Lo comentó en su día Maria José Mas en twitter y en su blog hablando del síndrome alcohólico fetal. También lo cuenta Julio Basulto en su libro “Mamá come sano“. La cantidad de alcohol recomendada en embarazo es cero. Cero redondo, cero patatero. Y vuelve a insistir la revista científica The BMJ con el artículo “Should women abstain from alcohol throughout pregnancy?“, afirmando con rotundidad que

Teratogenicity has been conclusively shown in clinical, behavioural, and epidemiological studies, and undisputed teratogenic effects include fetal alcohol syndrome, mental retardation, a spectrum of developmental and behavioural abnormalities, and low birth weight.

Se estima que al menos un 1% de los recién nacidos vivos sufren los efectos de la ingesta de alcohol durante el embarazo. Se desconoce cuál es el límite de seguridad, el consumo mínimo a partir del cual el feto verá alterado su desarrollo neurológico. El nivel a partir del cual empezarán los problemas varía de mujer a mujer por su genotipo, etnia, metabolismo, nutrición y si al hábito enólico se añade hábito tabáquico. Por desgracia no es posible confiarse diciendo “Bueno, tomaré una cerveza sin alcohol“, ya que según las leyes actuales una bebida sin alcohol puede contener hasta un 1% de alcohol y una 0,0%, hasta 0.09%. Puede parecer que no es para tanto, pero no deja de ser una cantidad de alcohol que se ingiere.

¿Y cuáles son los efectos del alcohol sobre el cerebro en formación del feto? Pues puede ir desde alteraciones en el comportamiento y en el rendimiento escolar hasta el síndrome alcohólico fetal, que se caracteriza por peso y talla bajos, acompañados de una cabeza pequeña con una cara muy característica como se puede ver en la siguiente imagen:

Foto cedida por @MasTwitts de su blog http://neuropediatra.org/

A los problemas anteriores se suma la posibilidad de sufrir malformaciones del corazón, el paladar o de las manos, así como hernias abdominales. En cuanto al desarrollo neurológico durante la infancia, se suelen detectar retraso en el lenguaje,mala coordinación, problemas de vista y oído, trastorno en el aprendizaje con mal rendimiento en la escuela, problemas de conducta e incluso posibilidad de desarrollar epilepsia infantil.

Te estás poniendo tremendista, diréis. Por una copa de vino no pasa nada. De nuevo, el artículo que he mencionado antes lo deja claro:

All “prescribing” in pregnancy is a balance between risk and benefit. The balance in relation to alcohol falls clearly on the side of risk. Alcohol is not essential to the health or wellbeing of a pregnant woman and is known to be teratogenic to her baby.

Un embarazo dura 40 semanas. Durante el primer trimestre, el consumo de alcohol se asocia, además de lo descrito hasta ahora en este post, a un incremento del riesgo de aborto. Los médicos debemos ser claros con este tema y, sobre todo, recalcar que no se tratar de etiquetar a una mujer como “bebedora”, sino hacer hincapié en que el límite de seguridad es “no tomar NADA de alcohol”.

4 opinaron sobre “Si estás embarazada o buscando embarazo…alcohol 0%

  1. Los rasgos faciales del Síndrome alcohólico-fetal, son parte de las alteraciones que produce el alcohol; pero ni son específicas (se presentan en muchos síndromes y otras causas), ni son las más graves. Sólo se pueden atribuir al alcohol cuando se tenga constancia del consumo de alcohol durante embarazo.

Los comentarios están cerrados.