Cuando se menciona la palabra esquizofrenia, es común que se asocie a peligrosidad, a locura, al miedo de enfrentarse a un trastorno del que se habla mucho pero no se conoce tanto. Las preguntas que con mayor frecuencia nos hacemos en torno a ella son:
¿Es hereditaria?
Los estudios que se han hecho hasta ahora sugieren que sí, que hay posibilidad de heredarla de los progenitores y que la influencia de la genética es mucho más importante y fuerte que la ambiental, aunque ésta es también necesaria para que se desarrolle. Es decir, que es preciso que haya una predisposición genética, que es el factor más importante, pero también son necesarios factores no genéticos para que se desarrolle.
¿Se padece o se nota desde la infancia?
No, se suele manifestar de los 15 a los 25 años en los hombres y de los 25 a los 35 en las mujeres.
¿Y hay algo que desencadene la esquizofrenia?
No se sabe con exactitud, las últimas investigaciones apoyan la teoría dopaminérgica. La dopamina es una sustancia segregada y utilizada en el cerebro, con múltiples funciones, como la regulación del humor, de la cognición, la actividad motora, por ejemplo. En el caso de la teoría dopaminérgica, se postula que hay un exceso de dopamina que lleva a un desajuste en el cerebro y afecta a las personas genéticamente predispuestas a padecer esquizofrenia. Lo que apoya esta teoría es que sustancias que facilitan la segregación de la dopamina, como las anfetaminas, empeoran los síntomas de la esquizofrenia, y los antipsicóticos actuales que inhiben la segregación de dopamina los mejoran.
¿Cuáles son los síntomas principales o más característicos de la esquizofrenia?
Trastornos del pensamiento, de manera que puede tener ideas de persecución, de grandeza, de estar controlados, de que los demás le leen la mente, de inserción o robo del pensamiento.Incoherencia a la hora de pensar o de hablar, mucha lentitud a la hora de responder en una conversación, ausencia de lógica en lo que dicen.
Trastornos de la percepción, que les lleva a tener alucinaciones auditivas o visuales.
Trastornos de la afectividad, de manera que apenas muestran emociones ante lo que sucede a su alrededor, risas sin venir a cuento, depresión.
Trastornos del movimiento y la conducta,como mutismo, rigidez, posturas rígidas o céreas, apatía, conductas extravagantes o desorganizada, agresividad hacia ellos mismos o hacia los demás.
Trastornos cognitivos, como déficit de atención, problemas de memoria, dificultad de planificación y abstracción.
No se manifiestan todos, pero cualquiera de estos están siempre presentes.
¿Es verdad que los esquizofrénicos son muy agresivos?
No se puede afirmar que sí ni que no; no son personas que sean agresivas, pero sí pueden tener brotes de agresividad.

La esquizofrenia es una de las enfermedades quizá menos conocida por el público en general y más complicadas de entender y diagnosticar. No se puede negar que tiene un cierto estigma social y que la gente suele tener miedo al saber que la otra persona es esquizofrénica, generalmente al pensar que puede ser violenta o tener un brote agudo de violencia, lo cual es bastante raro y si se sigue bien el tratamiento farmacológico y terapéutico, más aún. Recientemente se ha empezado a hablar de la teoría de las neuronas espejo para explicar lo que ocurre en la esquizofrenia, tal como comentó Melesigeni en el anterior artículo. Para saber más de esta teoría, podéis mirar en el enlace que dejó aquí, o en un artículo de Neofronteras, de donde copio el siguiente texto: “La historia de las neuronas espejo es muy bonita. Se observo que ciertas neuronas motoras se activaban cuando se realizaba algún movimiento con los miembros, pero eran igualmente activadas cuando se observaba esa misma acción realizada por otro. Se les llamó neuronas espejo porque imitan acciones que no se están realizando de verdad sino sólo observándose.
El sistema de neuronas espejo permite hacer como propias acciones, sensaciones y emociones de los demás.”

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La esquizofrenia es una patología mental que se trata con frecuencia en Psiquiatría. Es una enfermedad que causa gran alarma en la sociedad, sobre todo cuando se conocen casos de esquizofrénicos que han cometido homicidios o se trata a uno directamente y presenta en ese momento algunos síntomas, siendo el más conocido el de las alucinaciones auditivas, “oír voces en el interior de su cabeza”. En el cine se han podido ver algunas películas sobre el tema, como “Una mente maravillosa“, donde se habla de la vida de Forbes Nash, esquizofrénico que consiguió un premio Nobel, o “El club de la lucha“, que se puede interpretar como un caso de esquizofrenia o como un trastorno disociativo de la personalidad ( personalidad múltiple), por poner dos ejemplos, o también podemos mencionar la novela “El resplandor”, de Stephen King, llevada al cine por Kubrick. Hace poco me topé con un vídeo-karaoke de la canción “Marlene, la vecina del ático“, de Love of Lesbian, donde hacen referencia las alucinaciones auditivas. Al verlo, pensé hacer un artículo sobre este tema; sin embargo, al ponerme a escribir, me entraron una serie de dudas y dejé el borrador a medias. ¿ Qué es lo que la gente suele saber de la esquizofrenia? Si alguno de vosotros supiérais que a vuestra pareja le acaban de diagnosticar esquizofrenia, ¿qué postura tomaríais? ¿Conocéis alguna leyenda urbana o algún mito referente a la esquizofrenia? ¿Creéis que la esquizofrenia es hereditaria? ¿Os daría miedo hablar o tratar a una persona con esquizofrenia? Algunas de estas preguntas nos las plantearon a mí y a mis compañeros la primera vez que nos hablaron de ella en la carrera :)

En el próximo artículo os hablaré de la esquizofrenia y contestaré en él vuestros comentarios y dudas.

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bladerunner.jpgEn el libro “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” de Philip K. Dick, adaptado al cine como “Blade Runner”, la Tierra es un lugar inhabitable tras la Guerra Mundial Terminal y los seres humanos se han visto obligados a colonizar otros planetas. Quedarse en ella significaba exponerse a la lluvia radiactiva y a ser clasificado como biológicamente inaceptable, como “especial” e inadecuado para reproducirse. Se han inventado los robots humanoides o androides orgánicos, asignándose uno para cada emigrante según las leyes de la ONU. Esos androides han ido perfeccionándose, ayudando a la colonización como esclavos. Finalmente se llegan a producir unos especiales, los Nexus-6, muy similares al ser humano, usados como mano de obra con fecha de caducidad y sin permitírseles la reproducción. Un grupo de ellos se rebela, siendo perseguidos por las Unidades de Blade Runners, policías especiales entrenado en el reconocimiento de los androides (en su jerga, andrillos) y su ejecución, disfrazada bajo el eufemismo de “retirada”. Para ello cuentan con un test especial, el test de Voigt-Kampff, que mide el nivel de empatía; se sabía hasta ese momento que los humanoides, por muy perfeccionados que estuvieran, no poseían esa característica humana, siendo su respuesta diferente a la que daría un ser humano normal sin enfermedad psiquiátrica alguna que implicara un “achatamiento del afecto” como describen en el libro, explicando que dicho achatamiento se da en esquizofrénicos y esquizoides. A lo largo de las páginas de este libro se ven otros ejemplos de empatía y constantes alusiones a ellas, con diálogos como éste, entre Garland y Deckard:

- Los androides no parecen capaces de ampararse unos a otros en momentos difíciles.
- Tiene usted razón. Aparentemente carecemos de un don específico de los humanos. Creo que se llama empatía

Según la RAE, la empatía es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Se define también como la capacidad que posee una persona de “ponerse en la piel de otra”, de vivenciar y compartir los sentimientos de alguien, ayudando así a comprender las motivaciones y la toma de decisiones de la persona con la que se empatiza. En lenguaje coloquial, la capacidad de conectar con la otra persona, el “feeling” o la química que se cree entre ambas. En Medicina es bastante importante conseguir empatizar con el paciente, crear esa corriente de bienestar y confianza para que él nos cuente sus síntomas y preocupaciones, explorarle en busca de signos y emitir un diagnóstico, proponiendo posteriormente un tratamiento que el paciente aceptará o no. Este último punto es el más delicado, porque en la decisión influye la confianza en el médico y una buena empatía la favorece. ¿Cuántas veces habremos oído a alguien decir que el médico que le atendió era un “sieso” o antipático y que no se fiaba de su criterio? Y no sólo en consulta, sino en planta, cuando se pasa visita y se le pregunta por su evolución, comprobando que sea satisfactoria, en el trato con los familiares del enfermos y otras muchas situaciones de la vida diaria del hospital. Hay que saber ponerse en el lugar del paciente y los familiares a la hora de dar una mala noticia, con el fin de decirlo de la manera en que mejor puedan comprender y aceptar la situación, sin caer en sensiblerías ni ser frío y apático, contando mecánicamente el diagnóstico al que se ha llegado y las posibles alternativas frente a la enfermedad. Se ha comprobado que las personas más exitosas en sus relaciones sociales y laborales suelen ser empáticas, sabiendo en cada momento crear una corriente de simpatía entre su interlocutor y ellas, un ambiente de comodidad y cierta complicidad que favorece una comunicación agradable y fluida que ayuda mucho a que la otra persona no se cierre en banda ni se ponga a la defensiva al transmitírsele algo. En este caso, los médicos que suelen gozar de la confianza de sus pacientes y compañeros saben empatizar, dialogar y convencer. Ser buen médico no es sólo cuestión de conocimientos y experiencia, como podemos comprobar.

Y vosotros, ¿qué pensáis de la empatía?

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