globulorojo

Hace unos años, en un lugar una chispitina más abajo de Despeñaperros…

Ninoninoninoniiiiii, ninoninoninoniiiiiiii

- Busca de Hematologíaaaaa

- Hola Hematoloca, soy yo, Internistawoman, qué pasa, cómo va la guardia

- Psssss, en mejores plazas he toreado, pero no va mal, dime.

- Pues mira, tengo en la mano una analítica que me tiene loca…miro el hemograma y veo que el paciente tiene poquitos neutrófilos y le sale que tiene “porrociento por ciento de células LUC”, ¿éso qué es, qué os habéis inventado ahora?

- Jejejeje…células LUC significa en el lenguaje de la máquina que analiza la sangre “no tengo ni pajolera idea de qué célula es ésta, así que te aviso para que la mires al microscopio y saques tus conclusiones”.

LUC es el acrónimo de Large Unstained Cells. Por nuestras venas corre la sangre, compuesta por una parte líquida (plasma) y una parte sólida que son las células contenidas en ella, proteínas y otros elementos. Las células que se pueden encontrar en la sangre se denominan:

- Linfocitos. Luchan contra los virus.

-Neutrófilos. Los que les dan “pal pelo” a las bacterias.

-Eosinófilos. Se pelean con los parásitos.

-Monocitos. Se comen todo lo que le planten por delante, “no son rasistas“, fagocitan todo lo que vean rarito.

- Plaquetas. Son los jugadores de rugby, cuando ven una fisura en un vaso sanguíneo hacen placaje y forman tapones.

Pues bien, cada vez que nos sacan sangre para analizarla, se coloca en un tubito que se lleva a una máquina denominada analizador automático o autoanalizador. El autoanalizador realiza un recuento de las células y las clasifica según su tamaño y sus características, enviando un informe final que en la analítica aparece reflejado bajo el nombre de hemograma.

Para poder diferenciar unos glóbulos blancos de otros se aprovecha de una característica de ellos: la presencia de unas enzimas llamadas peroxidasas. Esas enzimas están presentes en distinta cantidad en cada tipo de glóbulo blanco. La máquina diluye la muestra de sangre en un líquido isotónico para facilitar su labor y la hace pasar por un canal que recibe una corriente eléctrica, midiendo la impedancia al paso de la corriente. Con estos datos y sabiendo la impedancia que tiene cada célula, realiza un primer recuento. A continuación se añade un reactivo que rompe los glóbulos rojos y libera la hemoglobina que hay en su interior, quedando sólo los glóbulos blancos y las plaquetas. Se le añade agua oxigenada y un cromógeno que se oxida en presencia de la peroxidasa y precipita en el interior de los glóbulos blancos. A mayor cantidad de peroxidasa contenida, mayor cantidad de precipitado. Se hace pasar la muestra por un tubo transparente muy fino, que obliga a pasar las células de una en una, recibiendo un haz láser que se dispersa en parte y es recogido por unos receptores, es lo que se conoce como citometría de flujo. Según la cantidad de luz que haya sido absorbida, la que se haya dispersado y en qué ángulo se haya dispersado, la máquina calcula el tamaño del glóbulo blanco, la cantidad de peroxidasa que tiene y, por tanto, qué tipo de célula es.

Sin embargo, a pesar de todas las perrerías que se le hace a la sangre (electrocutarla, romperle los glóbulos rojos, echarle agua oxigenada, bombardearla con un láser…) hay un porcentaje de células que no consigue identificar. Son las LUC, células muy grandotas que no se tiñen. ¿Qué son esas células? Pues la máquina no tiene ni idea, pero te avisa porque pueden ser:

- Linfocitos grandotes, que se hayan activado por una infección y hayan evolucionado en plan pokémon. No tienen ya peroxidasa alguna, por lo que no se tiñen y descolocan a la máquina.

- Blastos, son las células más inmaduras de la médula ósea que se han escapado a la sangre porque hay overbooking en la médula. Es un primer aviso de que algo chungo pasa allí. No tienen peroxidasa, no están maduritas como para haberlas desarrollado.

- Células displásicas, es decir, glóbulos blancos con estructura anormal tanto por tamaño como por forma y contenido de peroxidasas.

- Neutrófilos sin peroxidasas o poquitas. Hay personas que tienen neutrófilos completamente normales en cuanto a su estructura pero tienen poquitas peroxidasas. Y claro, la máquina se queda pensando “tiene pinta de neutrófilo pero no me convence porque no se colorea como tal, así que la meto en el cajón de los no identificados“.

¿Cuándo hay que preocuparse? Pues cuando ese porcentaje de LUC supera el mínimo establecido del 5% y se observan otras alteraciones como citopenia (escasez de alguna de las células de la sangre) o exceso de glóbulos blancos. En ese caso se extiende una gota de la sangre en un portaobjetos, se tiñe y se observa al microscopio para ver si las células tienen un aspecto normal, si se observan blastos o alguna otra anomalía.

Para saber más:

- Valores normales del hemograma, ¿cuándo alarmarse?

3 opinaron sobre “Células LUC: que no panda el cúnico (al menos, de entrada)

  1. Algo más que me llevo de cara a las prácticas y que no conocía! :P
    Estoy este año con hemato y…nada mal! Me está gustando bastante por el momento…gracias por los posts! :)

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    • Disfruta las prácticas todo lo que puedas, pregunta…Hemato es una especialidad ideal para culillos de mal asiento, es muy variada, no te quedes sólo con la idea de anemias y leucemias ;)

      Responder

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