El salmón en papillote es quizás una de las recetas más sencillas y sabrosas que conozco, con éxito asegurado cuando tienes invitados inesperados y les quieres ofrecer una cena “con glamour“. Si le añadís unas papas a la portuguesa, ni os cuento.

Hace poco me preguntaron por el salmón transgénico, si sería capaz de comerme uno. Respondí que sí, que no veía el problema. Me replicaron que no estaban muy seguros de en qué consistían esas modificaciones, en qué afectaban al propio salmón, a los humanos, al medio ambiente y sus consecuencias.

En Junio de este año se habló mucho del salmón transgénico, el primer animal que se modifica genéticamente y se destina al consumo humano. La empresa productora, AquaBounty, anunció que había grandes progresos en los estudios que se estaban haciendo y que esperaban que la FDA diera el visto bueno para su comercialización y consumo. Por contra, las asociaciones de consumidores pidieron que se etiquetara ese salmón dejando claro que era transgénico y dudaban de su seguridad para el consumo humano.

Para conseguir ese pez tan grande, se ha cogido un salmón atlántico y se le ha insertado un gen del salmón real, gen que regula la producción de hormona del crecimiento. De ese modo tenemos dos salmones, A y B, el salmón A es el de toda la vida, el salmón B es el modificado. Ambos comen lo mismo, ambos crecen, el salmón B lo hace en mayor proporción por producir más hormonas del crecimiento. No hay más cambios aparte de ése, sin que cambien sus características biológicas. Además, se cuenta con una ventaja que quizá los que se oponen a este animal no han tenido en cuenta y es la facilidad de crianza de un pez en piscifactoría, requiriendo menos tiempo para su crecimiento y mayor disponibilidad de él, con lo que disminuye la pesca de salmones salvajes.

Alegan los que están en contra que se modifica el ADN. ¿Y? Que se haya dado una mutación controlada en ese pez no indica que nosotros, los humanos,vayamos a sufrir una mutación de nuestro propio ADN, no es un proceso tan sencillo. Afirman también los detractores que al comernos esa rodaja de salmón transgénico nos comemos también sus hormonas. Razonando esto podemos pensar que en caso de comernos sus hormonas y que éstas no hayan sido modificadas durante el proceso de cocinado, es una cantidad escasa para producir alguna reacción en nuestro organismo, con lo que sigo sin ver los supuestos perjuicios.

Otro de los motivos que se aducen para rechazar al salmón transgénico es que puede provocar alteraciones en el medio ambiente si alguno se escapa del criadero y termina mezclándose con los salmones salvajes. Pues bien, si pensamos detenidamente en este punto observamos que esos salmones no son más voraces, no compiten con otros por la comida en superioridad de condiciones, su única ventaja es ser más grande comiendo lo mismo.

Por último, un argumento en contra que no comparto: que un salmón transgénico puede provocar más alergias que un salmón normal, ya que los pescados y mariscos son de los alimentos que más alergias alimentarias producen. No estoy de acuerdo, ¿cuál es la base fisiológica para asegurar esto? Que un pez produzca más hormona del crecimiento no está en consonancia con un aumento de sus alergenos, así que no veo la relación.

En cuanto al salmón en papillote y las papas portuguesas, es bien fácil: coged un trozo de papel de aluminio, poned la rodaja de salmón con un poquito de sal; si a alguien le gusta, le puede echar un poquito de salsa de ajo, aceite, limón y perejil para después envolverlo bien, haciendo un paquetito. Ese paquete se pone en una plancha o sartén, vuelta y vuelta 7 minutos por cada lado para que quede bien jugosito, se saca, se deja enfriar un poco y se abre el paquete. Ideal para cuando no se quiere ensuciar apenas o la cocina es pequeñita o americana. En cuanto a las papas, se cogen unas cuantas que sean pequeñas, se lavan, se pinchan varias veces con un tenedor y se meten en el microondas en un recipiente, unos 15-20 minutos según os gusten de tiernas. Se dejan enfriar. En una sartén se derrite un pegote de mantequilla, se le añade sal y pimienta. Se cogen las papas, se les da un puñetazo suave para dejarlas chafadas y se pasan por la sartén. Rico, rico, rico…

Entrada basada en ésta de “For the sake of Science”. Las recetas son de transmisión oral familiar, desconozco su procedencia exacta.

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Nota:todo lo que cuento aquí está simplificado al máximo y resumido. Para dudas y puntualizaciones, los comentarios ;)

Hace poco me enteré por el twitter de Shora de la historia de dos niñas siamesas unidas por el pecho y compartiendo un mismo corazón. Emma y Taylor Bailey necesitan ser separadas, ya que el corazón que comparten no puede más con la carga que supone bombear para dos cuerpos. Sin embargo, las dos no pueden sobrevivir y ahora les toca a los padres decidir quién sobrevive y quién no. La pregunta que suelen hacerse muchas personas al leer una noticia así es por qué se dan casos de siameses, cómo se forman. Para ello nos viene bien echar mano de la Embriología y empezar casi por el principio de los tiempos, cuando un espermatozoide se enamora de un hermoso ovulito…

De óvulo recién fecundado a mórula

Cuando el óvulo es fecundado, éste empieza a dividirse en 2 células, luego en 4, etc, hasta llegar en el 4º día post-fecundación a tener unas 30 células agrupadas que forman una mora (fase de mórula). Las células centrales de esa morita dan posteriormente lugar al embrión y las externas son las que se encargan de formar la placenta. Todo muy organizado y bien medido. En el caso de los gemelos, pueden ocurrir dos cosas: que haya dos óvulos en ese momento y sean fecundados por dos espermatozoides diferentes o que tras la fecundación y mientras se forma la mórula haya una división y se formen dos nuevas mórulas, cada una de las cuales evolucionará para dar lugar a un feto, pudiendo compartir una misma placenta o no pero con dos cordones umbilicales, uno para cada feto. En este segundo caso, puede ocurrir que algo salga mal, la división no sea completa y las dos mórulas queden pegadas, pudiendo quedar ambos embriones fijos por un punto, sea por la cabeza, por el tórax en su parte anterior, por la espalda, la pelvis, etc. No es algo frecuente, en la Wikipedia afirman que se da en uno de cada 200000 recién nacidos, aunque parece ser que se da más en la raza negra, 1/14000 . El sitio por el que estén unidos dependerá del momento en el que comenzó esa división extra que se quedó incompleta.

¿Pueden los futuros padres saber si sus retoños son siameses? Sí, mediante una ecografía, por ejemplo. ¿Es necesario separarlos? En algunos casos, como el que comentaba al principio, sí, por ejemplo porque compartan algún órgano y éste sea incapaz de cumplir sus funciones bien, abasteciendo a dos cuerpos.

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Negro albinoUna pregunta que nos hacemos muchos estudiantes cuando estamos estudiando el albinismo es cómo debe ser un negro albino, algo que a primera vista es contradictorio, alguien con los rasgos de una raza que se caracteriza por una pigmentación intensa y carece de ella.

En África se considera a los albinos como seres malditos a los que se teme y evita. Son excluidos en sus comunidades, viviendo apartados y relacionándose sólo entre sí, procreando nuevos albinos y dando lugar a que el albinismo sea más frecuente en África que en Europa. Cuando se estudió la etiología del albinismo, se vió que se producía un fallo en el gen que codificaba una enzima llamada tirosinasa. Esta enzima es fundamental en la vía de formación de la melanina, el pigmento que nos da color. Al no funcionar la tirosinasa, no se forma melanina. Ese gen defectuoso se hereda de forma recesiva. ¿Esto qué quiere decir? Recordemos a Mendel y sus guisantes: todos tenemos 46 cromosomas, 23 heredados de papá y 23 heredados de mamá. En esos cromosomas hay muchos genes, cada uno con el “código de instrucciones” para dar lugar a algo. En este caso, tenemos dos genes, uno de nuestro padre y otro de nuestra madre, con la receta para fabricar la tirosinasa. Al heredarse el gen defectuoso del albinismo de manera recesiva, si heredamos un gen defectuoso y otro normal, no nos ocurre nada porque el normal es “dominante” y no deja que el defectuoso se salga con la suya y se dé el albinismo. Esa persona, con un gen defectuoso y el otro normal, es portadora, pero no padece la patología. Sin embargo, si heredamos ambos genes defectuosos, manifestamos el albinismo de un tirón. ¿Qué ocurre con los negros albinos? Pues que todos, evidentemente, tienen la parejita de genes defectuosos. Si se aparean y reproducen entre sí, dan lugar a nuevos albinos, ya que no hay ninguna posibilidad de que se “cuele” un gen no defectuoso que sí codifique la tirosinasa. Así, nacen con la morfología característica de su raza, pero sin pigmentación alguna. ¿Y cuáles son los rasgos morfológicos característicos de la raza negra?Además de una intensa pigmentación, nariz ancha, labios gruesos y ligeramente más prominentes que los que posee cualquier persona de raza blanca, pelo muy rizado, frente por lo general algo más abombada y cráneo más alargado.

Y ahí no se acaban sus problemas (ser albinos en un continente tan soleado y donde sus compatriotas tienen una tonalidad de piel totalmente diferente, viéndoseles como los “raros”). Se les persigue y asesina con el fin de utilizar partes de su cuerpo para elaborar pócimas y amuletos en la creencia de que proporcionarán éxito y riquezas. Esta situación se da sobre todo en Tanzania y Burundi, donde existen bandas organizadas que se dedican a a la caza y captura de albinos por los que cobran una buena cantidad de dinero.

¿Esto es todo lo que se va a contar acerca del albinismo aquí en Mondo Medico? Pues no, esto es sólo una curiosidad acerca de este tema, del que ya tendré ocasión de hablar con más detenimiento. Mientras tanto, os aconsejo que le echéis un vistazo a este artículo de Darkrosalina. Puede parecer largo a quien no le apasione estos temas, pero merece la pena y da algunas pistas acerca de esta interesante patología…

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