(Nota: el blog, hasta ahora, estaba inactivo. Para contestar a los correos que me han llegado preguntándome por la especialidad, escribo este post para así contestar a todos a la vez, responder a preguntas en público y facilitar las cosas)

Si has sobrevivido al examen MIR, enhorabuena. Ahora estás en esa etapa en la que se recupera vida social, se duermen 8 horas sin sobresaltos, te planteas grandes hazañas como sacarte el First Certificate o el carnet de conducir (minucias al lado de lo que acabas de superar), te pones al día con todas las series que te recomendaron en su momento tus amigos…y empiezas a realizar el tour de hospitales planteándote qué quieres ser el día de mañana.

¿Quieres ser hematólogo? Aquí te indico algunas razones para enamorarte de esta especialidad:

1. Es una especialidad muy completa, tiene una parte de laboratorio muy desarrollada y otra parte clínica. Es cierto que el 75% o más de la especialidad está orientada a lo oncológico: linfomas, leucemias, mielomas…pero también hay otra parte de anemias, alteraciones de la coagulación, inmunohematología y Banco de Sangre, terapia celular…

2. Si te gusta el microscopio, ésta es tu especialidad. Ver la morfología de los distintos componentes de la sangre al microscopio, diferenciar entre blastos, linfocitos activados, monocitos, ver por fin los dichosos esquistocitos de los que te hablaban cuando te enseñaban lo que era una anemia hemolítica, visualizas aspirados de médula ósea al microscopio identificando los distintos estadíos madurativos de los componentes sanguíneos…

3. Si te gusta el laboratorio, te encantará saber que un hematólogo debe sumergirse en el mundo de las PCR, la FISH, la citogenética, la inmunohematología con sus grupos sanguíneos, anticuerpos regulares e irregulares, las técnicas de dosificación de factores de la coagulación…

4. El hematólogo tiene una gran parte clínica. Es cierto que la mayoría corresponde a la oncohematología, pero como apuntaba más arriba hay vida más allá de las leucemias. La Trombología engancha mucho, lo mismo para estudiar las trombofilias que para dedicarse a los pacientes hemofílicos. Los nuevos anticoagulantes orales le están dando un impulso a esta parte de la especialidad y hay mucho que aprender e investigar sobre ellos. En inmunohematología tenemos mucho que decir. Las talasemias las vemos y tratamos nosotros, así como otras anemias.

5. Es una especialidad con una parte de investigación clínica muy fuerte, muy desarrollada. En este punto aconsejo buscar un hospital en el que se investigue mucho y bien, sobre todo de cara a una posterior tesis doctoral.

6. Es de las pocas especialidades que integran la realización de trasplantes…y sin ser cirujanos. Pensadlo: ¿quién realiza un trasplante de órgano sólido? ¿Quién realiza un trasplante de células hemopoyéticas de sangre periférica o de cordón umbilical? ¿Quién maneja luego los inmunosupresores y la enfermedad injerto contra huésped aguda o crónica?

7. Esta especialidad exige que estés especialmente preparado para afrontar infecciones en inmunodeprimidos, alteraciones de electrolitos, enfermedades venoclusivas hepáticas, microangiopatías trombóticas, que tengas muy claro el manejo de un paciente en situación paliativa, un manejo exquisito de los diferentes analgésicos, que sepas estabilizar un paciente en situación de sepsis o shock séptico…

Elijáis esta especialidad u otra os deseo suerte, que os enamoréis de lo que estáis haciendo y lo disfrutéis. Y recordad: más vale 39 años felices que 40 amargados.

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