Compré el libro “Mamá come sano” de Julio Basulto animada por un tweet de Maria José Mas (para que luego digan que Twitter no sirve “pa ná”).
Invierte en el #cerebro de tus hijos y cuestiónate si comes sano http://t.co/jM6lLuIXHL @JulioBasulto_DN nos ayuda pic.twitter.com/slhBkPR4RE
— María José Mas (@MasTwitts) agosto 21, 2015
¿Invierte en el cerebro de tus hijos? Buen slogan, sí. Me picó la curosidad y leí la reseña que hizo Maria José en su blog, Neuronas en crecimiento.
Coincido con ella en que es un libro destinado fundamentalmente a mujeres que estén pensando en quedarse embarazadas, pero que convendría que lo leyera cualquier persona interesada en tener unos hábitos alimenticios correctos. Comer bien es invertir en salud y quizá sea una de las medidas más sencillas para mantenernos sanos, mucho más que todos los suplementos vitamínicos, “superalimentos” que se ponen de moda de vez en cuando y dietas “milagrosas” que nos prometen desintoxicarnos, depurarnos y quitarnos años y kilos de encima casi sin esfuerzo. Además, una mujer que modifique sus hábitos durante el embarazo posiblemente mantenga esos mismos hábitos sanos durante el resto de su vida, con lo que no sólo mejora su nutrición y su estado de salud sino el de su pareja y sus hijos
“Aunque existen grandes intereses para convencernos de lo contrario, ni el embarazo, ni el nacimiento del bebé ni la lactancia son una enfermedad“. Así empieza el libro en el que Julio nos habla con sentido común de lo que son una dieta saludable y unos hábitos de vida positivos durante el embarazo y la lactancia. Sorprende leer que una cerveza etiquetada como 0,0 puede contener hasta 1,3º de alcohol, que no es nada bueno para el neurodesarrollo del feto; o que una alimentación sana no consiste en “comer de todo y muy variado” como hasta ahora nos han repetido machaconamente, por poner dos ejemplos.
Lo que más me gusta es su estilo ameno y lo bien documentado que está, con referencias a lo largo del libro y un apéndice final con la bibliografía utilizada como respaldo a las afirmaciones realizadas. Además, en caso de dudas, Julio Basulto dispone de un correo, [email protected] en el que responde con amabilidad lo que se le pregunte. En mi caso me llamó la atención el tono vehemente que utilizaba al hablar de la lactancia materna frente al uso del biberón, a lo que me respondió contándome la fuerte presión que ejerce la industria farmacéutica para “empujar” a las embarazadas a decidirse por el biberón frente a la lactancia materna. En este artículo queda muy bien explicada su postura en el tema.
Quizá me hubiera gustado que mencionara la pregorexia, que es como se denomina a la anorexia durante el embarazo. La presión que sufren algunas embarazadas por el aspecto físico, la ganancia de peso y de masa grasa es brutal, con comentarios en su entorno acerca de lo gorda que se puso fulanita, que después no consiguió liberarse de todos los kilos, o el buen aspecto de menganita a las dos semanas de parir, con una barriga completamente plana. En ese sentido tal vez nutricionistas y médicos tengamos mucho trabajo por delante.
Nota: escribo esta reseña tras leer el libro de cabo a rabo, pagado de mi bolsillo. Hasta su lectura, no conocía a Julio Basulto ni sus textos. No he recibido compensación alguna por escribir este post.