Ayer se podía leer en diversos periódicos que el ministro Gallardón quiere reformar la actual Ley de Interrupción del Embarazo. La polémica es más vieja que el hilo negro. Cada nuevo Gobierno quiere enmendar la plana al anterior, tocando asuntos delicados para la sociedad.

Los cambios a realizar serían:

- Sustituir el sistema de plazos actual por un sistema de indicaciones. Hasta ahora la ley establece que una mujer puede abortar sin dar explicaciones hasta la semana 14 de embarazo. Con esta modificación se vuelve de forma parcial a la situación en la que estábamos en 1985, en la que se podía abortar en caso de violación, malformación fetal y peligro físico o psicológico para la madre.

- Documentar bien el peligro físico y psíquico para la madre. Gallardón afirma que el peligro para la madre no debe ser una excusa, por lo que deberá documentarse fehacientemente. Aquí tendrá que hilar fino e indicar bajo qué supuestos se podrá considerar que existe ese riesgo.

- Prohibir el aborto por malformación fetal. Uno de los puntos más controvertidos, ya que no supone lo mismo para un recién nacido un labio leporino o una malformación cardiaca que se pueda solucionar posteriormente en un quirófano que un síndrome de Down o un síndrome de Patau, por ejemplo.

- Regular la objeción de conciencia de los médicos. No he encontrado en ningún periódico datos acerca de esta modificación, por lo que no puedo opinar.

- Eliminar la posibilidad de que las menores de 18 años puedan abortar sin autorización de sus padres. Esto plantea algunas dudas a los médicos, ya que por ejemplo en Andalucía se establece la mayoría de edad sanitaria a los 16 años.

Quizá Gallardón olvida que para una mujer abortar no es como ir a tomar café. No siempre se aborta porque no se usó un método anticonceptivo o por capricho. Un aborto es una medida invasiva, agresiva, que si no se realiza con las debidas condiciones de higiene y seguridad puede suponer un riesgo para la vida de la mujer. Imagino que él no habrá visto “El secreto de Vera Drake” y, por tanto, no haya podido captar uno de los mensajes de la película: la mujer que quiere abortar, aborta aunque sea de manera clandestina y peligrosa. ¿Que la ley es muy restrictiva y no le permite ir al hospital o a una clínica privada? Puede recurrir a otros métodos o viajar al extranjero para abortar como antaño.

Echo en falta por parte de este Gobierno campañas de educación sexual eficaces para prevenir embarazos indeseados (cualquiera que haga guardias durante un par de meses en Urgencias Generales o Ginecología puede comprobar que no hay tanta formación al respecto como parece). No he leído nada objetivo y específico acerca de las medidas que ofrecen para llevar adelante el embarazo y cuidar posteriormente de ese hijo con malformación. Imagino que retirarán de las carteras de servicios de los hospitales muchas pruebas diagnósticas prenatales, ya que no cambiarán la actitud clínica (se continuará con el embarazo de todas formas) y no será por tanto una medida costo/efectiva (¿se harán en clínicas privadas?). Echo en falta una prevención primaria y un apoyo posterior, medidas quizás más eficaces y efectivas que meterse de lleno en una reforma de este tipo.

Dice a menudo mi abuela que ciertas cosas hay que verlas muy cerca para entenderlas. Con gusto le prestaría una bata a algunos políticos y les pondría a pasar consulta un par de meses en Pediatría o en Ginecología. O, simplemente, en Atención Primaria. Quizás cambiaría su forma de ver las cosas

Facebook Twitter Email

8 opinaron sobre “Nueva reforma de la ley del aborto, vieja polémica.

  1. Este tema me mosquea especialmente. Ninguna mujer aborta por “vicio”, como quizá les gusta pensar a ellos y restringir el acceso al aborto sólo provocará un aumento de los abortos clandestinos. Conozco a varias mujeres que han hecho éso último y es lo peor que le puede ocurrir a una mujer. Lo peor.

  2. Jenny, Exacto, ninguna mujer va a abortar como la que va a tomar café, es un mal trago. No he tenido la experiencia cercana de un aborto clandestino, las historias que conozco no son de primera mano pero ponen los pelos de punta de igual manera. Me preocupa esa actitud de “Papá Estado” que vela por nosotros, es paternalista y restrictiva a más no poder.

  3. Una preguntilla. Tenia una amiga farmaceutica que a parte de contar historias de terror de adolescentes con una tenia dentro que no se la querian quitar por no engordar, me conto que la pildora del dia siguiente era mas o menos como una sobredosis de pildoras anticonceptivas. ¿Es verdad? ¿Eso es bueno? Me refiero a tomar una de esas cada fin de semana, por ejemplo, que me contaba que habia chicas que iban todas las semanas varias veces (se ve que ponerse un condon es dificil)

    En cuanto al aborto, lo triste es que en este tema a la hora de hacer las leyes no decidais los medicos. La ley de ahora no salio del Ministerio de Sanidad, si no del de Igualdad, y el partido A la uso para meterle el dedo en el ojo al partido B y ahora el partido B hara lo propio. Lo malo seran la cantidad de niños con malformacion que naceran hasta que vuelvan a alternar los partidos en el gobierno, que eso no se arreglara en cuatro años…

  4. Jubete, grosso modo podríamos decir que sí, es como una sobredosis de píldora. Tiene sus indicaciones concretas y como todo fármaco, tiene sus riesgos y sus beneficios. Habrá quien no lo use nunca, quien lo use una vez en la vida y quien abuse, hay de todo.Muchas veces el problema es la desinformación (¿dónde están las campañas de educación sexual?), el “boca a boca” y la búsqueda en Internat “porque ahí está todo” sin saber realmente dónde buscar e informarse verazmente.

    No es el único tema en el que no cuentan con los médicos. El anteproyecto de ley sale el mes que viene, hasta entonces no sabremos lo lejos que quieren llegar ni cómo se lo plantean.

  5. Pingback: Esceptica | Fugaces 22/04/13

  6. Los colectivos que defienden la actual ley de plazos, coinciden en que una mujer que desea abortar no renuncia a sus intenciones, por lo que una norma regresiva abocará a las mujeres con capacidad económica al «turismo abortivo», mientras que aquellas sin recursos usarán métodos clandestinos que pueden poner en peligro su salud.

  7. Opción libre de la mujer en las primeras 10 semanas del embarazo. Peligro salud o vida mujer, en las primeras 12 semanas. Criminología, en las primeras 16 semanas. Cuando existen motivos ciertos para prever que el feto sufrirá, con carácter incurable, una enfermedad grave o una malformación congénita, en las 24 primeras semanas. Cuando el feto es inviable, se puede realizar en cualquier momento.

  8. Apenas cuatro países se rigen por un sistema de supuestos: Polonia, Chipre, Reino Unido y Finlandia. En este último, donde el Estado cubre los gastos de la intervención (salvo las tasas), las mujeres pueden abortar hasta la semana 12ª de gestación si seguir adelante les puede suponer “una carga”. En Chipre no hay límite de tiempo para abortar. Allí, además de los supuestos de violación, malformación del feto y riesgo para la salud de la madre (físico o mental), existe opción de abortar si llevar a término el embarazo puede “perjudicar socialmente a la mujer o a su familia”. La paciente necesita el dictamen de dos médicos para aprobar la intervención.

Los comentarios están cerrados.