Los smartphones son la leche. Son telefoninos a los que les falta hacerte el colacao y tenderte la ropa. Una maravilla. Hace poco me modernicé, dejé de tener el mismo modelo que el busca del hospital, evitando así infartos a personas tiernas y sensibles como Emilienko y Jokin al visualizarlo e impidiendo también pérdidas accidentales por confundirlo algún compañero con el “odiado”.

Cotilleando todas las aplicaciones que ofrecen, he visto que hay muchas aplicaciones “médicas”. Yo las divido en dos tipos: para pacientes y para profesionales. Una chulada.

Para pacientes hay de todo, como en la botica. En “El androide libre” hacen un buen repaso a las aplicaciones más populares y posiblemente útiles, de las que destaco el diario del diabético y las destinadas a recordar cuándo tomarse la medicación y qué cantidad.

On track diabetes es una de las muchas aplicaciones en las que se puede apuntar el peso, el nivel de glucosa en sangre, los medicamentos que se toma, etc, acompañados de gráficos que ayudan a hacer un buen seguimiento.

OnTrack Diabetes
Discover more Android apps

My epilepsy diary es otra aplicación por el estilo en la que se pueden apuntar las crisis, los síntomas desencadenantes, la medicación a tomar ( y recordatorio para tomarlas).

My Epilepsy Diary
Discover more Android apps

Como estas dos aplicaciones hay muchas más para todo lo que se nos ocurra.

Otra aplicación curiosa: Farmadroid, la aplicación que te chiva las farmacias que tienes cerca; puede parecer una aplicación chorra como las dos anteriores, pero no deja de ser curiosa y tener cierta utilidad, sobre todo cuando estamos de viaje y no conocemos el sitio en el que estamos.

Farmadroid
Discover more Android apps

¿Y qué hay de las aplicaciones para profesionales? Pues hay para todos los gustos, empezando por el popular Epocrates, que tiene una interfaz bastante sencilla y cómoda. Quizá el mejor resumen de lo que ofrece su versión gratuita sea el pantallazo del correo que me enviaron cuando lo instalé:

Aquí os dejo el botoncito:

Epocrates
Discover more Android apps

Otra aplicación que parece interesante por lo poco que llevo visto es Osirix, aunque sólo para iPhone. Es una aplicación que permite ver imágenes de Radiología como TAC, PET, ecografías, etc, usando el formato DICOM que es el estándar en los servicios de Radiología. La duda que me plantea: ¿es ético llevar en nuestro móvil personal pruebas de imagen de nuestros pacientes de un lado a otro? Ya digo que no lo he probado por ser de Apple.

¿Y para los sangrólogos en particular? De momento he encontrado ASH guides ( American Society of Hematology) , en versión “estamos mejorando”. He echado un vistazo al tema que tienen colgado de momento, la trombocitopenia inducida por heparina ( en fino y cristiano, que bajen las plaquetas como efecto secundario de pincharse heparina) y está bastante bien.

ASH Guides

 

Discover more Android apps

 

Y vosotros ¿qué conocéis? ¿Y qué recomendáis? ¿Os parecen útiles o una chorradilla para llenar el móvil?

Facebook Twitter Email

La ciencia avanza una barbaridad, que diría mi abuela. Y en ocasiones de forma bonita y sorprendente.

Cuando un cirujano se mete en faena para extirpar un cáncer, por desgracia tiene que quitar a veces un órgano entero o un buen trozo de ese órgano para asegurarse de haber quitado todas las células tumorales. Poco a poco se va descubriendo de qué manera limitar lo mínimo posible la zona a extirpar y conservar en gran medida la estructura corporal.También se avanza en la exéresis de tumores muy pequeñitos, tanto que cuesta horas y paciencia quitarlos y estar seguros de haberlo hecho bien.

Recientemente un grupo de investigadores de Holanda, EEUU y Alemania ha comunicado la puesta en marcha de una nueva técnica para extirpar células tumorales en un cáncer de ovario usando fluorescencia. Se sabe que las células malignas de un tumor ovárico sienten una gran avidez por el ácido fólico, mostrando en su superficie muchos receptores para capturar todo el que puedan. Pues bien, esos investigadores pensaron en unir al ácido fólico modificado un pigmento fluorescente,usarlo de caballo de Troya, de manera que al administrarlo a una paciente dos horas antes de la cirugía llega al ovario con ese cáncer y se acumula. Posteriormente en el quirófano se abre la cavidad abdominal, se apunta con una cámara especial llamada cámara fluorescente espectral y se visualiza en una pantalla instalada en el mismo quirófano todo en negro…excepto las células, que se muestran en un color verde brillante. De ese modo es mucho más fácil ir quitándolas con el bisturí gracias a que el pigmento fluorescente “las deja en evidencia”.

Philip Low, el profesor de Química que inventó esta tecnología en colaboración con el grupo de cirujanos , comentó al publicarse este descubrimiento que los cirujanos eran capaces hasta ese momento de ver agrupaciones de células dañiñas de 3 mm, pero gracias al uso de la fluorescencia podrían ver agrupaciones de células de una décima parte de milímetro. Una maravilla.

Vía:Purdue technology used in first fluorescence-guided ovarian cancer surgery

Facebook Twitter Email

La tecnología es maravillosa, sobre todo cuando puede convertir móviles low-cost en fonendoscopios básicos que salven vidas. Se calcula que la mitad de los habitantes del continente africano tienen un teléfono móvil. Sin embargo, muchos de ellos no tienen acceso a unos servicios médicos adecuados.

En ese continente una de las enfermedades responsables de matar a millones de africanos es la pericarditis tuberculosa, una complicación de la tuberculosis que afecta al 2% de quienes padecen esta enfermedad e implica al pericardio, la envoltura del corazón. En países desarrollados raramente esta afección es mortal gracias a que se puede detectar rápidamente con un simple fonendoscopio y un oído entrenado en escuchar sonidos cardiacos. Sin embargo, en África se post-diagnostican el 40% de estos casos (vamos, que nos enteramos cuando el paciente está muerto) por lo insidioso de los síntomas y por no haber tenido a un médico que les pusiera el fonendo sobre el pecho a tiempo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford en colaboración con otros de Sudáfrica ha desarrollado un fonendoscopio rudimentario que se conecta al móvil por el mismo puerto que lo hacen los cascos, de modo que se dispone de un micrófono de cierta potencia unido al móvil. Ese fonendo (mejor dicho, campana de fonendo) se coloca sobre el pecho tal como se indica a los usuarios y se recogen los sonidos; ese cardiofonograma es grabado y puede ser analizado por un programa para filtrar y discriminar ruidos anómalos. Además, los pacientes tienen la oportunidad de enviar esas grabaciones al médico, quien así es capaz de escuchar y vigilar a distancia su salud.

Ahora queda una buena tarea por delante: comprobar si realmente es una herramienta de screening eficaz para afecciones cardiacas con unos síntomas poco claros al principio y en las que una auscultación a tiempo puede ser muy útil para un diagnóstico lo más precoz posible.

Via Medgadget

Facebook Twitter Email