá a la mañana siguiente que la llevara a Urgencias, porque se había despertado fatal, con vómitos y jaquecas… A ver, como diría House diagnóstico diferencial de vómito y dolor de jaqueca la mañana después de salir y beberse hasta el agua de los floreros…
¿Mejor que la que me contaron de una que fue a Urgencias porque le había picado un mosquito tres veces?
Juas! y qué pasa, que al ser tres veces temía que la hubiera dejado sin sangre? O que la fuera a seguir picando hasta desangrarla? La peña está muy mal…
UFFFFF. Tema hiperespinoso en mi caso: sé lo que es ser un médico quemado por la Urgencia. En mi caso, me quemó el no tener tiempo para ver bien a los pacientes, el que el ritmo de trabajo es el mismo a las tres de la tarde que a las tres de la mañana (cuando llevas 17 horas trabajando, con veinte minutos para comer), la mala educación de la gente, las amenazas, la sensación de inseguridad frente al sistema (no es la primera vez que un jefe ingresa una banalidad porque es recomendado de alguien importante que tú habías mandado a casa, dejándote el cuelo al aire), el no tener tiempo para enseñar a unos residentes que, cuando ya han aprendido, se van y vuelta a empezar (año tras año) y, sobre todo, el darte cuenta de que tú no eres así y de que es la única manera de sobrevivir.
Y que lo digas, en las últimas guardias estaba yo incluso bebiendo poca agua para que no me entrara una urgencia miccional o no ir al baño más de la cuenta porque teníamos la sala de espera a rebosar. ¿Más de 20 minutos para comer? Un lujo que apenas conozco.
En cuanto a los “recomendados” y “los de la casa”, mi postura es que no me importa atenderles rápido en cuanto tenga un hueco y siempre que me lo pidan, pero me toca los cojones que no tengo que me planten al paciente a lo bestia en la consulta “mira, que es el compadre del vecino de mi primo, que está mu malito y no te importará echarle un vistacito rápido”, sin darme opción a piar o decir “mira, tengo un TEP con unos dímeros de la hostia que tengo que ingresar YA y meterle heparina a cascoporro esperando a entrar ahora”. A ver quién tiene valor de decirle al compañero sanitario que se espere fuera el primo de la vecina de su hermano, porque te echan la cruz, las mil maldiciones gitanas y como trabajes codo con codo ya verás tú.
En Urgencias es complicado pararse cinco minutos a que te expliquen algo. Cliniguía, Medimecum y encomendarte a San Spiderman. Cuando me encuentro un adjunto con solera, tiempo para explicarme las cosas y lo hace de buena gana, le beso los pies y por él o ella MA-TO.
Yo me he pasado la mitad de la infancia entre Urgencias y citas normales y, aunque recuerdo varios momentos míticos de desesperación como paciente, no tengo mucho que reprochar al personal sanitario, que bastante tiene con lo que tiene. Son otros pacientes con los que he compartido espera y las personas que están tras los mostradores los que se llevan mis quejas. Ya que preguntas anécdotas, te cuento una que le pasó a una compañera de piso y que es, a mi juicio, de juzgado de guardia. Accidente de tráfico. Mi compañera y su madre son trasladadas al hospital, con la mandíbula rota y una herida sangrante en la cabeza ella y una herida sangrante en el costado su madre y muy mala. Las sueltan en Urgencias, sin más. Nadie se aproxima a ellas, así que mi compañera se arrastra mal que bien al mostrador y gesticula y gimotea que su madre está tirada el suelo y necesita ayuda inmediatamente, que cree que tiene una costilla clavada en el pulmón (algo que más tarde se confirmó). La persona del mostrador le dice que no la entiende (con la mandíbula rota, la cabeza abierta y viendo a tu madre muriéndose después de un accidente me imagino que no debe ser muy fácil explicarte) y, con muy malos modos, las manda sentar y que se esperen, como todo el mundo. Varios viajes tuvo que hacer al mostrador sin poder hablar y sin que la individua les prestara la menor atención hasta que la mitad de los pacientes de Urgencias del hospital se tuvo que poner a pedir a gritos que viniera un médico, una enfermera, alguien, que una mujer se moría en el suelo a la entrada, mientras la otra mitad reclamaba que cada uno esperase su turno.
Sé que es anecdótico, pero me parece muy grave que estas anécdotas lleguen siquiera a producirse, y me consta que en ese hospital han sido ya varios los casos de accidentados de cierta gravedad a los que se planta en la puerta, sin más. ¿Cómo puede dejarse a dos personas en la puerta de Urgencias en plan apáñatelas como puedas, con semejante panorama? Y encima dándoles largas, porque “si no me cuentas lo que te pasa pues no te podremos atender”. No sé si las personas de los mostradores de Urgencias son enfermeros, médicos, administrativos o qué, pero sí creo que muchas veces están tras los mostradores personas que no están preparadas. También se ve la catadura moral de muchos pacientes, que con dos décimas de fiebre pretenden ser atendidos antes que una persona que llega con la cabeza abierta…
Morti, eso sí que es de juzgado de guardia, cuando llega alguien muy grave, sobre todo tras accidente de guardia, quienes llevan a esas personas tienen que acercarse al mostrador, contar lo que pasa y rápidamente pasarlas a una consulta especial en la que se atienden a personas que se pueden morir o quedar con serias secuelas, se las tiene que pasar a toda leche porque los segundos son vitales.
En cuanto a la catadura moral…mejor dejémoslo estar, he visto casos para decir “Dior y Chanel”.
Ay, y tanto me he enrrollado con lo de mi compañera y lo indignante que fue lo que le pasó que se me ha olvidado comentar una de mis anécdotas, al hilo de los pacientes que ENTRAN en la consulta mientras el médico está atendiendo a otra persona. Bueno, me ha pasado un par de veces mientras me atienden que llega un “listo” y abre la puerta, pero en una ocasión se me metió la familia Vargas-Heredia al completo, un espectáculo para el que me faltan palabras, entre el shock y el montón de años que ha pasado ya, que borra los detalles. Al médico casi lo linchan por quién sabe qué, mi madre se llevó más de un empujón y yo salí de allí sin que me dieran un diagnóstico, de la que se armó - vino otro médico, me recetó antibióticos y me mandó para casa en mitad del chillerío. Poco después acabé con un tubillo metido entre pecho y espalda por este no-diagnóstico, pero a ver con qué cara acusas de negligencia a un médico cuando estás viendo que se ve obligado a trabajar en semejantes circunstancias. En el centro de salud de Las Albarizas estas escenas eran cotidianas cuando yo lo frecuentaba, y supongo que seguirán siéndolo.
Lo chungo en esos casos es que el cuerpo te pide echar el pestillo para preservar la intimidad del paciente que está en la consulta, pero por otra parte sabes que si ocurre algo gordo (una parada cardiorrespiratoria en la sala de espera), tienes la puerta cerrada y no respondes cuando la aporrean, te puede caer una buena.
Creo que has olvidado algo en relación al problema de las urgencias, “los protocolos”. En atención primaria no existen. Así llegas y te dan número para dentro de tres o cuatro días, -llegues vivo o moribundo-, obligando al desesperado paciente a convertirse en un “porculero” de las urgencias del hospital. ¿Que es una urgencia ambulatoria para que tarden tres días en atenderte?- un vomito, un padrastro, un chichón. Para eso seria mejor cerrarlas y punto. ¿Por que no se evalúan y se da la cita según la evaluación?
Desengañados recurrimos al hospital, aquí el protocolo se magnífica, pacientes con un largo historial en el propio hospital, se desesperan ante los pertinaces intentos de alguien que desconoce su historial y aplica los protocolos a rajatabla, con pruebas que sobran y retardan la asistencia.
Por mi experiencia, los pasillos están llenos de jovenas y jovenos con fonendo, bolis, zuecos y toda la parafernalia hospitalaria, que deambulan sin control buscando a no se quien –cosa que al parecer nunca sucede-. Auxiliares que ponen pegatinas a todo lo que se menea pero huyen despavoridos en cuanto hay que empujar una silla de ruedas y enfermer@s con cara de cansancio que se encierran en cuanto pueden en claustrofóbicos despachos, para no abrir la puerta jamás. Nadie dice nada, nadie sabe nada, nadie explica nada, y solo tienes la impresión que si no das la coña te puedes pasar diez años en esa sala de espera y nadie te atenderá. A menos que seas conocido de alguno de los de blanco.
He tenido 2 tumores, uno de ellos en el testículo. Cuando me noté un bulto extraño me metí en internet y vi con espanto que la causa más probable era un cancer testicular. Con esas fui al centro de salud donde la médica tras preguntarme si me importaba que me palpara me dijo que era un pelo infectado y que me tomase gelocatil.
Días después acudí a urgencias donde tras pasar a la consulta y comentarle lo del bulto me dice el médico que me atendió -”joder acabo de avisar al urólogo”-. Total que le llama y por teléfono le cuenta la situación. Por supuesto no apareció por la consulta porque acavaba de bajar pero ya se había ido. Continuamos, el bulto lo achaca a un golpe, aún diciéndole que no me había dado ninguno, y me hace un volante para urología para que vaya si no se me va en unos días. El caso es que fue llegar a urología, atenderme el médico y al día siguiente me ingresaron para operar.
Tuvo que ser el tercer médico que me atendió el que se dio cuenta de lo que pasaba. Yo todo ese tiempo cagado porque la única explicación que encontraba por internet a lo que me pasaba era el dichoso tumor.
En fin….
Casos como el que cuentas son, por desgracia, frecuentes. Desconocimiento, falta de ganas de consultar con el especialista o que éste te diga “no voy a bajar” hace que pasen cosas como la que cuentas. Hay patologías sencillas que diagnostico y trato yo misma, cansada de escuchar a algunos especialistas decir “para esa tontería me llamas…haz esto y lo otro”. Sí, claro, para esta tontería por la que cobras la guardia como yo.
Personalmente, por suerte hasta ahora no he sido asidua de Urgencias, ni yo ni gran parte de mis allegados, pero sí es un tema que me toca bastante la moral, por ambos lados, porque difícil solución le veo.
Tuve un compañero de piso médico, que estaba en Urgencias, y oyéndolo a él y a sus amigos (que estaban en otras especialidades), viendo la cantidad de trabajo que tenían y en qué condiciones atendían a veces (trabajo acumulado, sin pausas ni para comer, ni casi para respirar),se me caía el alma a los pies de ver que un colectivo tan importante y en el por regla general, cuando estás con mucho dolor, confías ciegamente, tenga esas condiciones de trabajo.
Por otro lado, desde el punto de vista de los pacientes, también entiendo que frusta muchísimo ir con algo más o menos grave y tener que sentarte en una silla a esperar horas, mientras otras personas que aparentemente tienen algo menor pasan delante de uno (aparentemente, porque no soy médico y aunque parezca que no tienen nada, igual están gravísimos, eso no lo pongo en duda).
Pero también me parece que hay quien abusa del sistema, como las personas que por no perder una mañana o un día en el trabajo, se van a Urgencias con una gripe (ojo, no digo en el caso de que tarden siglos en dar cita en atención primaria: en un pueblo que conozco, el tiempo mínimo para que te atienda el médico de cabecera suelen ser 2 semanas), si no por su “comodidad”. O aquellos que se creen que Urgencias es un lugar donde hay especialistas a los que pedir opinión sobre problemas menores. Ejemplo real: mi padre, estando en Urgencias, por suerte nada grave, durante la espera comenzó una conversación con la persona que tenía al lado. Esta le contó que le molestaba algo en la rodilla, que venía de Urgencias del hospital de al lado y que ahora estaba en ése para ver si lo que le decían era lo mismo o le contaban otra cosa. Me parece simplemente increíble e intolerable, porque con cosas así, nos vemos todos perjudicados, se colapsa urgencias con temas que no son urgentes, y los que van con necesidad, se ven sumergidos en horas de espera.
Todo eso, claro está, dejando aparte que, como en todos lados, te puede tocar un médico, enfermera, lo que sea, de peor carácter o con menos ganas de hacer su trabajo. Pero estos, por suerte, son la minoría.
Saludos!
Yo he vivido en mis carnes una guardia en la que venían la gente con sus padres o abuelos “que está estreñío desde hace cuatro días y lo traigo a esta hora porque sé que es la más tranquila en Urgencias”. He vivido que alguien venga “con unas analíticas del médico de cabecera para solicitar una segunda opinión”. O el chico que vino a las 3 de la mañana por una picadura de mosquito. ¿Y qué decir del que vino porque en su Centro de Salud tardaban una semana en ponerle una vacuna y la quería YA? Eso sí, la culpa de que Urgencias esté saturada es de los médicos, porque no trabajamos lo suficientemente rápido…
De ir yo como paciente a urgencias no tengo anécdotas.
Pero sé que ha ido gente porque tenía «cosas blancas en la cabeza» que resultó ser caspa —se puede imaginar el cachondeo de los de urgencias ante ese caso, preguntándose luego entre ellos por «el caspólogo de guardia». Y de inmigrantes sin papeles que en la búsqueda de algún papel que acredite que han estado aquí han acudido a urgencias inventándose dolencias, y que tras varias pruebas y tiempo perdido por el personal del hospital en ellos, una vez han tenido el papelito se han levantado y se han marchado diciendo que ya se les había quitado el dolor.
Aunque siempre habrá urgencias curiosas como uno que se había tragado una cuchara sopera cenando, u otro que acudió de madrugada con una especie de grillo enganchado dentro del oído.
La ignorancia de la población del concepto de la palabra urgencia es preocupante, y cara.
Un saludo.