Leyendo estos días los diversos debates acerca de la PDD, me encuentro con algunas incongruencias, sinsentidos que hacen pensar o comentarios en los que se mezclan varios temas y nos hacemos todos un lío. Anoto algunas cosillas:

1. La edad establecida por la Ley para tener relaciones sexuales consentidas es de 13 años. Hasta ahora, una menor de edad no podía abortar sin el conocimiento ni consentimiento de sus padres. Curiosa paradoja legal: puede decidir tener relaciones sexuales, pero si se queda embarazada, no puede decidir qué hacer en ese caso.

2. Leo un artículo en Soitu en el que se comenta que en otros países en los que se dispensa la PDD en las farmacias sin receta desde hace bastantes años se constató que la tasa de abortos no disminuyó,sino que se mantuvo o incluso aumentó. ¿Ein? ¿Qué está pasando aquí? Se realizaron diversos estudios y tal como comenta Esther Samper “Lo que muchos investigadores se dieron cuenta en estos estudios es que facilitar el acceso a la píldora no implicaba directamente su uso, incluso aunque estuviera a mano en la propia casa. Muchas mujeres no consideraban que habían realizado prácticas sexuales con riesgo de embarazo y, por tanto, ni siquiera se planteaban la utilización de la contracepción de emergencia. Por otro lado, encontrábamos que si una mujer realmente era consciente del riesgo de embarazo, accedía a la píldora lo tuviera más fácil o más difícil.”

3. Hay quien dice que habrá chicas que tomen la PDD como abortivo, sabiendo que están embarazadas. Dice la OMS:” Las píldoras anticonceptivas de emergencia no deben ser administradas a una mujer que presenta un embarazo confirmado porque ya es demasiado tarde para prevenir el embarazo“. En ningún sitio he encontrado que ayude a desimplantar el embrión y expulsarlo y si se desaconseja el uso de la PDD con un embarazo confirmado es porque la PDD tomada en ese momento no ayuda a impedir el embarazo, no tiene ese efecto.

4. En algunos sitios he podido leer que la PDD tiene altas dosis de estrógenos y progestágenos. No, sólo tiene progestágeno sintético, 1.5 mg de Levonorgestrel.

5. Tal como se puede leer en este comentario de Dra Jomeini en Per Ardua ad Astra, “Hasta que no existió la píldora del día después, los médicos recetábamos dos comprimidos juntos de una píldora con alto contenido en etinilestradiol / levonorgestrel“. Así que la PDD no es nueva, no es algo que salga ahora.

6. Se ha hablado bastante de la dispensación de la PDD sin receta y la objeción de conciencia. Sí, una chica de 15 años puede ir a la farmacia a pedir la PDD pero el farmacéutico puede alegar reparos morales o religiosos para no dispensársela. Si le ocurre en una población con varias farmacias de guardia, puede ir a otra, si le ocurre en una población con una única farmacia de guardia ¿qué hace?

7. En el anterior artículo comenté que habría que incidir en la educación sexual por parte de los padres, no creo que sea buena idea confiar y dejarle todo el peso a la escuela. A esto, Cora me comentó que “Pues oye, conste que mi madre en su día me dijo -ya tenía yo por lo menos 20 tacos- que eso de los condones y las píldoras son engañabobos y nada fiables, y que lo único eficaz es que tu marido sepa retirarse a tiempo. De ahí mi total desacuerdo con quienes se oponen a la educación sexual en los colegios porque “eso es responsabilidad de los padres”, y de ahí también que no me explique cómo pude ser hija única…” Zas, en toda la boca. Que alguien me explique entonces de qué manera unos padres que no andan muy bien informados que digamos en materia de sexualidad, ITS, embarazos y demás pueden educar a sus hijos en esos temas…

8. Se ha hablado mucho de los efectos secundarios de la PDD. Hay mujeres a las que les ha sentado fatal y mujeres que no han notado nada, ni un simple mareo, de ahí que no se pueda generalizar sino que haya que recurrir a las estadísticas y ver el porcentaje de mujeres que les ha sentado mal o no, no nos podemos fiar de los testimonios “pues yo no noté nada”, “pues a mí me sentó fatal” sino, repito, ver las estadísticas.

9. Se ha hablado del posible aumento de coagulabilidad sanguínea, riesgo de trombosis venosa, etc. Reconozco que yo misma he patinado sin darme cuenta en los comentarios y he mezclado los efectos de la píldora anticonceptiva con los de la píldora del día después, así que rectifico en público: son dos medicamentos diferentes, la píldora anticonceptiva es un combinado de estrógenos y progestágenos que se administra diariamente por vía oral, en forma de parches, anillo, etc; la PDD sólo contiene progestágeno y se administra en una única toma por vía oral. La trombosis venosa profunda se asocia a la ingesta de estrógenos, no a los progestágenos. Todavía me estoy dando latigazos con los apuntes del MIR…

Seguro que vosotros también os habéis encontrado con unas cuantas paradojas e incongruencias y os habéis llevado las manos a la cabeza con este tema. Parafraseando a Anguita, podría decir que la clave quizás estaría en “Educación, educación, educación

Actualización:

Añado otras incongruencias:

10. No se sabe bien los efectos de la PDD en menores de edad ni qué efectos puede tener en púberes y adolescentes ese chute hormonal.

11. No se han establecido un límite de edad para la adquisición de la PDD, de modo que nos encontramos con que la mayoría de edad es a los 18, la mayoría de edad sanitaria es a los 16, la edad legal para tener relaciones sexuales consentidas es a los 13 y en medio tenemos la PDD sin receta y a los padres preocupados porque la ley es ambigua y sus hijas pueden tomar la PDD sin consultarles ni contarles nada y sin saber si pueden ejercer la patria potestad y tener autoridad en este caso.

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No pensaba hablar del tema, por falta de tiempo (no me gusta escribir a toda prisa y sin poder revisar bien lo escrito) y porque ya EC-JPR se ha marcado una buena entrada sobre el tema explicando las cosas.Sin embargo, las constantes preguntas (Sophie, qué es la píldora del día después, Sophie, qué opinas de que la dispensen sin receta médica, Sophie...) me han hecho buscar un hueco para buscar información y apuntar unas cuantas ideas.

Veamos: la píldora del día después contiene levonorgestrel en altas dosis, una hormona sintética (un progestágeno) que si se administra a una mujer en dosis pequeñas en combinación con un estrógeno y de forma periódica se inhibe la contractilidad de las trompas de Falopio, el moco cervical se hace más escaso y espeso, de manera que los espermatozoides ven dificultado su ascenso; y en caso de que hubiera una ovulación y posterior fecundación (se da en un pequeño porcentaje, por irregularidad en la toma de la píldora) el embrión no logra aferrarse al endometrio y es eliminado junto con él en esa menstruación artificial, reduciéndose hasta límites bajísimos la posibilidad de quedarse embarazada, tal como expliqué aquí. En altas dosis, resumiendo, se provoca una menstruación artificial, inhibiéndose la ovulación, de forma casi instantánea. En España se comercializan con los nombres Norlevo y Postinor.

¿Es un método abortivo? Ahí está el quid de la cuestión para muchas personas. El fin es, esencialmente, impedir un embarazo. Hay quien lo considera un método interceptivo, al impedir que haya ovulación y al provocarse una menstruación artificial instantánea, de modo que no se establecen las condiciones idónea para que haya fecundación y “agarre” al útero, empezando a desarrollarse durante 9 meses. Hay quien lo considera un método abortivo, ya que si se toma una vez producida la ovulación, es probable que haya habido fecundación y el óvulo fecundado es arrastrado en esa menstruación artificial. La Ciencia no puede delimitar con exactitud cuándo ocurre una cosa y cuándo otra.

¿Tiene efectos secundarios? Como todos los fármacos, y aquí repito algo que he dicho muchas veces: cuando un médico prescribe un medicamento, es porque los beneficios superan a los riesgos. El efecto secundario más temido es una mayor probabilidad tromboembolismo venoso por aumento de la coagulabilidad de la sangre y formación de un trombo (un tapón de sangre coagulada en una vena, para entendernos) que, si se desprende de la vena y va circulando por el organismo puede terminar en la circulación pulmonar, originando un tromboembolismo pulmonar. Si echamos un vistazo a la Guía de Prescripción de Terapéutica, leemos “Efectos adversos:irregularidades menstruales (v. también notas anteriores), náuseas, dolor hipogástrico, fatiga, cefalea, mareos, mastalgia, vómitos.” Como bien ha apuntado EC-JPR, el riesgo de tromboembolismo es mayor en una mujer que tome levonorgestrel que en aquélla que no lo tome, pero es inferior al que tiene una mujer embarazada. Concretamente, la Guía de Prescripción Terapéutica dice “El riesgo de enfermedad tromboembólica venosa aumenta (sobre todo, durante el primer año) entre las usuarias de anticonceptivos orales, pero el riesgo es considerablemente menor que el asociado en el embarazo (aprox 60 casos de enfermedad tromboembólica venosa por cada 100.000 gestaciones). [...]
La incidencia de tromboembolismo venoso entre mujeres sanas, no embarazadas, que no toman ningún anticonceptivo oral es de unos 5 casos por 100.000 mujeres cada año. Entre las que toman anticonceptivos orales combinados que contienen progestágenos de segunda generación, como por ejemplo levonorgestrel, la incidencia se aproxima a 15 por 100.000 mujeres y año de uso.
“ Creo que con estos datos en la mano es más fácil tener una opinión formada y que cada cua opte o no por tomarse la píldora del día después.

Me han pedido mi opinión personal, opinión que no he podido dar hasta ahora de forma completa por no tener todos los datos en la mano.

La píldora del día después es un método de emergencia, no un método anticonceptivo más; dudo mucho que se convierta en eso, por su precio (ronda los 20 euros) y lo desagradable de sus efectos secundarios, amén de que no protege frente a ITS. Conozco casos cercanos de chicas que lo han pasado mal tomando la píldora del dia después (por sus efectos secundarios y el susto en el cuerpo) y han cruzado dedos para no tener que tomarla nunca más. Como dije hace poco e irónicamente, creo que la mayoría de las mujeres prefieren tomarse una pastillita a diario con el desayuno (por la píldora), llevar un parche muy mono o usar preservativos, que hoy en día los hay de colores, sabores, estrías y un poco más e incorporan hilo musical y te hacen el colacao tras el coito.

Respecto a facilitar la adquisición de esta píldora, quiero hacer un par de matizaciones. Considero que el prohibicionismo no es bueno, que es mejor enseñar a utilizar la libertad, ser responsable de los propios actos, etc. Tampoco veo positivo un Papá-Estado que nos diga lo que debemos y no debemos hacer, regulando cada aspecto de nuestra vida, sino que más bien se deberían ofrecer opciones, dentro de lo legal y sin pisar los derechos de nadie ni fastidiar al vecino. Eso sí, a la hora de ofrecer esas opciones, se debe hacer informando de forma detallada, explicando los pros y los contras. La píldora del día después es un método que puede considerarse tanto interceptivo como abortivo, tal como he explicado anteriormente y creo que es una decisión personal tomarla o no tomarla.

Lo que no me termina de convencer es el hecho de dispensarla sin receta médica, lo que implica que la compras sin consejo médico. Mis motivos: considero que es más seguro para una chica que un médico la atienda, vea su historia clínica y descarte antecedentes de embarazo ectópico, problemas hepáticos graves o síndrome de malabsorción, le explique (tal como viene mencionado en la Guía que ya he citado varias veces) que la siguiente regla se puede adelantar o retrasar, debe utilizar preservativos hasta la siguiente regla y acudir de inmediato al centro de salud si nota un dolor fuerte en el bajo vientre o la siguiente regla es escasa, abundante o breve en comparación con las anteriores o no aparece, le pregunte qué medicamentos está tomando en ese momento y vea posibles interacciones, le explique que si le entran “fatiguitas” (náuseas) lo mejor es que tome domperidona para frenarlas y para evitar vómitos. He leído y escuchado que sí, que eso está muy bien, pero que por desgracia muchas chicas se encuentran con que hay médicos que se acogen a la objeción de conciencia para no dispensar la píldora del día después y tienen que peregrinar de centro de salud en centro de salud, para luego encontrarse con que hay farmacias en las que también se niegan a dispensarla, de modo que la decisión de dispensarla sin receta médica evita esos disgustos y calvarios. Para eso, propongo una medida que creo que es sencilla y equilibra todo esto: eliminar la objeción de conciencia. Sé que no es tan sencillo y no se puede generalizar, pero quizá facilitaría que las mujeres tuvieran acceso a la píldora del día después con menos trabas y más protegidas, al tener a un profesional de la salud pendiente de ellas que les puedan explicar, prevenir, contar, etc. Un prospecto médico, por muy detallado que sea, no sustituye nunca a un médico y sus conocimientos.

¿Y qué hacemos con el miedo a que la gente tenga relaciones sexuales sin protección porque al aumentar la seguridad de que no va a haber embarazo se relaje y no piense en ITS? Ya he dicho que lo veo complicado y que los jóvenes no somos tontos, pero frente a eso siempre queda la educación, unas buenas campañas informativas y educativas donde se expliquen qué son las ITS y cómo frenar el contagio, que los padres pierdan el pudor y la vergüenza, se informen y hablen con sus hijos, que del mismo modo que les dicen “ponte el cinturón cuando cojas el coche y ten cuidado con el garrafón” se aseguren de que saben protegerse del contagio de ITS y saben usar bien un preservativo. Y, aunque suene a cachondeo, también me aseguraría la bajada del precio de los preservativos para dejar sin argumentos a quienes afirman preferir el calendario de Ogino o la marcha atrás porque las gomitas están caras.

Otros enlaces sobre el tema:

El artículo del día después

Actualización 13/05/09:

Copio y pego un comentario de EC-JPR que da mucho que pensar:

Explicación genérica™
¿Alguien piensa que una persona cabal puede emplear 3-en-1 como lubricante sexual? Entonces, ¿por qué nos tememos que haya quien emplee la PDD en vez de usar condones? En cuanto al problema de que aumenten las ETS o similares, quisiera subrayar algo obvio: está claro que ningún fármaco sirve para lo que no se ha diseñado, y pasarse por el forro las indicaciones sólo es reprochable al usuario del medicamento. Nadie demandaría a Bayer porque la Aspirina que tomó no le curó la apendicitis…
Recuerdo también que “menor de edad”, en sanidad, significa “menor de 16 años”, en base a la ley 41/2002.

Y de regalo, una viñetita acerca de la “comunicación” entre padres e hijos en materia sexual:

Palomita y Maíz Webcomic

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