¿Recordáis esta entrada acerca de los poros del condón? Sí, esa que se llevó unos cuantos comentarios y algo de polémica, junto con esta otra en la que comento que el preservativo bien usado es un buen método de barrera frente al VIH. Pues bien, en este artículo continúo con la serie “Mitos en torno al SIDA“, hablando hoy de las mujeres seropositivas que se queden embarazadas. Como no es mi intención escribir un tochazo, tanto por falta de tiempo como por no saturar al personal, dejo para otro día el supuesto de que sea él y no ella quien porte el VIH.Sé que también anda pendiente otro artículo acerca del mito “El VIH no existe”, que ya caerá ;)

1. RECORDATORIO

Recordemos que las tres vías de transmisión del VIH son la vía sexual,el contacto con sangre y sus derivados que estén infectados y la transmisión vertical, palabro técnico que indica el paso del VIH de la madre al feto durante la gestación. Centrándonos en esta última vía,hay que tener presente que la infección se puede producir tanto durante el embarazo (especialmente en el 3º trimestre de gestación) como en el parto y la lactancia (de hecho, la lactancia está contraindicada en caso de ser la madre portadora del VIH).

2. ¿ES POSIBLE QUE UNA MUJER SEROPOSITIVA TENGA UN HIJO LIBRE DE VIH AL 100%?

Al 100% no, pero sí se puede lograr que la posibilidad disminuya hasta el 1%, lo cual ya es decir. ¿Cómo se logra eso? Tratando a la madre y realizando análisis periódicos para comprobar la carga viral (tal como cuento aquíEs el número de copias de ese virus que tiene un paciente. Cuanto mayor sea, más probabilidad de desarrollar el SIDA, con todas sus complicaciones, porque hay un exceso de VIH y no se puede defender bien“) ya que si es elevada se realiza una cesárea (aunque en general se tiende a hacer cesáreas para evitar complicaciones), añadiendo el tratamiento del recién nacido. Extendiéndome un poco más: si existen indicaciones clínicas de tratar a la madre, se le trata con tres fármacos antirretrovirales si no estaba recibiendo tratamiento anteriormente. Luego, durante el parto, se le administra Zidovudina (un fármaco antirretroviral) por vía endovenosa a la madre y posteriormente se le administra este mismo fármaco al recién nacido durante 6 semanas en forma de jarabe. Es el mejor tolerado por el recién nacido y la madre, ofreciendo menos efectos secundarios ( una ligera anemia en los recién nacidos) y una buena reducción de la transmisión materno-fetal del VIH. Quien tenga curiosidad por el tema puede echar un vistazo a lo que cuentan aquí del Protocolo ACTG 076, un estudio en el que se evaluó la eficacia de la Zidovudina para disminuir todo lo posible la transmisión de la madre al bebé del VIH.

Y aquí no acaba la cosa. Se desaconseja la lactancia materna, con el fin de evitar la transmisión de VIH al recién nacido y se comprueba que, efectivamente, no está infectado. Después de eso, a disfrutar de la criaturita :)

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