En este artículo de Healthbolt podéis conocer la historia de Ariana Page Russell, una mujer que tiene una curiosa patología denominada dermatografía.
La dermatografía es una afección de la piel que afecta a un 5% de la población. Quien la sufre ve cómo su piel, al rascarse, se vuelve roja y hace relieve allá donde se ha rascado. Es una piel muy sensible que al mínimo roce muestra una reacción exagerada. No es una enfermedad grave, pero sí bastante fastidiosa. Sin embargo, Ariana no sólo no se siente incómoda por ello sino que utiliza su dermatografía como una forma de expresión, de crear arte. Con una aguja de punto va rascándose y creando formas y dibujos en su piel que luego fotografía antes de que de que desaparezcan (su piel tarda aproximadamente 30 minutos en volver a su estado original y si los síntomas son especialmente graves se solucionan con antihistamínicos). Aquí tenéis una de sus fotografías:
Esta forma de arte corporal quizá recuerde a muchos a la escarificación, donde la persona se hace cortes de mayor o menor profundidad así como quemaduras leves que al curarse forman una escara que luego se cae, creándose de este modo una cicatriz con relieve. En personas que muestren predisposición a la formación de queloides esta cicatriz se acentúa aún más. Es una técnica usada por tribus africanas y sudamericanas que se ha popularizado, siendo actualmente una forma alternativa de decorar la piel preferida por muchos, ya que no es necesaria la utilización de pigmentos y es bastante atractiva la formación de relieves y hendiduras. En la foto podéis ver una espalda escarificada y en Flickr podéis ver otra escarificación más moderna y bastante original ( no me he atrevido a poner la foto aquí porque no he encontrado en ningún lado la licencia Creative Commons ni ninguna mención a que se pueda difundir). Para retirar una escarificación es necesario realizar una dermoabrasión, sin poder asegurarse del todo el buen resultado, especialmente si la persona tiene tendencia a la queloidización.