Wake me up when september ends…

Eso piensa más de uno cuando llega el mes de los coleccionables, de los buenos propósitos, el mes en el que empieza el año para mucha gente (no, el verdadero día 1 no es de enero, sino de septiembre…), el de la vuelta al cole y de respiro para algunos sanitarios porque se acabó el cubrir las vacaciones de compañeros por el método de “echad una manita entre todos y atended a los pacientes que llevaba el compañero que falta ahora”, de pena para los contratados de verano que vuelven a cruzar dedos para ser llamados por la bolsa de trabajo…

Mientras tanto, os recomiendo algunos artículos que quizás os resulten interesantes o, como mínimo, curiosos:

  1. Las recomendaciones semanales de Manyez. Sí, recomendar unas recomendaciones, el colmo de la recomendación y es que Manyez es recomendadísimo en este blog 😆 sobre todo cuando recomienda artículos que ya conocía y tenía apuntados para mencionarlos en este blog, como el acoso sexual y el machismo en el ámbito sanitario, que haberlo “haylo” pero permanece muy silenciado o el cuento de Julio sin miedo, como respuesta a la Asociación Española de Pediatría, que avala con total tranquilidad unas galletas con un 21% de azúcar e incluso mira para otro lado cuando esas galletas son repartidas en consultas de Pediatría, ¡viva la lucha contra la obesidad infantil!
  2. ¿Por qué nuevas técnicas de estudio? Porque cada etapa es diferente y cuando llegas a la facultad te encuentras con que las que usabas en el instituto no te funcionan. Déjate aconsejar por Almudena y plantéate probar cosas nuevas.
  3. De tosferina, embarazada y vacunas. Más claro y más ameno no puede ser este post.
  4. Para los que sufren en silencio, este post sobre qué hacer cuando asoman las lágrimas al “ir a poner un fax” puede ser de gran ayuda

08:00 a.m.

Hospital en algún lugar por debajo de Despeñaperros y antes de llegar al Estrecho.

Hematoloca entra en el hospital con más legañas que ganas de trabajar. Se cruza con Internistaboy, que va acompañado (para variar) y cara de lunes a pesar de no ser ese día de la semana.

- Buenos días Internistaboy.

- Buenos días Hematoloca.

Dos horas más tarde, Hematoloca recibe un Whatsapp.

Tirorí.

“Cuando tengas un rato voy a verte. Necesito que me eches un cable”.

Tirorí.

“La persona con la que me viste esta mañana era un recomendado, para variar”.

Tirorí.

“No sé cómo lo hago, que siempre me caen estos marrones”.

Hematoloca sonríe. Ay, los recomendados…

A todos los médicos nos pasa. Da igual que seamos residentes o adjuntos con espolones. En algún momento de nuestra vida laboral llegará un familiar, un amigo, un vecino…a pedirnos que les echemos una mano. Nosotros encantados de ayudar, nuestra profesión consiste en eso, en ayudar. El problema viene cuando esa persona pide un trato preferencial: que se le hagan todas las pruebas complementarias que considera oportuno y que se realicen en menos de 48 horas, que se le dé un diagnóstico en menos de 24 horas, que se le consiga una habitación individual si precisa ingreso…o que nosotros mismos, nerviosos por tratarse de alguien cercano, exijamos ese trato. Y ahí empiezan los problemas: pruebas complementarias, algunas de ellas invasivas (por ejemplo una colonoscopia, una biopsia) que se hacen “por si acaso” y tentándonos la ropa no sea que se nos escape un dato que nos conduzca al diagnóstico, pruebas innecesarias que conlleven un riesgo como realizar una TAC (con toda su radiación, que como no se ve parece que no existe), malas caras por tener una habitación “VIP” para alguien que la ocupa por ser “conocido de” cuando a lo mejor hay un paciente que por su enfermedad o su estado general tanto él como su familia necesitan una habitación individual y tienen que esperar a que quede una libre…

Yo sólo me he visto en la situación una vez, cuando era residente. El asunto acabó con una bronca por parte de un adjunto que me puso de todos los colores. Desde entonces, esquivo como puedo estas situaciones incómodas, no asumo a mi cargo a nadie cercano, “te pongo en manos de Fulanito, que es una eminencia en esto”, me confieso impotente para conseguir una habitación individual y trato de inmiscuirme lo mínimo posible. Me da pena encontrarme con compañeros y amigos metidos en ese berenjenal y cuando llega algún compañero a pedirme un favor para su recomendado…casi siempre sale en la conversación el dilema de si se hace tal prueba por verdadera indicación clínica o “para que se vaya a casa con sensación de que se le ha hecho todo lo que había que hacerle”. Medicina defensiva, ¿no?

Cuando a alguien le diagnostican falta de hierro, las dos primeras preguntas que se hace son “¿Por qué me ha pasado?” y “¿Cómo se trata eso?”. Al igual que en la primera parte, este post se desarrollará como una serie de preguntas frecuentes con sus respuestas.

¿Me puedo curar la anemia sólo tomando alimentos ricos en hierro?

Antes de iniciar el tratamiento es preciso tener clara la causa desencadenante de la anemia, ya que no siempre con suplementos de hierro se puede corregir. Eso lo decidirá el médico tras una buena historia clínica, explorar al paciente, revisar las pruebas complementarias…

Para tratar una anemia por carencia es preciso administrar entre 100 y 200 mg de hierro elemental. Con una alimentación rica en hierro no siempre es posible, ya que influyen numerosos factores en su absorción:

  1. El hierro contenido en la carne se absorbe directamente al ir unido al grupo hemo, mientras que el que proviene de otras fuentes no van unidas a ese grupo hemo, por lo que se absorben con mayor dificultad.
  2. Si el tránsito intestinal está acelerado, la absorción es menor.
  3. Si miramos el contenido en hierro de algunos alimentos ricos en él, nos podemos hacer una idea de la cantidad diaria que tendríamos que consumir para cubrir las necesidades en caso de anemia.
  4. Los vegetales contienen algunos elementos que dificultan la absorción de hierro como el ácido fítico y el ácido oxálico.
  5. El té y el café contienen taninos que reducen la absorción de hierro. Por eso se aconseja esperar 2 horas tras una comida para tomar estas bebidas.
  6. La vitamina C facilita la absorción de hierro.
  7. El calcio disminuye la absorción de hierro.

¿Cuál es el mejor suplemento de hierro para curar la anemia por carencia?
Depende de cada caso y será su médico quien se lo indique. No es lo mismo una embarazada sana que un señor con insuficiencia renal crónica, por ejemplo, así que el tratamiento es individualizado.

Los suplementos de hierro vienen en forma de sales. Cada sal tiene una cantidad diferente de hierro elemental y son más o menos fáciles de tolerar. Sí, hay preparados de hierro que pueden sentar mal, irritando el estómago. Si echamos un vistazo a la Guía de Prescripción Terapéutica, podemos ver que el fumarato ferroso tiene más cantidad de hierro ferroso (el que mejor se absorbe) que el gluconato ferroso, por ejemplo. Si no se toleran los preparados con más cantidad de hierro, se puede cambiar a otros con menor contenido,más fáciles de tolerar.

¿Cuánto tiempo tendré que estar tomando hierro?

El tiempo necesario hasta recuperarse de la anemia y 2-3 meses más para recuperar los depósitos de hierro y evitar sufrir una nueva anemia en poco tiempo.

Me da miedo tomar pastillas o ampollas de hierro, ¿puedo tomar Floradix, que es más natural?
Menciono esta marca por la frecuencia con la que me han preguntado acerca de sus comprimidos y sus jarabes.

Floradix se anuncia como “complemento vitamínico natural compuesto de hierro, vitaminas, especies vegetales y zumo de fruta que te aporta el hierro y los nutrientes que tu cuerpo necesita en épocas de decaimiento y astenia primaveral“. Si miramos su composición, vemos que contiene gluconato ferroso, una sal de hierro que contiene aproximadamente 12 mg de hierro elemental por cada 100 mg de sal, un porcentaje bastante bajo. Además, indican que por cada 10 ml de jarabe aportan 7.5 mg de hierro. Evidentemente es un jarabe fácil de tolerar, que irritará poco la mucosa gástrica, pero difícilmente cubrirá las necesidades de hierro elemental cuando se sufre una anemia.

¿No es mejor que me pongan el hierro por vena?

No siempre. El hierro por vía intravenosa tiene unas indicaciones muy específicas, ya que presenta riesgos como el de causar una reacción alérgica de cierta gravedad.

Espero que haya gustado esta segunda parte. Encantada de responder dudas en los comentarios :)