Estamos en Marzo, con la primavera cerquita, los centros de “Nutrición y dietética” afinando la cinta métrica y pasando un pañito a la caja registradora, las leyendas urbanas sobre el metabolismo lento y las barbaridades que llegan a mis oídos y mi correo, tales como la dieta según tu grupo sanguíneo según me comentó Ezne, las píldoras de vinagre de manzana, tomar levotiroxina para desperezar a tu metabolismo como me comentó Cora, que el pobre no le da la gana currar y quemar las calorías acumuladas, las infusiones quemagrasas y otras zarandajas. Hoy me voy a centrar en el uso de la levotiroxina para adelgazar, por parecerme quizá uno de los mitos más peligrosos.
1. ¿QUÉ ES EL METABOLISMO?
Si acudimos a la señora RAE, nos encontramos con esto:
(Del gr. μεταβολή, cambio, e -ismo).
1. m. Biol. Conjunto de reacciones químicas que efectúan constantemente las células de los seres vivos con el fin de sintetizar sustancias complejas a partir de otras más simples, o degradar aquellas para obtener estas.
El metabolismo se compone de anabolismo (creación) y catabolismo (destrucción). Con el catabolismo, en el cuerpo se aprovechan los hidratos de carbono, los ácidos grasos y las proteínas (en última instancia) para la creación de energía con la que funcionar. A una persona que desee adelgazar le interesa un incremento del catabolismo, que se destruyan más ácidos grasos para adelgazar. Muy simplificado, pero se entiende, ¿no?
2. QUIERO QUE MI METABOLISMO SE ACELERE
Antes de que me lluevan collejas, aclaro que este título es una falacia y que es el pensamiento que suelen tener muchas personas a las que no se les ha informado debidamente. Señoras, señores, damos y caballeras: el metabolismo no se acelera. No. El metabolismo no es ni más ni menos que la definición que he dado antes. Puede aumentar el catabolismo, la cantidad de material usado como combustible para darle energía al cuerpo, pero no ser más rápido. Por favor, desterrad de vuestras mentes los conceptos de metabolismo lento y metabolismo rápido. Y repito lo que seguramente habréis oído repetir a muchos médicos, endocrinos y médicos de cabecera especialmente: PARA ADELGAZAR HAY QUE GASTAR MÁS ENERGÍA DE LA QUE SE CONSUME. No hay otro remedio, otro truco (hay excepciones, claro está, pero en la mayor parte de los casos se cumple).
3. ENTONCES, ¿CÓMO ADELGAZO?
Gastando más energía de la que se consuma. Una dieta equilibrada, ejercicio físico de forma regular y adaptada a cada uno y mucha, mucha paciencia y sentido común. No es buena idea intentar perder diez kilos en un mes para estar preciosos el día de la boda de la prima Carmela ni seguir la dieta maravillosa de la revista que sea que nos asegure que vamos a parecer sílfides y Vicky Palillos Beckham va a parecer una foca a nuestro lado. La dieta de la piña, de la mandarina, de la chirimoya, de lo que sea, no es una dieta equilibrada ni adecuada, porque aunque se pierda volumen será a base de malnutrirse, así de crudo os lo cuento.Y no, nadie está gordo porque tenga toxinas que depurar. Y la retención de líquidos suele obedecer a causas que un licenciado en Medicina puede diagnosticar y tratar de forma conveniente. Abusar de diuréticos no es buena idea, por los desequilibrios hidroelectrolíticos y la paliza que se le va a dar a los riñones. Autotratarse una retención de líquidos puede llevar a demorar el diagnóstico de lo que esté causando esa dichosa retención y puede empeorar las cosas si no se trata bien.
Es cierto que hay patologías que nos llevan a aumentar de volumen sin remedio (nótese el matiz), pero ésos son casos apartes que debe evaluar un médico en la consulta.
4. LOS “TRUCOS” Y MILAGROS PARA ADELGAZAR.
Y ahora, vamos al turrón. House dice que todos los pacientes mienten. Yo digo que todo el mundo, en algún momento de nuestra vida por lo menos, hacemos trampas. Sobre todo a la hora de adelgazar. Hombre, si nos aseguran que tomando una tisana con no se qué hierbas y unas pildoritas chachis vamos a perder unos cuantos cm de cintura y dejaremos de lucir el michelín-flotador, la mirada se nos ilumina. Pero la realidad es otra.
Lo que quiero recalcar es el intento de algunas personas de conseguir levotiroxina en la farmacia con la idea de adelgazar. Muchas personas saben que la levotiroxina se le administra a las personas con hipotiroidismo porque es la hormona que les falta. También saben, porque lo han visto o lo han oído, que esa persona con hipotiroidismo tenía un “metabolismo lento, perezoso” y que al tomar la levotiroxina empiezó a adelgazar que daba gusto. Lo que no saben bien es el mecanismo de acción. Simplificando, podemos decir que estimula la producción de proteínas e incrementar el consumo de oxígeno en hígado, riñón, corazón y músculo. Eso, obviamente, da lugar a un aumento del catabolismo, una mayor necesidad de energía para cumplir estas funciones. Llegado a este punto me podréis decir: pues ya está, me administro la levotiroxina y me quedo con un cuerpazo de infarto. Y respondo: sí pero no. El cuerpo tiene su propia síntesis de hormonas tiroideas, en las cantidades necesarias para su buen funcionamiento. Meterle más de la cuenta es cierto que va a hacer que funcione a todo gas…y que provoque un bonito hipertiroidismo yatrogénico (yatrogénico significa causado por el tratamiento, por la intervención; en este caso, administrar más hormona tiroidea provoca un hipertiroidismo). En este enlace podéis comprobar cómo es un hipertiroidismo, con unos síntomas nada agradables, como pueden ser el nerviosismo, sudar como pollitos, diarrea, no aguantar ni una mijita de caló, etc. Así que repito : por el amor del Gran Tallarín, que no se os ocurra recurrir a esto para adelgazar. Recurrir a la ley del mínimo esfuerzo puede salir caro, en términos de salud.
Y esto es todo por hoy. Creo que ha quedado bien resumido el tema y que no me he dejado ningún fleco suelto. Las dudas, los desacuerdos, los intentos de soborno,las declaraciones de amor u odio, las flores y los bombones, en los comentarios