Por Internet circulan numerosos correos de reenvío, muchos de ellos con powerpoint, que son auténticos hoax, llenos de falacias y falsedades escritas en un tono alarmista mezclado con lenguaje pseudocientífico. Hoy les voy a hablar de un correo que circula por ahí acerca del uso del sujetador y el cáncer de mama.
Empieza la presentación en powerpoint afirmando que “ Durante años, decenas de artículos que estudiaban las causas del cáncer de mama señalaban a una mala dieta y a la falta de ejercicio como los principales culpables de la enfermedad que ha matado al mayor número de mujeres en las últimas dos décadas. Dichos estudios habrían sido creíbles de no ser por mujeres como Linda McCartney, vegetarianas totales y amantes del ejercicio que también fueron infortunadas víctimas del cáncer de mama”. Bien, empieza dudando de los estudios realizados hasta la fecha, realizados por científicos, publicados en revistas científicas independientes con unos criterios estrictos para aceptar la publicación de cualquier trabajo, olvidando que no hablamos de teorías o hipótesis, sino de hechos comprobados y contrastados por diferentes estudios como son la importancia de la dieta y el ejercicio como factores protectores o desencadenantes del cáncer de mama según si se ha llevado una buena dieta completada con ejercicio moderado o no. Otra cosa es que no sean los únicos factores que influyan, sino que también tengan que ver si la mujer ha tenido hijos o no (paridad),la edad a la que tuvo la primera regla (menarquia) y cuándo se le presentó la menopausia, el consumo de alcohol, el uso de anticonceptivos hormonales,antecedentes en la familia, etc. Aludir a personalidades famosas es un rasgo característico de este tipo de correo y en este caso no creo que sea argumento suficiente, con todos mis respetos, decir que porque esa señora murió de cáncer de pecho no se deba creer los estudios sobre las causas del cáncer de mama.
“Quizá el artículo más convincente que haya leído sobre el asunto es el querelaciona al cáncer de mama con el uso del sujetador. En ‘Bra and Breast Cancer Study’ (Estudio de cáncer de mama y el sujetador) delos Estados Unidos, se descubrió que las mujeres con cáncer de mama tenían antecedentes de uso de sujetadores más apretados y por más tiempo que las mujeres que no habían desarrollado (todavía) la enfermedad.” ¿Cómo? ¿Convincente? ¿Basándonos en qué? He buscado ese artículo y me he encontrado con datos curiosos como que no fue publicado en ninguna revista científica, no está indexado en el Pubmed y esa supuesta investigación fue llevada a cabo entre 1991 y 1993 por Singer y Grismaijer, dos antropólogos médicos no científicos. Hace quince años. En todo ese tiempo se ha podido comprobar que el estudio fue mal realizado, tomando como muestra a mujeres de raza caucasiana, estadounidenses, de edades comprendidas entre los 30 y los 79 años que usaban sujetador, sin añadir a ninguna que no lo usara para establecer comparaciones; no se estudiaron otros factores como la dieta, el ejercicio,si fumaban y bebían, antecedentes familiares, historial ginecológico, etc. Simplemente, a Singer se le ocurrió que un sujetador apretado durante más de doce horas podía provocar la compresión de los vasos linfáticos, causando la acumulación de toxinas y el consiguiente cáncer. Al hablar de los vasos linfáticos, cometen otro error. Los vasos linfáticos transportan la linfa, desembocando en los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos se concentran principalmente en el cuello, las ingles y las axilas y forman parte del sistema inmunitario, son el depurador del organismo, diciéndolo de forma simple. Esos vasos linfáticos, al igual que los ganglios, son imposibles de comprimir por el simple uso de un sostén ajustado porque no se encuentran en las zonas más superficiales del cuerpo sino a mayor profundidad, con lo que para aplastarlos haría falta usar un sujetador tan apretado que terminaría cortando la circulación sanguínea y hasta la respiración. Así que no hay tal compresión ni tal acumulación de toxinas “cancerígenas”.
En el correo en cadena se afirma también que “Los sujetadores hacen que los pechos se vuelvan más débiles y esmirriados,porque el pecho se hace dependiente del soporte artificial del sujetador y el cuerpo pierde su habilidad por sostener al pecho por sí mismo”. En esta cruzada anti-sujetador,se añaden más argumentos “de peso” para no usarlo, olvidando que el tejido mamario es en su mayor parte glándulas y grasa, que si no se usa sujetador, del mismo peso del pecho se producen estrías, molestias al moverse o realizar movimientos bruscos al no tenerlo bien sujeto, especialmente si es voluminoso, tensión del tejido de sostén, quedando éste más fláccido y descolgado. Y si no lo creen, que vean los documentales en los que salen las mujeres de las tribus de África y Suramérica que nunca han usado sujetador, no es por su etnia por lo que tienen el pecho así.
Se alude también a la mama fibroquística,diciendo que es otra patología causada por ponerse sostenes apretados, sin explicar que no es una enfermedad sino una serie de cambios benignos que se estudian para descartar que sea una enfermedad de la mama que se confunda con esos cambios. De este modo, diciendo que el uso de sostén apretado favorece la aparición de mama fibroquística y sin explicar en qué consiste, aumenta la preocupación de toda mujer que lea ese hoax.
“¡Muchas mujeres han dejado el sujetador y han dejado constancia de una mejora milagrosa en su salud! La quema de sujetadores ya no es un acto feminista: ahora es una batalla entre la vida y la muerte.” Conclusión de la presentación, donde se afirma de forma exagerada que el sujetador es peligroso para la salud mezclada con el recuerdo de la época de la quema de sujetadores como acto feminista. Aparece también el nombre y la dirección de un supuesto ginecólogo de México, resaltando en mayúsculas su profesión para que no quepa duda, y se recuerda el “deber” de reenviar el correo a toda mujer que se conozca. Cada día los hoax están más y mejor elaborados