Estimada Amaya:
leo en el blog de Rinzewind que al Foro de la Familia no le gustan las campañas de Educación Sexual del Gobierno. Leo el pdf con su intervención, siempre es bueno acudir a las fuentes y no quedarse sólo con las opiniones de quien lo ha leido.Lo leo y me quedo a cuadritos al toparme con una serie de inexactitudes y falacias que, bienpensando, espero que sean fruto de la prisa por pronunciarse más que de la pereza por documentarse bien antes de escribir o hablar.
El señor Rinzewind le ha contestado bastante bien en su blog, señalando punto por punto los fallos más gordos. Yo por mi parte quisiera hacer una serie de puntualizaciones. Ante todo, le rogaría que acudiera a las fuentes que cita para asegurarse de que realmente se dice lo que piensa que dicen, puesto que muchas veces confiamos en exceso en nuestra memoria. Ya le han indicado que con un buen uso la tasa de fallos del preservativo no es del 18% como usted proclama y que ONUSIDA no indica que las campañas deben estar dirigidas únicamente a las poblaciones en riesgo, sino a toda la población.
Afirma que las campañas de Salud Sexual son una intromisión del Gobierno en la sexualidad de la población. ¿Afirmaría usted lo mismo de las campañas de Educación Vial? ¿Diría que se entrometen con la forma de conducir de los españoles? Seguramente no, por no ser un tema polémico ni tabú. Me pregunto qué tiene de malo informar a la población, especialmente a la población adolescente que está empezando a vivir en sus carnes la revolución hormonal, acerca del sexo y de los métodos que existen para evitar embarazos indeseados e ITS. Informar no es incitar, advertir no es empujar y si esas campañas se inician en la pubertad y adolescencia es precisamente porque es el mejor momento para ello, cuando se viven los cambios corporales y comienza la curiosidad por el sexo, ¿o vamos a esperar a que ya estén creciditos y hayan decidido experimentar por ellos mismos sin información alguna excepto “niño, eso es cosa de mayores”?. ¿Que los preservativos no son chalecos antibalas y no protegen de todas las ITS? Claro que no, pero sí protegen de muchas de ellas y es mejor eso que ir “a pelo”. ¿Piensa usted que el Gobierno va a imponer su propia visión del asunto? No sé cómo, porque esas campañas no van encaminada a incitar al aborto ni al fornicio desenfrenado sino a ser conscientes de los riesgos que se corren, saber los medios que se tienen para frenar esos riesgos. Además, le recuerdo que la educación afectivo-sexual le compete a los padres de esos adolescentes por los que tanto sufre usted, otra cosa es que por desconocimiento o vergüenza muchos de ellos no se atrevan a sacar el tema en casa y se arriesguen a que sus hijos busquen información por su cuenta y aprendan por su cuenta, pudiendo acertar o fallar.¿Que el problema ha empeorado? No sé de dónde ha sacado ese dato, cuando las campañas contra el SIDA incidiendo en el uso del preservativo han frenado su expansión, por ponerle un ejemplo (mire este artículo del 2007)
Por otra parte, quisiera recalcar un párrafo de su intervención: “Implantar la enseñanza de los métodos abortivos a los profesionales de la sanidad pública y obligar a su ejercicio no es fácilmente compatible con la defensa de las libertades públicas que defiende nuestra Constitución.” Como residente en un hospital español le puedo informar que en nuestro país existe la objeción de conciencia y que si un ginecólogo se niega a realizar un aborto nadie le puede obligar a ello, así que me gustaría saber de dónde saca semejante afirmación.
Señora Azcona, entiendo que en el Foro de la Familia les caiga mal el Gobierno y su presidente. A mí tampoco me cae bien, sobre todo tras haberme recortado el sueldo por una crisis que no hemos creado los curritos de este país, pero eso no es motivo para atacar por atacar, ni cualquier argumento vale. Además, ¿seguro que en sus campañas no van a intentar ustedes imponer su propia visión del asunto como critican del Gobierno?
Mandarle la dirección de mi blog a la señora Azcona… ya te vale. Como venga y me dé la barrila, cobras.
Por otra parte, lo que hace esta señora no es más que la técnica de toda la vida: miente, que algo queda.
Bien por la carta. A ver si vale de algo.
Ah, y que soy un gañán y se me ha olvidado suscribirme a los nuevos comentarios por correo electrónico.
Jisjis. Rinze, te recuerdo que soy una tiarrona de 1.69 con fenotipo de traumatóloga, vamos, que quien se atreva contigo se lleva una buena guantá
Si esa mujer lee la carta y me contesta vamos a alucinar los dos en colores. Por si acaso, prepara el cuenco de palomitas y las cervezas…
@Sophie
Hay dos tipos de personas y en tu caso, eres de las que tienen mucha mas altura que talla, sin embargo, la señora Azcona, no.
Salud y saludos.
La educación sexual se planteó como solución a los embarazos adolescentes. Depués del fracaso en su objetivo se convierte en imperativo de la pedagogía.
La izquierda, todo lo que toca, lo acaba de estropear, luego, cuando te quejas, te insultan de la peor manera posible. ¿Qué hace si no el Bobo Solemne sino cagarla a la voz de “la arreglo” entre insulto e insulto a los que le avisaron?
La educación sexual se basa en un principio pedagógico contradictorio. En cualquier área, se enseña un tema o procedimiento para usarlo a continuación. Por ejemplo, se enseña a sumar para de inmediato usar la destreza para el siguiente paso. O el dictado como paso previo a la redacción. En las clases de educación sexual se les enseña a follar para que, magia, no follen. Sumar lo hacen mal en situaciones de la vida corriente, redactan pero no pueden pensar en hacer una carta de la que dependa algo imporatante. Naturalmente, follan y mal.
Por cierto, que esto es como la ley del aborto. La ministra razona así: facilitamos el aborto para que haya menos. Claro que a estas alturas esa mamarrachada la suelta para que venga la tropa en los blogs o, mejor, en la universidad, y le dé contenido. Los borregos progresan más rápidamente que cierto tipo de académico pasado por la ideología de la ruina, por lo visto.
“Como residente en un hospital español le puedo informar que en nuestro país existe la objeción de conciencia y que si un ginecólogo se niega a realizar un aborto nadie le puede obligar a ello, así que me gustaría saber de dónde saca semejante afirmación.”
De el reglamento que está preparando este gobierno de la ruina, progresista, eso sí, es decir, valga la redundancia.
Lo que me jode de los blogs de ciencia es que os sale la vena progre, es decir, sectaria, con mucha facilidad.
A ver si maduráis.
Leyendo el texto de la Sra. Azcona, me ha llamado la atención esta frase:
Aquí discrepo: no sólo es que pueda, es el Estado que debe decantarse por ciertas visiones e imponerlas. De hecho, la razón de ser del aparato del Estado, sobre todo de las ramas legislativa y ejecutiva, es decantarse por ciertas opciones e imponerlas sobre otras (luego está la cuestión de si las decisiones que se toman son correctas o no, pero ese es un asunto distinto). Por poner un ejemplo bastante obvio, el Estado se ha decantado por la igualdad de género y raza, las ha impuesto contra el sexismo y el racismo, y todos estamos de acuerdo de que se tomó la decisión correcta.
Por lo tanto, las preguntas relevantes para este tema son:
(1) ¿Debe el Estado tomar cartas en la educación sexual de los adolescentes? Por supuesto que sí. Aquí estamos hablando, entre otras cosas, de un problema de salud pública (a saber, la prevención de enfermedades de transmisión sexual), y si eso no es competencia del Estado, no sé muy bien de quién va a ser.
(2) ¿Ha tomado el Estado la decisión correcta fomentando el uso del preservativo y modificando la legislación sobre el aborto y la PDD? Esto no es ni siquiera un asunto de opinión personal: como apunta Sophie, los datos dicen que sí, así que no tiene mucho sentido protestar para que volvamos a la situación anterior.
(Mini-historia personal: a pesar de que mis padres intentaron darme una buena educación, una cosa que nunca hicieron fue hablarme de sexo. Por fortuna, cuando estaba yo en 7. de EGB, con mis tiernos 13 añitos, el Gobierno Vasco tuvo a bien mandarnos a una sexóloga al colegio para que nos hablara de estos temas. Sin exagerar, es posible que esa charla nos haya ahorrado unos cuantos disgustos a muchos de los que la escuchamos).
Como en primeros auxilios o en muchas áreas relacionadas con la salud, por ejemplo.
En las autoescuelas, sin ir más lejos, te enseñan a ponerte el cinturón y luego te lanzan contra un muro. True story.
“Aquí discrepo: no sólo es que pueda, es el Estado que debe decantarse por ciertas visiones e imponerlas.” (Fdo Iósif Visariónovich Dzhugashvili)
Esto es tremendo.
A ver cómo te lo cuento: la prevención de las ETS es asunto mío en lo que me atañe. Si hay gente irresponsable en el asunto y te sientes implicado en la felicidad de la humanidad, nadie te impide que te gastes TU dinero en campañas o en lo que te dé la gana.
Respecto del aborto, igual: es mi problema en lo que me atañe y el estado bien debería dejarme en paz y no robarme la patria potestad de mi hija en una situación tan difícil como un embarazo no deseado. Vale lo mismo que lo anterior: si te sientes implicado, te gastas tu tiempo y tu dinero con el asunto sin necesidad de meter al Gran Matón, aka Ogro Filantrópico, como hacen los católicos, a ver si convences por la buenas a la gente.
Pero es que vamos, hay que ver a la pandilla de pasmados semianalfabetos como los ministros del Innombrable y sus leyes liberticidas para ver a la vez cómo algunos nos dais lecciones de cómo llevar el estado para meterse en nuestras vidas.
Y tu experiencia personal como aval de una política que afecta a millones es la base del totalitarismo. Por Dios, qué gente.
En cuanto te contagias de una ETS y te niegas a usar un preservativo en tus posteriores relaciones sexuales, el problema deja de ser tuyo. ¿A Pepito no le importa contagiarse? Vale. ¿Me importa a mí que me contagie Pepito? Totalmente. Es lo mismo con la conducción bajo efectos del alcohol. ¿Pepito no puede salir y no tomarse diez cubatas y alega que le da igual matarse? Vale. Pero que se tire por un acantilado, porque si coge el coche a lo mejor me mata a mí sin culpa, y eso sí que me importa. Como el gobierno lo sabe, tiene que legislar a mi favor - sea progre o no sea progre.
Con respecto al aborto, precisamente porque es el problema de cada uno en lo que le atañe debería facilitarse. Porque si yo me quedo embarazada voy a abortar porque me da la real gana, y es asunto mío y solamente mío. Estoy totalmente en contra de que no se informe a los padres de las menores de edad, ojo, pero si una hija con 16 años se queda embarazada (no necesariamente por falta de educación sexual, shit happens), ¿quién soy yo para obligar esa hija a que cargue con algo que no quiere y que es para toda la vida, la SUYA, no la mía?
Para terminar, como veo que tildas al blog de progre por las cosas que defiende, te hago saber que yo soy de derechas, pero estoy a favor de la solución más razonable. Es posible ser de derechas y cagarse en ZP y en su desastroso gobierno, en sus libertades mal entendidas y en su lamentable gabinete sin tener que sustituir sus fallos por parches religiosos.
Igual (y aquí me tiro a la piscina, aunque creo que no demasiado) la cosa está en que hay un abismo entre lo que en Europa se conoce como “derecha” y lo que sufrimos aquí en España.
A palabras antiguas me remito:
:^D
¿Afirmaría usted lo mismo de las campañas de Educación Vial? ¿Diría que se entrometen con la forma de conducir de los españoles?
Creo que no hace falta que cite al egregio presidentísimo con lo de “No podemos conducir por tí”. La España Negra de sol y sombra y mondadientes en acción contra el liberticidio.
Esta es la misma cantinela de siempre de que el estado no puede obligar a esto o aquello cuando en realidad no lo está haciendo: la legislación en cuanto a educación sexual, plazos del aborto, etc. es posibilista en el sentido de que permite, no fuerza a nadie. Pero claro, según esta gente, que respalda una organización que sistemáticamente ha permitido, encubierto y silenciado delitos de pederastia, parece que por definir los plazos de interrupción del embarazo se va a mandar a las cámaras de gas a las embarazadas.
Y asunto del estado en cuanto estamos hablando de un problema de salud pública. La edad legal para mantener relaciones sexuales, en España, es de 13 años. A esa edad todo el mundo tiene que llegar con una formación suficiente en la materia, incluyendo prevención.
Yo con este tipo de gente no suelo discutir, la verdad es que me parece gracioso que personas como Percero opinen que su vida sexual es propia, íntima e inexplorable y por ello el gobierno debe mantenerse al márgen. Me parece gracioso porque si alguien se contagia de una enfermedad de transmisión sexual, su enfermedad se convierte en un problema de salud público por lo que no veo dónde está el problema en intentar concienciar a la población de cuales son las prácticas sexuales seguras. La verdad, veo bastante más peligroso, absurdo y sectario hacer circular opiniones como la de la señora (sic) Amaya Azcona, sin base científica y totalmente polarizadas.
Señores, si su hija mayor de 16 años y menor de 18 se queda embarazada y necesita abortar sin consultarlo con sus padres, quizá hayan cometido un problema en su educación, un problema grave si no se atreve a hablar de una decisión seria e importante con sus padres. Quizá es hora de mirarse el ombligo en lugar de tratar de culpar al gobierno de todos los males.
Por cierto, si su hija de 16 años tuviera cáncer y se negara a recibir tratamiento, sería totalmente madura para hacerlo sin que su opinión como padre contase a efectos legales…y como ese ejemplo, miles. No se trata de la nueva ley del aborto, se trata de la ley de sanidad aprobada hace años.
Tildar un blog o un bloggero de progre de forma peyorativa es un recurso bastante pobre a la hora de oponerse a lo que ha escrito. Estoy acostumbrada a que los de izquierda me llamen “niñaperlita” y fachona y los de derechas me acusen de ser más roja que los tomates. Supongo que no pertenecer a ninguno de los dos extremos cual hincha de fútbol tiene algo que ver.
Oponerse a una medida por venir de quien viene no es lo más adecuado. ¿Si esto lo hubiera propuesto otro partido, quizá de otra ideología, habría quejas?
Las ITS son un problema de salud pública y recuerdo que hay enfermedades de declaración obligatoria. Un profesional de la salud, por ejemplo, debe saber si tienes VIH para actuar según el protocolo específico en esos casos y evitar contagios o actuar rápidamente en caso de pinchazo accidental con una aguja (por ejemplo) sin perder tiempo en “en el caso de no saber si el paciente padece alguna enfermedad infectocontagiosa blablá”. Hace unos días me encontré con un paciente así, “eso es problema mío”, la respuesta fue “no, no es problema tuyo, es un problema de Salud Pública y viene en tu historial, ni mientas ni ocultes cuando yo, la médico, te esté entrevistando para saber tu problema actual y tus antecedentes”. Si un paciente tiene una enfermedad agravada o fruto de ese VIH, esa hepatitis o esa sífilis y no me lo dice, ¿como espera que actúe a gran velocidad si primero tengo que sospechar y pensar que lo suyo puede ser por una ITS?¿A que eso no lo piensa el que tanto defiende que las ITS son asunto suyo?
Yo hablo de lo que hay ahora, no del futuro y lo que hay ahora es que puedo objetar y negarme a realizar un aborto.
Por lo demás,los comentaristas ya habéis aclarado muchas cosas y aportado bastante al debate. Muchas gracias
Hago constancia de que he pasado por aquí, si no digo nada es que mentes más preclaras ya le han dado p’al pelo. Estaré sintonizado por si las moscas.