Aviso para mentes sucias: el título está bien puesto y no he puesto una ene pudorosamente donde debería estar una eñe. Leed, leed…
Cada vez es más frecuente que mujeres jóvenes y de mediana edad pregunten a su médico por la utilidad de las bolas chinas o los conos vaginales como complemento de los ejercicios de Kegel o como fin en sí mismo para fortalecer la musculatura pélvica. Tanto unos como otros están destinados a la recuperación tras un parto o como tratamiento o prevención de la incontinencia urinaria, por poner dos ejemplos que preocupan bastante a las mujeres.
Los ejercicios de Kegel, propuestos por el médico del mismo nombre en 1948, consisten en tensar y destensar los músculos del suelo pélvico,( también nombrados en algunos artículos como músculos perineales) en varias series de repetición según el grado de fortaleza y resistencia muscular y siempre que se sepa localizar correctamente estos músculos. No es infrecuente que tras un parto esos músculos estén algo debilitados y con el tiempo, los sucesivos partos y la progresiva pérdida de elasticidad propia de la edad favorezcan la aparición de la incontinencia urinaria que tan incómoda resulta, por mucho que Concha Velasco sonría con su Tena Lady.
No sólo se proponen estos ejercicios para fortalecer esta musculatura, sino el uso de conos vaginales y bolas chinas.
La teoría es que la introducción en la vagina de un cono vaginal de Plevnik, con un cierto peso provoca una reacción refleja de ésta, que se tensa para sujetar dicho cono y evitar que caiga, como si la mujer tuviera insertado un tampón. El uso mantenido de estos conos, con distintos peso ( de 20 a 100 gr) , fortalece la musculatura de forma pasiva.
Las bolas chinas funcionan por un mecanismo similar. Donde muchos ven un juguete erótico, otros ven la posibilidad de usarlos para recuperar la tonicidad muscular perineal pre-parto y luchar contra la incontinencia urinaria. Las bolas chinas o bolas de geisha son dos bolas (a veces se vende una sola) con otra bolita en su interior y un cordel. Se introducen ambas bolas en el interior de la vagina, dejando el cordel fuera como si fuese un tampón. Al andar o moverse, la bolita interior se mueve, choca contra las paredes de la bola exterior y provoca una pequeña vibración que al ser notadas por las paredes de la vagina provoca una contracción refleja como respuesta, además del mecanismo de sujección que se da al percibir un objeto que se escurre y sale.
¿Qué es lo más adecuado? Tras lo leído, compruebo que muchos autores abogan por la realización de ejercicios de Kegel, 40-80 repeticiones por día en varias tandas, con pausas entre ellos; algunos hablan de complementar con el uso de conos vaginales o bolas chinas según cada paciente y sus padecimientos, como complemento en la mayoría de los casos más que como uso exclusivo, sin realización alguna de ejercicios. No es mala idea consultar el caso con el médico de cabecera, el ginecólogo o el fisioterapeuta y elegir lo mejor según cada una.
Bibliografía y material empleados para escribir este artículo
Tratamiento de la incontinencia urinaria, de Juarranz Sanz, M. et al
Actividad Física y Embarazo, de Berbel Ferrer, L. y García Fernández, A.F.
Mis apuntes y conocimientos de Ginecología, contrastados con la lectura del Comino, libro gordo de Petete de Ginecología.