Con este título tan “explícito” vengo a hablaros de los vasoconstrictores. ¿Vasoqué? ¿Pero no nos ibas a hablar de sprays para la nariz y esos colirios tan fantásticos que evitan que tengamos los ojos colorados un sábado noche?

Hace poco, Ocularis escribió un magnífico artículo sobre los ojos rojos y el uso de colirios para blanquearlos. Me encantó y le pedí permiso para difundirlo en mi blog, a lo que me contestó que por qué no ampliaba el tema y hablaba también de los sprays que usamos cuando tenemos la nariz “atascada” y no podemos respirar bien debido a esa congestión. Me pareció una idea estupenda, este artículo va a ser extenso pero creo que merece la pena comentar detalladamente por qué no es bueno abusar de estos productos, para qué se usan, cuando está justificado su uso y qué alternativas tenemos si no podemos o queremos usarlos.

1. ¿QUÉ OCURRE CUANDO EL OJO ENROJECE O LA NARIZ SE CONGESTIONA?

En el caso del ojo, la parte blanca del globo ocular está recubierta por un tejido casi transparente llamado conjuntiva, de la cual apenas se ven algunos vasos sanguíneos (las “venillas rojas” que tenemos todos). Ocularis ha hablado en varias ocasiones de la conjuntiva, por ejemplo en un artículo sobre las lentillas, artículo que recomiendo leer para tener una mejor idea acerca de esta zona del ojo tan delicada. Cuando sufre una agresión, las venillas se dilatan y se llenan más aún de sangre en una respuesta defensiva inespecífica. Ocurre lo mismo en la mayoría de los tejidos humanos, pero se ve menos (aunque todos sabemos que una zona de piel enrojecida puede deberse a una inflamación, infección, quemadura, etc).

Al dilatarse las arterias y venas de la conjuntiva, parece como si hubiera más vasos sanguíneos. Según la causa que esté agrediendo la conjuntiva, pueden además presentarse otros síntomas: escozor, quemazón, sensación de cuerpo extraño (como si tuviéramos “arenilla”), etc. Algunos de esos síntomas son secundarios a la misma respuesta defensiva que dilata los vasos. Así, aumenta el calor al llegar más sangre, y al crecer un poco el volumen de la conjuntiva, puede notarse cierta sensación de cuerpo extraño porque roza con el párpado y éste le manda una señal al cerebro, “eh, que aquí hay algo más que ojo, tiene que haber algo extraño para que yo note esta presión”.

Un ojo puede enrojecer por muchas causas:por ejemplo en el caso del ojo seco , del que ya ha hablado Ocularis en artículos previos, por una blefaritis a la que también le ha dedicado una entrada, o por una conjuntivitis .

¿Y qué pasa con la nariz? Pues algo parecido: cuando el tejido que recubre la nariz por dentro se siente agredido ( por ejemplo al llegarle un olor muy fuerte, una sustancia a la que se sea alérgico) o en caso de infección o sinusitis, se inflama y los vasos sanguíneos que recorren esa zona se dilatan, se llenan más aún de sangre y aumenta su permeabilidad, exudando líquido, de manera que nos sonamos la nariz y decimos “huy, no tengo mocos, sino que echo agüilla”. Eso es lo que se conoce como rinorrea o secreción nasal.

2. ¿Y QUÉ PODEMOS HACER EN ESTOS CASOS?

Lo más lógico es averiguar la causa y tratarla. En Medicina hay dos tipos de tratamiento: el etiológico, es decir, tratamos la causa que provoca una enfermedad, y el sintomático, en el que aliviamos los síntomas que da una enfermedad, bien porque no sepamos cuál es su causa o porque no podamos curarla directamente. También suele suceder que el paciente demanda rapidez, quiere resultados inmediatos y no acepta con facilidad que el tratamiento requiere un tiempo, cambiar de hábitos o tomar unas medidas especiales.Uno de los tratamientos sintomáticos empleados en estos casos es el uso de vasoconstrictores.

3.¿QUÉ SON LOS VASOCONSTRICTORES?

Son fármacos que constriñen los vasos sanguíneos, que disminuyen su calibre, de manera que dejan de estar dilatados y cesa la inflamación. Así, el ojo deja de estar rojo y la nariz congestionada, dejamos de sentir molestias, ya no lagrimeamos, ni nos escuece el ojo o la nariz, ni tenemos que sonarnos continuamente. ¿Hemos resuelto la causa principal? No. ¿Tenemos síntomas? Tampoco.

4.¿POR QUÉ NO TRATAMOS DE SOLUCIONAR LA CAUSA DIRECTAMENTE EN VEZ DE RECURRIR A LOS VASOCONSTRICTORES?

Porque no siempre conocemos cuál es la causa, es difícil resolver ésta o precisa un tratamiento mantenido y al tratar la causa se tarda más en resolver los síntomas que si vamos directamente a bloquear éstos.Nos hemos vuelto muy prácticos. Conocer y entender nuestro cuerpo, intentar respetarlo y evitar lo que nos daña no es lo que nos suele preocupar. Vivimos muy deprisa, estamos ocupados con muchas cosas como para atender a nuestro cuerpo. Cuando tenemos un síntoma que nos resulta molesto, deseamos eliminar ese síntoma sin más. No nos apetece plantearnos qué va mal. Queremos algo que nos quite rápidamente esa molestia, y que no nos obligue a pensar, perder el tiempo, o mucho menos cambiar nuestra forma de actuar. Al utilizar los vasoconstrictores solucionamos el problema en parte y de forma puntual, porque el ojo o la nariz siguen sufriendo alguna enfermedad o patología que les hace reaccionar y seguir mandando señales para dilatar los vasos sanguíneos y comenzar la inflamación, que no es más que una señal de alarma que tiene nuestro cuerpo y un mecanismo por el que llega más sangre a la zona dañada, sangre que transporta a las células del sistema inmune, nuestras defensas, para defendernos del “agresor”. Como hemos constreñido los vasos sanguíneos, mandan más señales aún para dilatar los vasos sanguíneos, de tal manera que el ojo vuelve a estar rojo y la nariz congestionada, dando lugar al efecto rebote, efecto que se da cuando intentamos mitigar un síntoma y éste empeora con el tratamiento porque el organismo se sobreactiva no sólo frente a lo que le hace daño sino contra el fármaco que le impide manifestar esos síntomas. Si seguimos añadiendo vasoconstrictores, cerramos el círculo vicioso: tengo el ojo rojo, tengo la nariz congestionada, me aplico el colirio o el spray para la nariz, empeoro, me vuelvo a echar…

5. ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES DESVENTAJAS DE SU USO Y ABUSO ADEMÁS DEL EFECTO REBOTE?

Se puede resumir en:

  • Cronificación del proceso, de manera que los síntomas persistan durante más tiempo y muchas veces se llega a un punto en el que no se pueden tratar siquiera con otros medicamentos.
  • Atrofia de la mucosa nasal ( el interior de la nariz, para que nos entendamos). Esto se produce porque al cerrarse los vasos sanguíneos llega menos sangre a los tejidos; la sangre transporta nutrientes y se lleva productos de desecho, si no llega la suficiente cantidad en el tiempo preciso los tejidos se atrofian y debilitan.
  • Empeoramiento y aparición de nuevos síntomas: ocurre en la rinitis medicamentosa, en la que al tratar una simple obstrucción nasal con vasoconstrictores y abusando de ellos se consigue además que la mucosa nasal se enrojezca y que haya una secreción nasal abundante.

CONCLUSIONES

Utilizar vasoconstrictores en forma de colirios o de sprays nasales de forma puntual puede parecer una buena idea, pero no siempre lo es, sobre todo en el caso de los ojos. Y hacerlo por sistema es totalmente contraproducente y perjudicial. La mayor parte de los médicos se oponen a su uso indiscriminado y prefieren tomar otras medidas más eficaces, aunque el tratamiento sea más enjundioso, largo, aburrido o molesto por tener que cambiar una serie de hábitos, pero es preferible eso a exponerse a las serias desventajas que provocan su uso indiscriminado y prolongado. Un ojo rojo que se deba a falta de lágrimas ( ojo seco funcional) se puede aliviar perfectamente con colirios ( las lágrimas artificiales) sin que haya riesgo de efecto rebote ni efectos indeseables. Una congestión nasal que se deba a una alergia, como es común en esta época del año, se puede aliviar con antihistamínicos, que tienen algunos efectos indeseables leves como una ligera somnolencia pero no causan tampoco efecto rebote. Todo depende de lo que se padezca y no merece la pena automedicarse si se puede llegar a sufrir efecto rebote con todas sus consecuencias e incomodidades.

Agradezco a Ocularis que me dejara utilizar su artículo como fuente de información y por revisar todo lo escrito aquí :)

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Hace poco se supo que una niña murciana de 14 meses había sido intervenida con éxito de su sordera congénita en la Clínica Universitaria de Navarra. La pequeña, Carmen Serrano Davó, nació sin nervios auditivos que llevaran al cerebro los estímulos sonoros recibidos desde el exterior. La incidencia de esta sordera congénita en la población general es tan sólo de un recién nacido de cada 100.000, presentándola el 1% del total de sordos. Se ha publicado la noticia en diversos medios, relatándose en todos que se ha realizado un implante de tronco cerebral. El primer fallo es decir que se ha realizado un implante de tronco cerebral, porque lo que se ha hecho exactamente es implantar unos electrodos en el tronco cerebral; el segundo, no explicar bien qué es el tronco cerebral y por qué la niña no podía oír.

Para poder oír, el ser humano necesita los oídos y unas estructuras que comuniquen éstos con el cerebro con el fin de que éste pueda procesar la infomación que le llega de los oídos y saber qué estamos oyendo, deoido.jpg dónde viene el sonido, qué tipo de sonido es y el mensaje que contienen esos sonidos. Cuando estudiamos la estructura del oído vemos que en su parte más interna tenemos la cóclea, que en latín significa caracol. Si pulsan sobre la imagen, podrán ver mejor la anatomía del oído y localizar la cóclea y el nervio auditivo. La cóclea recibe las ondas de sonido y las transmite a través de los nervios auditivos a una parte del cerebro llamada tronco cerebral, que la podemos imaginar justo por encima de la línea en la que se une la cabeza con el cuello, siendo el puente de unión entre el cerebro y la médula espinal.En la imagen pueden observar un cerebro por la mitad, el recuadro rojo señala el troncotroncocerebral1.jpg cerebral. En él se encuentran dos núcleos, uno por cada oído, llamados núcleos cocleares. Éstos reciben la información del sonido que les llega por el nervio, elaboran la información y la llevan a la zona de la corteza cerebral que se encarga de la audición, consiguiendo así que sepamos que estamos oyendo y qué es lo que oímos. Si una de las estructuras de este circuito falla, no oímos y sufrimos sordera.

La pequeña nació sin nervios auditivos. El sonido que llegaba al oído no podía llegar a esos núcleos al carecer de nervios, que nos podemos imaginar que son los cables que conectan el oído con el cerebro. Para resolver ese problema, se colocaron una serie de 22 electrodos en los núcleos cocleares que los estimularan y ayudaran a funcionar; posteriormente se conectó un dispositivo al conjunto de electrodos y un micrófono situado detrás de la oreja de la niña. El micrófono recoge los sonidos y los transmite al dispositivo por ondas de radiofrecuencia y éste último transforma los sonidos en señales eléctricas que manda a los electrodos que estimulan a los núcleos cocleares, consiguiendo así que produzcan la información que llega al lugar de lacorteza cerebral responsable de la audición y se pueda llevar a cabo esa tarea.

A la pequeña se le han practicado dos intervenciones quirúrgicas y se la revisa periódicamente, comprobándose una evolución lenta pero satisfactoria, sin que le moleste el implante. En enero de este año evaluaron los parámetros de estimulación del dispositivo implantado, vigilando la velocidad e intensidad de estimulación. Se ha podido ver que percibe sonidos, mira a la boca de sus padres cuando le hablan y balbucea emitiendo sílabas y que está en una fase del desarrollo auditivo similar a la de un recién nacido que está desarrollando el lenguaje, sin que se pueda prever si aprenderá a estructurar frases o seguir una conversación. Los únicos cuidados especiales que requiere de momento es evitar que se moje el implante y que lo coja y se lo coma. No es la primera vez que se realiza una intervención de este tipo (se conocen 38 casos más), pero sí en un bebé de tan corta edad. Es bastante positivo comprobar que es viable realizarlo con pocos meses de vida porque cuanto antes se pueda operar, mayores son las expectativas de éxito, puesto que todas las estructuras implicadas en la audición están más preparadas para recibir la información auditiva y mayor es la capacidad de aprendizaje.

Aquí dejo el enlace de la noticia de la que sale este artículo, gran parte de la información está extraída de ahí.

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