La dieta Dukan es la dieta de moda, la que más mola en la actualidad y más fans y detractores encarnizados tiene. Meterse en un foro y leer los mensajes que se cruzan unos y otros es una estupenda distracción un domingo que llueva y se esté aburrido.
Bromas aparte, la dieta Dukan ha llamado la atención de mucha gente, especialmente de nutricionistas y personas con unas mínimas nociones de Fisiología. Quien conozca la fisiología de la digestión y absorción de proteínas por nuestro organismo sabrá cómo funciona esta dieta, por qué es tan seductora y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
La dieta Dukan se basa en una dieta hiperproteica y una campaña de mercadotecnia atractiva, ya que está diseñada por un médico nutricionista francés y, tal como indica en su página oficial, “Cinco millones de franceses no pueden estar equivocados”. No es necesario ir a un endocrino o nutricionista cada semana o quince días a pesarse y ver qué tal se lleva la dieta, se dispone de una página web bastante bien estructurada y de una serie de libros oficiales en los que se explica en qué consiste ese método y se dan una serie de principios y consejos. Recuerda bastante a la dieta Atkins, ideada por un cardiólogo canadiense en los años 70, que fue una revolución en su momento y después se desechó por los efectos secundarios para la salud (insistiré en ello más adelante).
Para nuestro organismo, la principal fuente de energía son los hidratos de carbono, que aportan 4 kilocalorías por gramo, al igual que las proteínas, frente a las 9 kilocalorías que aporta un gramo de grasa. Cuando estamos realizando una determinada actividad física, recurre primero a los hidratos de carbono, posteriormente a las grasas y por último a las proteínas, que son los “ladrillos” de nuestro organismo, lo esencial que se debe proteger y conservar a toda costa.
Los alimentos ricos en proteína son más agradables por lo general para la población ( ¿qué os atrae más, un filete o una ensalada?) y sacian antes el apetito que los hidratos de carbono. Dukan pensó que si se restringía de forma severa el consumo de hidratos de carbono y se aumentaba el de proteínas iba a lograr algo maravilloso: adelgazar de forma notable y agradable, no es lo mismo dejarse tentar por el lado lechuguil de la fuerza que por el imperio de la chuleta.
Hasta aquí tenemos las cosas clara: una dieta sencilla, agradable de llevar y que ofrece resultados rápidos y visibles. Grandes ventajas. Sin embargo, tiene unos inconvenientes que hay que tener en cuenta:
- El consumo excesivo de proteínas de origen animal lleva asociado también un exceso de fósforo y de grasas saturadas, contribuyendo a la osteoporosis (el fósforo “barre” al calcio del organismo, compìte con él por ser absorbido en nuestro cuerpo y ayuda a que sea expulsado por la orina) y a las enfermedades cardiovasculares. Además, el exceso de eliminación de calcio por la orina contribuye a la formación de cálculos renales y los dolorosísimos cólicos nefríticos.
- El cuerpo no puede absorber todas las proteínas que se le introducen, con lo que tendrá que eliminar una cierta cantidad…por la orina. Más sobrecarga para el riñón.
- Es una dieta que no se puede mantener de por vida sin causar alteraciones en el organismo, una dieta milagrosa, una dieta express…y cuando se deja, el efecto rebote es tremendo al consumir aquellos alimentos ricos en hidratos de carbono que estaban prohibidos.
- Al tener que recurrir el cuerpo a combustionar proteínas por no disponer de hidratos de carbono ni de grasas, se producen elementos tóxicos como el amoniaco, que al circular por la sangre y llegar al cerebro da lugar a dolor de cabeza y malestar. Esto en última instancia, claro está, cuando ya no queda otro recurso energético para el cuerpo.
Estoy abierta a aclarar todas las dudas que os hayan surgido…pero no quiero que esto se convierta en un debate “Dukan sí-Dukan no”
Actualización: el propio Dukan reconoce la formación de cuerpos cetónicos y anima a beber abundante agua para “eliminar esas toxinas”. Por otra parte se está lucrando de lo lindo con la línea de productos complementarios para esa dieta, el otro día pude ver en un supermercado unos cubitos aceleradores del tránsito intestinal, con fibra concentrada. Por otra parte, la agencia francesa de sanidad y numerosos endocrinos advierten el efecto rebote que suelen sufrir quienes siguen esta dieta tan poco saludable. Y no, no hablo de oídas, estoy terminando de leer el libro de ese señor, información de primera mano…