Entre mis lecturas diarias está el blog de Molinos. Precisamente hoy he leído su entrada “Escépticos: el programa“ y me ha llamado mucho la atención el siguiente párrafo:

Lo difícil es hacer este mismo programa sin sacar a la chalada de las flores de bach, ni al de la acupuntura, ni al de la limpieza de colon, sino sacando a médicos, terapeutas y demás contando como la medicina “cura”, como no es una cosa de magia, Enseña como la medicina no es una estrategia maligna de las farmacéuticas para hacerse con el control del mundo. Muestra como la medicina es una ciencia estudiada, comprobada y una suma de trabajos y esfuerzos a lo largo del tiempo. Cuenta como “cura” la medicina, eso es lo que tienes que hacer para transmitir ciencia e información. Y cuéntalo bien, de manera entretenida, dinámica y didáctica. Eso es muy difícil.

Como crítica constructiva este párrafo me parece estupendo, es el acicate necesario para mejorar las cosas y darnos cuenta de que para divulgar no sólo hay que meter el dedo en el ojo del pseudocientífico, sino al mismo tiempo explicar qué hacemos los científicos, cómo “funciona” lo que hacemos y estudiamos.

Empecemos…

El cáncer es más viejo que la pana. Se lanzan muchos mensajes de prevención, cuidarse uno mismo,se afirma estamos avanzando en la lucha contra él…pero no todo el mundo tiene bien claro qué es ni cómo luchamos los sanitarios contra él.

Para entender el cáncer tenemos que hablar primero de nuestras células. Tenemos millones de ellas en el organismo, haciendo cada una su trabajo y regenerándose cuando llegan a un punto en el que no pueden funcionar con eficacia. Ese proceso de regeneración se da fundamentalmente en dos grandes etapas: muerte y destrucción de la célula vieja que ya no puede más, conocida como apoptosis, y generación de una célula nueva a partir de otra que está en plena forma, conocida como ciclo celular.

Imagen extraída de http://sonicando.com

Hace un tiempo, Sonicando describía el ciclo celular como una lavadora: se moja la ropa, se enjabona, se enjuaga, se echa suavizante, se enjuaga, se centrifuga, etc. La lavadora controla cuánto tiempo dura cada fase, cuándo se inicia cada una y en qué orden van. Lo mismo ocurre con una célula, que para poder dividirse en dos tiene ciertas fases muy controladas, recibe órdenes para empezar cada fase, se revisa cada una de ellas ha ido bien y se asegura que no hay anomalías que obliguen a parar el proceso. Quienes vigilan que no haya fallos son genes que producen determinadas proteínas, las cuales vigilan atentamente ese ciclo.

Si todo lo anterior va bien, la célula se divide en dos. Si hay algún pequeño fallo entre fase y fase, los genes ordenan parar ese ciclo para enmendar el error. Y si los daños son graves y se pierde el control del ciclo celular…esa célula defectuosa se divide y divide sin parar, originándose ese temido cáncer, ese conglomerado de células malignas que crecen exponencialmente, sin orden ni concierto. Y sin descanso tampoco.

¿En qué nos afecta a nosotros ese grupo de células malignas, ese cáncer? En varios puntos:

1. No cumplen con sus funciones, con el perjuicio que nos acarrea el que, por ejemplo, no sinteticen determinadas proteínas ni ayuden a fabricar determinadas hormonas o lo hagan mal, desajustando el metabolismo y equilibro de nuestro cuerpo.

2. Al crecer de forma desordenada se forma un mazacote que comprime a las células vecinas. El ejemplo más claro: un cáncer de estómago que lo obstruya e impida que entren alimentos.

3. Son células que producen unas determinadas proteínas que dan lugar a un estado de extrema desnutrición conocido como caquexia e inhiben el apetito.

4. Ocasionan un intenso e insoportable dolor al infiltrarse esas células cancerígenas en el músculo, los huesos o los nervios sanos. No debemos olvidar que el dolor es uno de los mecanismos que tiene el cuerpo para avisarnos de que algo no va bien.

Espero que os haya gustado. Dudas, críticas, flores y bombones en los comentarios, como siempre :)

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He recibido en un mes 5 correos preguntándome por el hoax que rula por ahí afirmando que el bicarbonato cura el cáncer y los médicos somos unos malos-malosos que no queremos que se sepa para enriquecernos y que siga existiendo la Oncología. Oh my gosh. Cuando mi admirado Mapoto me escribió para preguntarme qué sabía del tema, que al pobrecillo lo tenían bombardeado , pensé que ya era hora de hablar de eso por aquí.

¿QUÉ ES LO QUE CUENTAN EN EL HOAX?

Pues mira, no difiere mucho de otros hoax, sigue el mismo estilo:

- El que lo escribe dice “Soy médico y me niego a creer que sólo la radio y quimioterapia son las salvadoras del cáncer”. Falacia de la autoridad. Por cierto, no da su nombre, ni apellidos ni número de colegiado, con esos datos empezaría a darle credibilidad o por lo menos tener la oportunidad de ponerme en contacto con él y hacerle un par de observaciones o pedirle explicaciones.

- Afirma con rotundidad que la cura de una enfermedad la tienes ante tus narices, en exclusiva en ese correo: “ Derrotando al Cáncer: Un Aliado Insospechado. En Tu Botiquín Puedes Encontrar la Kryptonita para el Cáncer. Se los mando para que simplemente se documenten y pongan atención al contenido. Que casualidad, ustedes no saben la fe que le tengo al bicarbonato, cuando hay problemas de mala digestión, gases, malestares estomacales (tomar 1 cucharadita en 4 dedos de agua), es una bendición y ahora me entero, que para el cancer es curativo y preventivo. Si el bicarbonato fuera la solución lo emplearíamos, ya que le ahorraríamos a la Seguridad Social miles de “minoyes” en tratamientos para el cáncer, ahorrariamos recursos y podríamos emplear ese dinero en otras enfermedades o programas de Salud.

-Afirma de forma rotunda que “DETIENE y cura el cáncer“. Además, alude como siempre a la mafia médica, “Alivia de manera muy importante los efectos secundarios tan negativos de la quimioterapia. Así es: Los especialistas convencionales, que forman parte consciente o inconscientemente del aparato financiero más depredador de la historia, el complejo industrial farmacéutico-médico siguen convencidos de que el cáncer es un misterio impenetrable. La “solución” de la medicina organizada para el cáncer reside en tres procedimientos muy riesgosos y altamente invasivos: cirugía, quimioterapia y radiación.” Si detiene y cura el cáncer, ¿para qué lo vas a querer usar como alivio de los síntomas de la quimio? ¿Y cuándo me vas a explicar cómo y por qué funciona? Que me tienes en ascuas, muchacho…

- No da referencias bibliográficas de ningún artículo, ni prueba lo que dice con ningún estudio, ensayo, análisis ni nada, no da una explicación bioquímica o fisiológica, ni siquiera a nivel barriosesamero. Es cuestión de fe, te lo crees o no te lo crees. Muy científico esto, sin dudarlo. Eso sí, menciona libros megaguays y doctores megaguays que son megaalternativos porque no están alineados con la medicina depredadora que se carga a los pacientes por beneficio económico. Toma Jeroma pastilla de goma…

- Para dar mayor credibilidad, entona el canto victimista de “nuestros colegas de la mafia médica nos dan la espalda y no nos creen, nos sabotean e impiden que podamos explicarnos bien, pero gracias a Internet podemos rular esta terrible verdad”. Originales son, sin dudarlo. “ El Dr. Sircus así lo asegura. “No existe estudio alguno que separe los efectos del bicarbonato de sodio de los agentes tóxicos de la quimioterapia… ni los habrá…”dice resignadamente el doctor.” Los farmacéuticos también reciben estopa, dice que son pillos pero no tontos. Ains.

-Hablan de la vitamina B17 que…tachán, no existe. Dicen que es una vitamina anticáncer pero no se ha conseguido demostrar en ningún estudio y no se le considera vitamina.

- Y la joya de la corona, la perla que hizo que casi me cayera de la silla: “ Porque el cáncer parece ser causado por una severísima infestación de hongos en los órganos internos, permitida por una baja en el sistema inmunológico sea por déficit de vitamina B17, problemas emocionales mal manejados, o una suma de todo. Pero las buenas noticias es que ¡hay solución para ello!”. Ahivalahostiapatxi, el pobre Sonicando currándose un artículo para explicarnos el por qué del cáncer, cómo en un principio las células se reproducen con naturalidad para dar lugar a recambios naturales de nuestro cuerpo, que las células viejillas se sustituyen por otras más jovencitas pero un día ese mecanismo se estropea y hala, a reproducirse sin orden ni concierto…y llega este tío en un mail y tira por tierra su explicación. Pena me ha dado, oye.

- Para rematar, el bicarbonato es lo más de lo más, no sólo cura el cáncer sino que si haces gárgaras con él, adiós virus de la gripe, si te bañas en agua con bicarbonato eliminas infecciones vaginales, si te la pones en piel expuesta a veneno seca la herida y extrae el veneno…apesta a hoax. El virus de la gripe no se ve afectado por las gárgaras con bicarbonato, es más eficaz seguir las normas de higiene. En cuanto a bañarte en agua con bicarbonato, la vagina tiene un pH determinado que varía con las infecciones vaginales, sí, pero el bicarbonato no va a afectar a un herpes genital, no le va a hacer mucha pupa a una Trichomona o una cándida, mejor ve al ginecólogo y que te ponga un tratamiento específico, no sé, un antimicótico, un antivírico…

¿QUÉ HACEMOS CON ESTE HOAX?

Pues tirarlo a la papelera, eso de ocupar espacio en la cuenta de correo es un incordio. Y no, no pienso molestarme en explicar científicamente por qué el bicarbonato no actúa contra el cáncer, la carga de la prueba incumbe al que afirma, no quiero enrollarme más y todavía sigo esperando que llegue un magufo de éstos y se digne a gastar tiempo en explicar las cosas en vez de currarse correos como éste, con tantos colorines, mayúsculas y frases rimbombantes.

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Hace poco tiempo Hector, uno de los que escriben en el blog Psicoteca,ciencia.jpg me recomendó un artículo de “El cerebro de Darwin” en el que se hablaba de la Ciencia y el método científico, diferenciándolo de la Pseudociencia. Por lo que he comprobado, la Pseudociencia en Medicina suele abundar especialmente en el terreno de las enfermedades crónicas, incurables o difícilmente tratables, haciendo hincapié en el cáncer. Si un tiempo atrás hablaba yo de las falacias montadas sobre el uso del sujetador y el cáncer de mama, hoy vengo a contarles que el aloe vera no cura el cáncer. Y que la Pseudociencia se difunde estupendamente a través de los hoax y correos en cadena.

Recibo en mi cuenta de correo un documento en pdf en el que relatan la cura casi milagrosa de varios casos de cáncer gracias al jarabe de aloe vera, casos que permanecen inexplicables y que no tienen evidencia científica alguna, pero aún así se recomienda la ingesta de ese jarabe porque “empíricamente”se ha comprobado que lo cura. Impresionante. Desde que comenzó el boom del empleo de esta planta en cosmética y salud, en cremas, alimentos (he visto los yogures con trozos de aloe vera), jabones, lociones para después del afeitado, ungüentos para tratar quemaduras y heridas y mil productos más, se le han atribuido miles de propiedades, algunas fácilmente comprobables y otras que no tienen demostración alguna ni pasarían la prueba de una investigación seria y correctamente realizada. En ese artículo, no sólo no formulan al menos una hipótesis ni explican el mecanismo por el que actuaría dicho jarabe de aloe, paso importante para convencer a cualquier persona con un mínimo de rigor científico y sentido común, sino que mezclan ciencia y pseudociencia al afirmar que el paciente debe “someterse a los controles médicos para saber cuánto cáncer tiene”, con el fin de hacer más creíble lo que se cuenta. Se propone que él mismo se prepare el brebaje según la receta de un franciscano brasileño con dos hojas grandes (ó más, si son pequeñas) de aloe vera, que se lavan, se les quita las espinas y se recortan ligeramente sus rebordes; luego se le añade medio kilo de miel, siete u ocho cucharadas soperas de coñac o whisky y todo eso se pasa por la batidora. Ese jarabe constituye una “unidad de tratamiento”. Se afirma que el paciente debe tomar el brebaje, tres cucharadas soperas al día, y luego se debe hacer un análisis para ver en qué estadío se halla el cáncer ,y si éste ha progresado, debe doblar la dosis hasta que el cáncer se detenga. Y cuando haya desaparecido, el paciente puede dejar de tomar el jarabe o tomarlo como prevención durante un año. Impresionante.

Argüirán los pseudocientíficos que los estudiantes y profesionales de la Salud despreciamos las terapias alternativas por sistema, sin pararnos a comprobar su eficacia empírica. Precisamente ése es su fallo, que cuando tratamos de comprobar su eficacia con unos métodos estandarizados, cuando cumplimos el principio de reproducibilidad de la investigación ( todo lo que se descubra debe ser repetido por diversos investigadores en diversos estudios y laboratorios, con el fin de verificar que no haya sido fruto de la casualidad, sino un verdadero descubrimiento científico) nos encontramos con que no podemos demostrar que esas terapias y esos remedios tan fantásticos realmente sean ciertos. No existe un sólo artículo científico publicado en una revista seria ni indexado en ninguna base de datos científica que apoye lo que en ese artículo he leído, no hay ningún investigador con un mínimo de rigor que haya demostrado paso por paso el éxito de tal terapia.

Respecto al aloe vera, se ha conseguido comprobar muchas de las propiedades que se le atribuyen, sobre todo en cosmética, pero no se ha demostrado que cure ningún tumor, mucho menos con ese brebaje tan exótico. Lo más triste de todo esto es que se juega con la esperanza de los enfermos de cáncer, una enfermedad con alta morbilidad y mortalidad que se lleva por delante la salud, la vida y la alegría del paciente y su entorno.

EDITADO: Ante la avalancha de spam y de comentarios irrespetuosos (amén del cansancio que dan quienes comentan sin aportar pruebas de lo que dicen) se suprimen los comentarios de este artículo

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