Tenemos a los omega 3 hasta en la sopa. Todo es bueno si incorpora omega 3. Hasta en los huevos y la leche nos encontramos a los dichosos omegas ésos. Hay que comer mucho salmón y mucha lubina porque les sale el omega 3 a chorros por las escamas. Porque son buenísimos. Bajan el “coleteró”. Hasta te hacen el colacao si hace falta, qué buenos los omegas. Sin embargo, si cogemos un micro y se lo plantamos ante cualquier viandante en pleno centro de cualquier ciudad, preguntándole “Oiga, “mirusté”, ¿sabe qué son los ácidos grasos omega 3″? la mayoría balbuceará o responderá como mucho que son unas sustancias muy buenas para el colesterol y esas cosas. Y punto.
Para entender que són los ácidos grasos omega 3 hay que ir de lo grande a lo pequeño. Sabemos que en nuestra alimentación podemos encontrar grasas, hidratos de carbono y proteínas. Yéndonos a las grasas, nos encontramos con un grupo de ellas que están formadas por ácidos grasos. ¿Que esto no os dice nada? Vale, os cuento otra cosita más: esas grasas formadas por ácidos grasos son saponificables, vamos,que con ellas os podéis pegar el rollo ecologista en casa y haceros vuestro propio jabón con el aceite sobrante de freír croquetas.Con las grasas que no tienen ácidos grasos no podéis hacer eso.
Vayámonos a un nivel más básico, más elemental de la estructura de estas grasas. Los ácidos grasos son una fila de átomos de carbonos, unidos unos a otros con un enlace. Imaginaos las cuentas de un collar. Pues bien, esos átomos de carbono tienen, además de los enlaces por delante y por detrás para sujetarse a sus compañeros, dos enlaces a los lados para que se les fijen dos átomos de hidrógeno, uno a cada lado. Os pongo una foto para que os situéis:
Si os fijáis bien en la foto, nos encontramos dos tipos de ácidos grasos. Los primeros, los saturados, tienen a todos los átomos de carbonos “ocupados”, cada uno tiene sus dos átomos de hidrógenos que no se van ni con agua caliente. Los segundos, los insaturados, tienen algunos enlaces libres. ¿Ventajas que tienen los ácidos grasos insaturados frente a los saturados? Que pueden combinarse con facilidad con otras moléculas en el organismo y en el proceso de digestión se pueden romper en moléculas pequeñas y atravesar con facilidad la pared de los vasos sanguíneos para ser transportadas a donde sea necesario. Los ácidos grasos saturados no pueden romperse con esa misma facilidad y tienden a quedarse acumulados en las paredes de las arterias en formas de placas, contribuyendo al proceso de aterosclerosis.
Las grasas constituidas por ácidos grasos insaturados son líquidas a temperatura ambiente y las constituidas por ácidos grasos saturados son sólidas a esa misma temperatura. Hallamos ácidos grasos insaturados en el aceite de oliva, de girasol, aceite de pescado. Hallamos ácidos grasos saturados en el tocino que vuestra abuela le echa al puchero.
Después de soltar todo esto, vamos al turrón, a lo que nos interesa, a los omega 3. Veréis: en esa larga cadena de átomos de carbono unidos unos con otros, cuando uno de ellos no tiene adosados átomos de hidrógeno, utiliza el enlace que ha quedado “cojo” o “suelto” para unirse a su átomo de carbono vecino, formando lo que se llama doble enlace. Puede ocurrir que una cadena tenga un único doble enlace, pasando a ser un ácido graso monoinsaturado, o más de un doble enlace, llamándose así ácido graso poliinsaturado. Dentro de los ácidos grasos poliinsaturados nos encontramos a los dichosos omega 3…que se llaman así porque…redoble de tambores…cuando comienza esa cadena de átomos de carbonos, contamos los carbonos “uno, dos, tres” y el 3º átomo de carbono es el primero que tiene ese doble enlace, uniéndose de esa manera al 4º carbono.
Imagino vuestra cara. ¿Para esto tanto rollo y tantos carbonos? Pues sí. Además de ese doble enlace para unirse al 4º carbono, los omega 3 tienen una serie de propiedades beneficiosas como, por ejemplo,minimizar la inflamación asociada a ciertas enfermedades reumatológicas o disminuir la probabilidad de sufrir una trombosis o un tromboembolismo. Además, se está estudiando su efecto beneficioso a nivel neurológico para mitigar depresiones y a nivel general como moduladores del sistema inmune.
Otro día os doy la murga con las grasas trans, que no todas las grasas vegetales son sanas-sanísimas. Hoy por lo menos podéis dormir tranquilos, si os plantan un micro en la nariz y os preguntan qué son los omega 3 sabréis contestar. Y el quesito del Trivial os lo lleváis también.