Entre mis blogs favoritos está el de Amalia Arce, una pediatra que cuenta las cosas con mucho tino y sencillez. Sus posts me encantan y a veces son fuente de inspiración para los míos, porque lo que le ocurre a esta “niñóloga” lo puedo extrapolar a lo que me ocurre a mí con mis pacientes, más “talluditos”

Hace poco hablaba ella de los pacientes hiperfrecuentadores. Se denomina así a los pacientes que cuando ves aparecer su nombre en la pantalla del ordenador se enciende el pilotito rojo en tu “silebro” y piensas “ese nombre me suena…”. Echas un vistazo y sí, en los últimos 2 meses ha acudido 26 veces.

Hay dos tipos de pacientes hiperfrecuentadores: los abusadores y los frecuentadores por necesidad.

Los abusadores son aquéllos que van cada dos por tres, por los motivos más diversos, negándose a acudir a su médico de Atención Primaria porque “en el hospital me hacen más cosas”, “quiero que avise al especialista de guardia para verme YA”, “yo pago impuestos y quiero lo mejor, así que pídeme una radiografía”, o simplemente sufren ansiedad ante el más mínimo síntoma o la “lentitud” de resolución de éstos, encontrándote con que no ha pasado ni 24 horas desde que se les dio el alta en Urgencias y vuelven porque “me he tomado una pastilla y no me ha hecho efecto”. Es que no ha dado tiempo a que te haga efecto…

Los frecuentadores por necesidad son los que acuden porque tienen una enfermedad difícil de controlar, una patología que se descompensa cada dos por tres, como un asma o una insuficiencia cardiaca rebeldes al tratamiento.

¿Cómo lo veo yo desde la consulta cuando estoy de guardia en puerta? Al ver que un paciente ha venido muchas veces me lo tomo con prudencia, es fácil pillarse los dedos con un paciente así. Miro por encima los informes anteriores, para saber por qué ha acudido tantas veces y, aunque tenga claro que es un hiperfrecuentador abusador, tengo paciencia y prudencia. ¿Por qué? Porque eso es el cuento de Pedro y el lobo, van muchas veces por motivos banales o que no justifican ir a Urgencias en vez de a su Centro de Salud, se les advierte que de tanto mencionar al lobo algún día se pueden topar con un compañero que no les preste atención o un clasificador en la consulta de triage que les plante el valor más bajo de la escala porque “otra vez el pesaíto ése”…y ese día, mira tú por dónde, tiene algo serio, algo que requiere atención urgente de verdad. Por desgracia no me invento ese ejemplo, ha ocurrido en mi hospital y me consta que en otros ha habido sucesos similares.

¿Cómo véis vosotros ese tema como pacientes o profesionales de la Salud?

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16 opinaron sobre “Los hiperfrecuentadores de Urgencias

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  2. Bueno se podria ver con filosofia (e ironia): si hay gente que va tanto sera porque dais un buen servicio :D

  3. La hiperfrecuentación no es un problema médico es un problema de gestión. Es decir que no es un problema que tengan que resolver los médicos, sino los gestores. Es decir, esos que siempre están mirando para otro lado, o que sólo miran al médico (confunden gestión médica con control del médico).
    En algunas compañías privadas ya se está llevando un control exhaustivo de los hiperfrecuentadores. Pacientes que se hacen dos o tres resonancias magnéticas con tres especialistas distintos a los que van a ver en la misma semana. Cuando tienen que autorizar la prueba, miran en el ordenador si el paciente ya se ha hecho la misma prueba en un periodo corto de tiempo y avisan al médico por si la prueba que solicitan es distinta de la que ha pedido el colega. El seguimiento también es hacia el paciente, al que avisan de que no se puede realizar la misma prueba con dos médicos distintos.
    Es decir, que si los gestores se implicaran con los pacientes hiperfrecuentadores y los llamaran, para preocuparse de verdad por ellos (no quiero decir que los llamen al orden, sino que reconozcan el problema), quizá se iría resolviendo el problema.
    Pero, ¡quita!, los gestores están preocupados con otro tipo de problemas, para que se van a meter a resolver problemas de gestión…
    “El médico, el médico, el médico es que el que tiene la culpa de todo. ¡Hay que controlar más al médico”, es su grito de guerra. Es el grito que le da más votos…

    • Ains…has puesto el dedo en la llaga. A mí me han llegado pacientes intentando meterme la trola para hacerse una radiografía cuando tenían otra de hace cuatro días…y luego me reconocen que es “para ver si ya se me ha bajado la pulmonía”. Tengo compañeros que proponen penalizar a los hiperfrecuentadores abusivos cobrándoles un euro por asistencia médica…

  4. Me he acordado de esta entrada al leer esta noticia de hoy. No dicen el nombre del centro, pero son las urgencias del hospital universitario Virgen de la Victoria. Lee los comentarios de la gente, toda una sorpresa (más apoyo y sensatez hacia los médicos de lo esperado). Lamentablemente entiendo también el comentario de Soraya al principio. Por algún motivo que no alcanzo a comprender, en Marbella y Málaga o vas a un ginecólogo privado o te puedes morir del asco. La última vez que fui al hospital por mí en España fue precisamente con un pase urgente para ginecología que me había dado mi médico de cabecera (a la tercera visita por lo mismo)… y que si quieres arroz, Catalina.

    • En todas partes cuecen habas, en algunas parece que un poquito más. Urgencias es el embudo, el coladero en el que se pagan todos los pecados del sistema sanitario, todos los fallos, todas las carencias.

  5. Siempre hay que descartar organicidad. Siempre. Siempre. Porque no es justo que alguien se etiquete como neurótico hipocondriaco sin serlo. También hay que educar. Yo siempre digo a mis pacientes que, por ejemplo, ante una amigdalitis con criterios de antibioterapia (de esas raras), no pienso cambiar el antibiótico hasta que pasen por lo menos tres días. A las epístaxis, les enseño a actuar en casa en caso de recidiva. Todo esto reduce la frecuentación.

    • Muy buena idea la que apuntas. Eso empecé a hacerlo cuando llevaba unas cuantas guardias y comprobé que muchos acudían a Urgencias porque “no sé qué hacer en estos casos”,por lo que viene bien esos pocos minutos explicando y educando :)

  6. Ya, bueno, lo que sucede es que los centros de salud no sirven absolutamente para nada. En mi caso, con el niño pequeño que tengo siempre es lo mismo: primero lo llevamos al médico de cabecera y bien es que no son capaces de hacer nada al respecto de lo que le sucede excepto esperar o dar hora para el especialista, bien hay que llevarlo a reglon seguido a urgencias a que le hagan rápidamente más pruebas.

    • Al leer tu comentario me entran unas cuantas dudas: ¿tienes un médico de cabecera que no te ofrece soluciones al problema de salud de tu hijo, demandas una serie de pruebas porque tú crees que son necesarias aunque tu médico te diga que no es así, carece tu médico de cabecera de medios para atender ese problema en concreto y por eso te deriva al especialista? No todo se arregla con decir que los Centros de Salud no sirven para nada :)

  7. Yo soy enferma crónica, tengo esclerosis múltiple recurrente remitente.
    Este año he ido dos o tres veces por urgencias, y de cada vez por un esguince diferente! jajajaja
    Claro, estoy empezando a perder el equilibrio, y ¡es lo que hay!
    Eso si, siempre acudo primero o a mi médico de cabecera o al servicio de urgencias de mi centro de salud.
    A mi médico especialista si es sobre mi enfermedad… Los cauces normales.
    Pero conozco a alguna gente que en vez de ir a la farmacia y comprarse una tira reactiva de embarazo de la marca “X” o no comprársela y esperar tres días a ver si han acertado o no, se van por urgencias para que le hagan analítica y les digan si están o no embarazadas!
    En este caso que comento, por ejemplo, me dan ganas de abofetearlas! ¿no se dan cuenta que en el servicio de urgencias hay un montón de enfermos?
    Si están embarazadas se exponen inutilmente a un contagio de cualquier cosa ( es que hay gente que es tan bruta que va a urgencias cuando están enfermos y es urgente!!!!!! ) y si no están embarazadas lo mismo, se están exponiendo inutilmente a un contagio, en vez de quedarse en casita tan tranquilas y esperar para saber una cosa que es seguro que van a tener confirmación en un espacio de tiempo relativamente limitado.
    Casos como este, de abuso del servicio de urgencias, los hay a cientos, y mira que es sencillo esperar un poquito para ir al médico de cabecera, o si consideras que el asunto es urgente, no acudir directamente a las urgencias hospitalarias, sino primero a las urgencias de tu centro de salud de referencia!!!
    De verdad que os compadezco, médicos y demás personal sanitario. En ocasiones algunos pacientes “abusan” de los servicios de urgencias ( que hay que ser tonto, nunca he estado en uno en el que saliese antes de cuatro horas!) y aún encima se pondrán tontos con eso de que sus impuestos pagan….. uffffffff pagan tantas cosas!
    Besotes, y muchas gracias por vuestra labor

    • Tu caso es un ejemplo de hiperfrecuentadores por necesidad. Precisamente a uno que tiene que ir porque no tiene otro remedio le da más rabia ver a los que van por abuso :)

  8. A ver, poniendo por ejemplo un caso concreto de enfermedad leve que acaba en urgencias. Al niño le salen dos ampollas en un dedo. Aparentemente son la clásica ampolla que crearía una rozadura de zapato. El medico de cabecera le diagnostica una reacción alérgica a la vacuna de la varicela que se había puesto hacía dos semanas y prescribe no hacer nada. Al cabo de unos días le salen dos más. En la siguiente vista le prescribe neomicina tópica. Pero las ampollas siguen creciendo hasta que finalmente una se le revienta y se le infecta. En la cura que le hace una enfermera deciden aplicarle sulfadiazina de plata. A la semana siguiente las ampollas se le extienden a otros dedos y la madre decide llevar al niño a urgencias donde otro médico le diagnostica impétigo y le receta mupirocina con lo cual las ampollas empiezan a desaparecer rápidamente. Resultado neto: dos semanas el niño con ampollas, dos visitas al médico de cabecera y una visita a la enfermería para acabar igualmente en el hospital. Y lo que sucede es que no es un caso especial, ni con un médico concreto, sino más bien lo que sucede típicamente para cualquier enfermedad que no se trate con antinflamatorios y antibióticos comunes. La más gorda de todas fue una vista a mediodía porque tenía crisis de ausencia y unas petequias. El médico dijo que era un efecto secundario de algún tipo de virus. A las cinco de la tarde de ese mismo día al niño le dio un inusual infarto cerebral en toda regla (el cual afortunadamente no le ha dejado ninguna secuela) ¿todavía es de extrañar que la madre salga corriendo a urgencias cuando le sale un simple grano?

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