Me comentaba Cora que antiguamente, para entrar en la edad adulta tenías que matar un tigre y en la actualidad te tienes que pelear con la compañía timofónica de turno para tener una línea de comunicación con el mundo que no sea el tam-tam, las señales de humo o sucedáneos. Siento la larga ausencia y espero poder seguir actualizando a un ritmo decente, el que me permita la preparación del MIR :)

Todos hemos tenido que soportar de pequeños las tediosas “dos horitas de reposo tras comer para hacer la digestión“. Cuando lo que más nos apetecía era meternos en el agua a chapotear con el flotador o coger el cubito y la pala e irnos a la orilla, nuestros padres y yayos nos retenían bajo la sombrilla diciendo que “se te va a cortar la digestión y te vas a poner malo“.

Mentira. Mentira cochina. La digestión no se corta y los Reyes Magos son los padres.

En Noviembre comentaba yo en Museo de la Ciencia que “La digestión no se corta cuando nos zambullimos en agua fría, y de ahí vienen los problemas. Es más, lo que sucede no se llama corte de digestión, sino hidrocución, palabra fea donde las haya.” Tras comernos un buen manolete de chorizo (1), el cuerpo entra en un estado de relajación y sopor, ya que casi toda la sangre está concentrada en el aparato digestivo con el fin de recoger bien todos los nutrientes y almacenarlos para su posterior distribución y uso según la demanda. La prioridad en ese momento es realizar bien la digestión. ¿Qué pasa si tras comernos el delicioso manolete de chorizo o caballa con tomate en rodajas nos metemos de repente en agua bien fría? Que se produce el reflejo de la inmersión, de modo que se da la contracción de los capilares sanguíneos más superficiales, el corazón late más despacio y se intenta mandar más sangre al cerebro. En ese momento, el organismo se encuentra con que hay dos sitios demandando sangre a mansalva, el aparato digestivo y el cerebro, por lo que se ocasiona un desbarajuste al no poderse atender la demanda, no llega la suficiente cantidad de sangre a la velocidad necesaria. ¿En qué se traduce todo esto? En dolor de barriga, mareos, síncopes, malestar, náuseas, descoordinación al movernos y en los casos más graves, parada cardiorrespiratoria. Asusta bastante leer esto, así que puntualizo: el que se dé todo esto depende de lo que hayamos comido, en qué cantidad, la velocidad a la que nos metamos en el agua y su temperatura.

Espero que haya quedado claro y bien resumido el asunto. Dicho todo esto, os pongo una foto de una playa muy bonita y tranquila. Como pistas os digo que está en Andalucía y hasta hace unos años, no recuerdo cuántos, era militar (mi padre hizo maniobras allí cuando le tocó hacer la mili). Sophiepunto para quien lo acierte ;)

Notas de la autora:

(1) Un manolete es un bocata hecho con una barra de pan entera. Cuando los marineros de San Fernando ( Cádiz) salían del cuartel, solían ir al despachito de pan a pedir un manolete bien relleno de lo que fuera, que no sólo era cuestión de alimentar el espíritu patriótico.

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aguaTodos los años lo solemos contar quienes escribimos un blog sobre Medicina y este año no os vais a librar. Amigos veraneantes, tened precaución con ciertas cosas. Haciendo un repaso de lo más básico para este verano, os cuento varias cosillas en varios artículos, para no escribir un tochazo de un tirón.

1. HIDRATACIÓN

Con el aumento de temperatura es lógico que sea más fácil deshidratarse. No todo el mundo tiene la misma susceptibilidad, ya que eso depende de la actividad física que se desempeñe, la cantidad de agua que se ingiera y ciertas circunstancias personales como ser anciano, niño, embarazada, deportista o padecer una enfermedad crónica. Recordemos que la deshidratación es una causa de ingreso hospitalario, no sólo por padecer una gastroenteritis y quedarse sequito como la mojama, sino por no ingerir la cantidad de líquidos adecuada. No podemos confiarnos y pensar “ya beberé cuando tenga sed“, ya que ésta aparece como señal de que estamos un poquito deshidratados y el cuerpo demanda líquidos. Copio y adapto algunos consejos leídos en ¡Cuánta Ciencia! y recomiendo leer el artículo que enlazo, bastante completo, conciso y claro.

-Lo recomendable es beber al menos dos litros de líquidos al día. Esos dos litros han de ser preferentemente de agua, no vale preguntar si el tinto de verano se incluye en esos dos litros, ya que el alcohol favorece la deshidratación por su efecto diurético.

-Llevar siempre una botellita de agua es buena idea. Buchito a buchito se consigue ingerir todo el agua necesaria, sin sentir pereza ante el vaso lleno.

- Decía antes que el tinto de verano no se incluye en esos dos litros de líquidos. Tampoco se debería incluir el té, por sus propiedades diuréticas, pero sí los zumos, las infusiones, las bebidas lácteas, etc.

- No sólo podemos combatir la deshidratación con líquidos, sino con frutas y verduras frescas. Una buena tajada de sandía contribuye a ello, por ejemplo :)

Al hilo de todo esto, quiero recordar que en caso de deshidratación, sea cual sea su causa, lo ideal es emplear una solución de rehidratación oral; las bebidas isotónicas no contienen todos los elementos necesarios para recuperarse, ni en las cantidades adecuadas, por lo que no son un buen sustituto. Se pueden utilizar en caso de emergencia y si no se tiene otra cosa, sí, pero no son la primera ni mejor solución. Recomiendo leer este artículo de Vicente Baos para ampliar información.

En el próximo capítulo os recordaré los mal llamados cortes de digestión, qué es lo que ocurre realmente y por qué se producen.


NOTA: por problemas técnicos me encuentro temporalmente sin internet. Cuando ONO lo decida, volveré a estar conectada y seguir escribiendo. Disculpad las molestias :(


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No pensaba hablar del tema, por falta de tiempo (no me gusta escribir a toda prisa y sin poder revisar bien lo escrito) y porque ya EC-JPR se ha marcado una buena entrada sobre el tema explicando las cosas.Sin embargo, las constantes preguntas (Sophie, qué es la píldora del día después, Sophie, qué opinas de que la dispensen sin receta médica, Sophie...) me han hecho buscar un hueco para buscar información y apuntar unas cuantas ideas.

Veamos: la píldora del día después contiene levonorgestrel en altas dosis, una hormona sintética (un progestágeno) que si se administra a una mujer en dosis pequeñas en combinación con un estrógeno y de forma periódica se inhibe la contractilidad de las trompas de Falopio, el moco cervical se hace más escaso y espeso, de manera que los espermatozoides ven dificultado su ascenso; y en caso de que hubiera una ovulación y posterior fecundación (se da en un pequeño porcentaje, por irregularidad en la toma de la píldora) el embrión no logra aferrarse al endometrio y es eliminado junto con él en esa menstruación artificial, reduciéndose hasta límites bajísimos la posibilidad de quedarse embarazada, tal como expliqué aquí. En altas dosis, resumiendo, se provoca una menstruación artificial, inhibiéndose la ovulación, de forma casi instantánea. En España se comercializan con los nombres Norlevo y Postinor.

¿Es un método abortivo? Ahí está el quid de la cuestión para muchas personas. El fin es, esencialmente, impedir un embarazo. Hay quien lo considera un método interceptivo, al impedir que haya ovulación y al provocarse una menstruación artificial instantánea, de modo que no se establecen las condiciones idónea para que haya fecundación y “agarre” al útero, empezando a desarrollarse durante 9 meses. Hay quien lo considera un método abortivo, ya que si se toma una vez producida la ovulación, es probable que haya habido fecundación y el óvulo fecundado es arrastrado en esa menstruación artificial. La Ciencia no puede delimitar con exactitud cuándo ocurre una cosa y cuándo otra.

¿Tiene efectos secundarios? Como todos los fármacos, y aquí repito algo que he dicho muchas veces: cuando un médico prescribe un medicamento, es porque los beneficios superan a los riesgos. El efecto secundario más temido es una mayor probabilidad tromboembolismo venoso por aumento de la coagulabilidad de la sangre y formación de un trombo (un tapón de sangre coagulada en una vena, para entendernos) que, si se desprende de la vena y va circulando por el organismo puede terminar en la circulación pulmonar, originando un tromboembolismo pulmonar. Si echamos un vistazo a la Guía de Prescripción de Terapéutica, leemos “Efectos adversos:irregularidades menstruales (v. también notas anteriores), náuseas, dolor hipogástrico, fatiga, cefalea, mareos, mastalgia, vómitos.” Como bien ha apuntado EC-JPR, el riesgo de tromboembolismo es mayor en una mujer que tome levonorgestrel que en aquélla que no lo tome, pero es inferior al que tiene una mujer embarazada. Concretamente, la Guía de Prescripción Terapéutica dice “El riesgo de enfermedad tromboembólica venosa aumenta (sobre todo, durante el primer año) entre las usuarias de anticonceptivos orales, pero el riesgo es considerablemente menor que el asociado en el embarazo (aprox 60 casos de enfermedad tromboembólica venosa por cada 100.000 gestaciones). [...]
La incidencia de tromboembolismo venoso entre mujeres sanas, no embarazadas, que no toman ningún anticonceptivo oral es de unos 5 casos por 100.000 mujeres cada año. Entre las que toman anticonceptivos orales combinados que contienen progestágenos de segunda generación, como por ejemplo levonorgestrel, la incidencia se aproxima a 15 por 100.000 mujeres y año de uso.
“ Creo que con estos datos en la mano es más fácil tener una opinión formada y que cada cua opte o no por tomarse la píldora del día después.

Me han pedido mi opinión personal, opinión que no he podido dar hasta ahora de forma completa por no tener todos los datos en la mano.

La píldora del día después es un método de emergencia, no un método anticonceptivo más; dudo mucho que se convierta en eso, por su precio (ronda los 20 euros) y lo desagradable de sus efectos secundarios, amén de que no protege frente a ITS. Conozco casos cercanos de chicas que lo han pasado mal tomando la píldora del dia después (por sus efectos secundarios y el susto en el cuerpo) y han cruzado dedos para no tener que tomarla nunca más. Como dije hace poco e irónicamente, creo que la mayoría de las mujeres prefieren tomarse una pastillita a diario con el desayuno (por la píldora), llevar un parche muy mono o usar preservativos, que hoy en día los hay de colores, sabores, estrías y un poco más e incorporan hilo musical y te hacen el colacao tras el coito.

Respecto a facilitar la adquisición de esta píldora, quiero hacer un par de matizaciones. Considero que el prohibicionismo no es bueno, que es mejor enseñar a utilizar la libertad, ser responsable de los propios actos, etc. Tampoco veo positivo un Papá-Estado que nos diga lo que debemos y no debemos hacer, regulando cada aspecto de nuestra vida, sino que más bien se deberían ofrecer opciones, dentro de lo legal y sin pisar los derechos de nadie ni fastidiar al vecino. Eso sí, a la hora de ofrecer esas opciones, se debe hacer informando de forma detallada, explicando los pros y los contras. La píldora del día después es un método que puede considerarse tanto interceptivo como abortivo, tal como he explicado anteriormente y creo que es una decisión personal tomarla o no tomarla.

Lo que no me termina de convencer es el hecho de dispensarla sin receta médica, lo que implica que la compras sin consejo médico. Mis motivos: considero que es más seguro para una chica que un médico la atienda, vea su historia clínica y descarte antecedentes de embarazo ectópico, problemas hepáticos graves o síndrome de malabsorción, le explique (tal como viene mencionado en la Guía que ya he citado varias veces) que la siguiente regla se puede adelantar o retrasar, debe utilizar preservativos hasta la siguiente regla y acudir de inmediato al centro de salud si nota un dolor fuerte en el bajo vientre o la siguiente regla es escasa, abundante o breve en comparación con las anteriores o no aparece, le pregunte qué medicamentos está tomando en ese momento y vea posibles interacciones, le explique que si le entran “fatiguitas” (náuseas) lo mejor es que tome domperidona para frenarlas y para evitar vómitos. He leído y escuchado que sí, que eso está muy bien, pero que por desgracia muchas chicas se encuentran con que hay médicos que se acogen a la objeción de conciencia para no dispensar la píldora del día después y tienen que peregrinar de centro de salud en centro de salud, para luego encontrarse con que hay farmacias en las que también se niegan a dispensarla, de modo que la decisión de dispensarla sin receta médica evita esos disgustos y calvarios. Para eso, propongo una medida que creo que es sencilla y equilibra todo esto: eliminar la objeción de conciencia. Sé que no es tan sencillo y no se puede generalizar, pero quizá facilitaría que las mujeres tuvieran acceso a la píldora del día después con menos trabas y más protegidas, al tener a un profesional de la salud pendiente de ellas que les puedan explicar, prevenir, contar, etc. Un prospecto médico, por muy detallado que sea, no sustituye nunca a un médico y sus conocimientos.

¿Y qué hacemos con el miedo a que la gente tenga relaciones sexuales sin protección porque al aumentar la seguridad de que no va a haber embarazo se relaje y no piense en ITS? Ya he dicho que lo veo complicado y que los jóvenes no somos tontos, pero frente a eso siempre queda la educación, unas buenas campañas informativas y educativas donde se expliquen qué son las ITS y cómo frenar el contagio, que los padres pierdan el pudor y la vergüenza, se informen y hablen con sus hijos, que del mismo modo que les dicen “ponte el cinturón cuando cojas el coche y ten cuidado con el garrafón” se aseguren de que saben protegerse del contagio de ITS y saben usar bien un preservativo. Y, aunque suene a cachondeo, también me aseguraría la bajada del precio de los preservativos para dejar sin argumentos a quienes afirman preferir el calendario de Ogino o la marcha atrás porque las gomitas están caras.

Otros enlaces sobre el tema:

El artículo del día después

Actualización 13/05/09:

Copio y pego un comentario de EC-JPR que da mucho que pensar:

Explicación genérica™
¿Alguien piensa que una persona cabal puede emplear 3-en-1 como lubricante sexual? Entonces, ¿por qué nos tememos que haya quien emplee la PDD en vez de usar condones? En cuanto al problema de que aumenten las ETS o similares, quisiera subrayar algo obvio: está claro que ningún fármaco sirve para lo que no se ha diseñado, y pasarse por el forro las indicaciones sólo es reprochable al usuario del medicamento. Nadie demandaría a Bayer porque la Aspirina que tomó no le curó la apendicitis…
Recuerdo también que “menor de edad”, en sanidad, significa “menor de 16 años”, en base a la ley 41/2002.

Y de regalo, una viñetita acerca de la “comunicación” entre padres e hijos en materia sexual:

Palomita y Maíz Webcomic

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